Mi casa, un altar

Anécdota: Retiro Intl. de alabanza

Fui parte del ministerio de alabanza de la iglesia, ¿pueden creerlo?

Participaba en un retiro internacional con expositores de la talla de Danilo, JAR, etc., pero una de las lecciones que nunca olvidaré me la dio un voluntario, mientras me lavaba las manos en el baño.

Dijo: Nunca experimentarás a Dios como en la intimidad de tu casa.

Lo que hacemos en privado tiene repercusiones en público

Mateo 6:6 NTV

6 Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.

La oración pública y comunitaria es muy importante en la vida cristiana, pero no descarta la oración privada.

En la Biblia encontramos que hay un valor fundamental en aquello que nadie ve.

De hecho, aquello que es visible a todos y lo que es atractivo a todos parece tener menos relevancia que aquello que nadie ve.

Dios no está tan interesado en la ofrenda que das como lo está en el corazón con que la das. ¿Quién puede ver tu corazón?

Dios no está tan interesado en la entonación cuando cantas como lo está en la autenticidad de tu adoración. ¿Quién ve tu autenticidad?

Dios no está tan interesado en cuánto sepas de Biblia como lo está en cómo la practicas. ¿Quién ve cómo vives la palabra?

Podemos levantar un altar aquí, juntos, en el templo, pero el altar mas importante es el que levantas en tu casa.

Tu altar no se trata de lo que haces aquí en público, solamente; sino de cómo vives tu adoración en casa.

Un altar es una construcción evidente a otros, sobresalía de la tierra, generalmente hecho con piedras, y otros podían verlo.

Quiere decir que tu altar es visible, sin embargo, no es lo visible lo más importante, sino lo que significa.

Oseas 6:6 NTV

6 Quiero que demuestren amor, no que ofrezcan sacrificios. Más que ofrendas quemadas, quiero que me conozcan.

Si levantas un altar de adoración en casa, se notará cuando estés en la iglesia.

Tu familia y tus hijos verán cómo adoras y lo imitarán.

Tus invitados a la iglesia verán cómo adoras y lo imitarán.

Si en tu casa hay un altar, otros deben reconocerlo.

Crecí viendo a mi papá orar. Eso me enseñó más que cualquier curso sobre la oración que he llevado.

¿Haz levantado un altar?

Levanta tu altar. ¿Cuáles altares haz levantado?

En el estudio Bíblico hablamos de los altares, pero debemos tener claro qué espera Dios de un altar.

En el altar se ofrecían sacrificios y se practicaban rituales, pero el mismo ritual no podía sustituir el sentido del altar. En otras palabras, no era la construcción física lo que tenía el valor sino la revelación que se había tenido de Dios.

Noé hizo un altar porque Dios lo salvó

Abraham hizo un altar porque se había encontrado con Dios.

Isaac hizo un altar porque Dios le ratificó la promesa hecha a su padre.

Jacob hizo un altar porque Dios se le reveló.

Moisés hizo un altar porque Dios le dio la victoria.

Josué hizo un altar comprometiéndose a honrar la ley de Dios.

Gedeón hizo un altar porque Dios le había dado paz.

Si has tenido un encuentro con Dios, levanta un altar.

Cuando Dios haga algo contigo, levanta un altar.

¿Qué es levantar un altar?

Es cuando haces una marca o celebración que te recuerda lo que Dios ha hecho.

Tendemos a olvidar lo que Dios ha hecho por y en nosotros.

Conocí a una persona que cuando tenía un empleo nuevo o lo ascendían, daba su primer salario como una ofrenda.

Sé de personas que cuando celebran algo que han recibido invitan a otros a celebrar en su casa.

Otros cuentan su testimonio, agradeciéndole en público a Dios por lo que él hizo.

Lo hicimos como iglesia cuando inauguramos el nuevo templo.

Esto no es tan extraño, lo hacemos cuando nace un hijo, cuando cumplimos años, cuando al niño le sale el primer diente, cuando nos graduamos, cuando celebramos un aniversario.

¿Y si invitas a alguien a tu casa a celebrar contigo?

¿Qué ha hecho Dios por ti?

Levantemos juntos un altar por lo que Dios ha hecho.

Hagamos un altar de adoración.

Escribe en la tarjeta lo que Dios hizo esta semana y hagamos juntos un altar.