Participes del Espíritu Santo parte 2

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Introducción

El recocido evangelista Dwight L. Moody una vez declaro:
“No existe en el mundo un evangelista mejor que el Espíritu Santo”
¿porque razón Moody diría tal cosa?
Porque el comprendía que para que una persona pueda comprender y abrazar el mensaje del evangelio de Cristo, es necesaria la INTERVENCIÓN del Espíritu Santo.
Como aprendimos hace dos semanas:
UN PECADOR no puede arrepentirse genuinamente sin antes haber sido convencido por el Espíritu Santo de su pecado;
esto significa que no hay salvación sin el poder del Espíritu Santo, No importa cuan elocuente y elaborada sea nuestra presentación del evangelio, dependemos del Espíritu Santo para Salvación.
Esta verdad, aunque a primera instancia; nos parezca muy Obvia y Evidente;
Lamentablemente, Es causa de mucha controversia entre muchos cristianos.
Siendo mas específicos, la controversia se centra en esta cuestión:
¿Cual es el papel que verdaderamente desempeña el Espíritu Santo en la conversión o salvación de una persona?
¿Hasta que punto, la salvación es el resultado del poder de Dios o la voluntad humana?
¿Es la obra de salvación completamente dependiente de la gracia de Dios? ¿Es el hombre responsable por tomar un paso de fe y creer en el evangelio? ¿Acaso no afirma la Biblia ambas verdades?
En términos teológicos,
¿Es la Salvación monergista?
El monergismo, que proviene de una palabra griega compuesta que significa “trabajar solo”, es la creencia de que la salvación es una milagro que solamente Dios puede llevar a cabo; bajo esta postura, el crédito de nuestra salvación solamente se le puede otorgar a Dios y por lo tanto toda la Gloria es únicamente para El.
¿O es la salvación sinérgica?
El sinergismo, que también proviene de una palabra griega compuesta, significa “trabajar juntos”, y es la creencia de que Dios trabaja, o coopera junto con nosotros para efectuar la salvación. Bajo esta postura el crédito de la salvación puede otorgarse tanto a Dios como a la persona que fue quien tomo la decisión de aceptar a Cristo y abrir su corazón al evangelio.
Estas dos posturas se remontan desde los primeros siglos de la historia de la iglesia cristiana,
Entre el siglo IV y V, la Iglesia condenó como herética las enseñanzas de un monje británico de nombre Pelagio
“Pelagio enseñó que los seres humanos tienen una capacidad natural para rechazar el mal y buscar a Dios, que la amonestación de Cristo —
Mateo 5:48 RVR60
48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
— presupone esta capacidad, y que la gracia es la capacidad natural dada por Dios a buscar y servir a Dios”
Pelagio negaba el pecado original. Según él,
Adán había sido creado en un estado neutral y, por lo tanto, era capaz de hacer lo bueno y lo malo. Haciendo uso de esa libertad Adán escogió pecar, pero “su caída en el pecado no AFECTO a nadie más que a él mismo, y dejó a la naturaleza humana intacta para hacer lo bueno.
Les comparto esta cita dicha por Pelagio:
“Más decimos que el hombre es siempre capaz de pecar o no pecar, por lo que confesamos tener siempre el libre albedrío”. “El libre albedrío… consiste en la posibilidad de cometer pecado o abstenerse de él”.
Para Pelagio:
La gracia divina no era indispensable para que el hombre inclinara su voluntad hacia Dios y fuera salvo.
En mayo de 418, el Concilio de Cártago declaró el pelagianismo como una herejía y Pelagio fue expulsado de Jerusalén.
Se instaló en Egipto, y nunca mas se supo de él. En el año 431, en el Concilio de Éfeso, Pelagio fueron declarados una vez mas oficialmente herejes por toda la iglesia.
El Pelagianismo puro no ha vuelto a resurgir de manera SIGNIFICATIVA en los últimos 1.500 años, pero una VARIACION DEL PELAGIANISMO surgió y echó raíces en el siglo XVI a través de las enseñanzas de un teologo holandes de nombre Jacobo Arminio, cuyas creencias son a menudo IDENTIFICADAS como semi-pelagianismo.
El Semi-Pelagianismo enseña que mientras la humanidad está contaminada por el pecado, no estamos tan contaminados que no podamos cooperar en cierta forma con la oferta gratuita de la salvación.
Bajo esta perspectiva, el hombre es pecador, pero el pecado no a afectado o pervertido en totalidad la capacidad del hombre de responder positivamente a Dios;
De modo, que aunque bajo esta postura se reconoce que la intervención de Dios es necesaria para la salvación, SIN EMBARGO, no es suficiente, pues la salvación depende de la decisión y disposición que la persona tenga para aceptar el evangelio.
Dios no puede hacer nada, si las personas no se lo permite.
No obstante, Existe una ultima postura, que no se originó en las enseñanzas de un monje o teólogo en la historia,
Sino que mas bien, proviene de la Gloriosa Palabra de Dios,
Por lo que hemos estado aprendiendo, creo que es Evidente que todos nosotros reconocemos que la INTERVENCIÓN DE DIOS, es necesaria en la salvación del pecador.
Sin embargo, es necesario que comprendamos el alcance de dicha intervención,
siendo mas específicos, cual es el papel que verdaderamente desempeña el Espíritu Santo en la salvación del pecador?
Y para poder obtener una respuesta bíblica a esta cuestión tan importante;
debemos de considerar a la luz de la Escritura, la manera o el proceso de como se efectúa la salvación;
Lo que algunos llaman: El orden de la Salvación.
Un pasaje que es clave para poder comprender este tema es el de:
Romanos 8:29–30 RVR60
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
A este pasaje se le a llamado como: “La Cadena Dorada de la Salvación”
porque en estos dos versículos vemos el plan de salvación de Dios desde el comienzo hasta el fin.
Vemos que hay un orden y una progresión. Debemos entender este proceso para poder comprender como se efectúa la Salvación.
Como podemos notar, el apóstol Pablo, en esta pasaje nos presenta con un proceso definido y ordenado por el cual nuestro Dios lleno de Gracia, salva a los pecadores.
Notemos el orden que nos presenta la Escritura:
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo..” (Romanos 8:29)
La elección o la predestinación significa que Dios escogió a algunos para ser salvos en su gracia antes de la creación del mundo.
De modo que la salvación tienen su origen aun antes de la creación del universo.
De acuerdo a la Escritura, Dios escogió a los suyos en Cristo antes de la fundación del mundo.
En palabras del teólogo RC Sproul:
Desde toda la eternidad, antes de que viviésemos, Dios decidió salvar a algunos miembros de la raza humana y dejar que el resto pereciera. Dios hizo una elección: escogió algunos individuos para ser salvados y gozar de eterna bienaventuranza en el cielo, y al otro lado escogió pasar por alto a otros, dejándoles seguir las consecuencias de sus pecados en el tormento eterno del infierno
¿Por qué Dios decidió escoger algunos para salvación?
La respuesta que nos proporciona la Escritura es clara:
Fue SOLAMENTE por su pura gracia Soberana.
Nos escogió no conforme a nuestras obras o decisiones, o por un conocimiento previo de parte de Dios sobre nuestra vida; sino según su buena y perfecta voluntad.
Tito 3:3–7 RVR60
3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. 4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
La elección o predestinación no es un concepto extraño en las escrituras:
Dios le dijo a Jeremías:
Jeremías 1:5 RVR60
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Efesios 1:3–4 RVR60
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
2 Timoteo 1:8–9 (RVR60)
8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,
9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
En Romanos 8, el apostol Pablo nos habla de un conocimiento personal e intimo de parte de Dios a los que El decidió escoger:
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó”
El termino griego: proginósko denota un conocimiento que caracteriza a una íntima relación personal.
Incluso el apóstol Pedro utiliza este mismo termino palabra para referirse a Cristo:
1 Pedro 1:20 RVR60
20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
1 Pedro 1:20 NVI
20 Cristo, a quien Dios escogió antes de la creación del mundo, se ha manifestado en estos últimos tiempos en beneficio de ustedes.
Para muchos el tema de la predestinación es muy confuso e incluso les parece inaceptable;
porque les parece INJUSTO que Dios solamente haya escogido a algunos para salvacion y no a todos:
Creo que el apostol Pablo nos presenta con una respuesta contundente ante tales obejeciones:
Romanos 9:14–24 RVR60
14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. 19 Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? 20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? 22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?
Conclución:
Nuestro objetivo es el poder identificar el papel que desempeña el Espíritu Santo en la Salvación,
En cuanto al “primer eslabón de la cadena dorada de la salvación” que como vimos es la elección o predestinación del Padre, debemos de saber que la obra del Espíritu Santo es indispensable para efectuar y llevar a cabo la salvación en aquellos a los que el Padre ha predestinado.
1 Pedro 1:1–2 (RVR60)
1 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,
2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
I. Howard Marshall
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