Yo Soy la Vid

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LA VID

Nueva serie.
Juan 15:1–8 NBLA
1 »Yo soy la vid verdadera, y Mi Padre es el viñador. 2 »Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. 3 »Ustedes ya están limpios por la palabra que les he hablado. 4 »Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mí. 5 »Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer. 6 »Si alguien no permanece en Mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. 7 »Si permanecen en Mí, y Mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho. 8 »En esto es glorificado Mi Padre, en que den mucho fruto, y así prueben que son Mis discípulos.
Contexto:
En este capítulo y el siguiente Jesús pasa a instruir, más que a consolar a sus discípulos.
El señor se dedica a dar algunas instrucciones muy importantes para la vida de sus discípulos.
Juan 15:1–2 NBLA
1 »Yo soy la vid verdadera, y Mi Padre es el viñador. 2 »Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador

Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.
Aquí el Señor está utilizando una parábola para explicarles algo a los discípulos.
Las parábolas son enseñanzas que llevan muchos principios pero que a través de una ilustración cotidiana pueden quedar más claros para la audiencia.
Jesús les enseña principios fundamentales y profundos a través de una imagen que es cotidiana para ellos como es un viñedo, la vida, los sarmientos y el viñador.

YO SOY LA VID VERDADERA

Este es uno de los 7 Yo Soy de Jesús.

Siete veces Jesús ha dicho Yo Soy y éste es el último de ellos.
Yo Soy la Luz del mundo
Yo Soy el Pan de Vida
Yo Soy la puerta de las ovejas
Yo Soy el buen pastor
Yo Soy la resurrección y la vida
Yo Soy el camino, la verdad y la vida
Yo Soy la Vid verdadera

Cada uno de estos Yo Soy ha sido utilizado por Jesús para exponer como el es la plenitud de alguna imagen mostrada en el antiguo testamento o para expresar su deidad y su propósito para las vidas de las personas.

En este caso no es la excepción y utiliza una imagen de una Vid.

¿Qué es una Vid?

imagen
Explicar partes
Tronco
Sarmientos o pámpanos

Y soy la Vid Verdadera

Jesús es la Vid

Jesús es la planta. Esto es una ilustración, no es que literalmente Jesús es esa planta. El está usando esto para explicar algo.

Jesús es la vid verdadera.

Hay una vid que no es verdadera
Isaías 5:1–6 NBLA
1 Cantaré ahora a mi amado, El canto de mi amado acerca de Su viña. Mi bien amado tenía una viña en una fértil colina. 2 La cavó por todas partes, quitó sus piedras, Y la plantó de vides escogidas. Edificó una torre en medio de ella, Y también excavó en ella un lagar. Esperaba que produjera uvas buenas, Pero solo produjo uvas silvestres. 3 Y ahora, moradores de Jerusalén y hombres de Judá, Juzguen entre Mí y Mi viña. 4 ¿Qué más se puede hacer por Mi viña, Que Yo no haya hecho en ella? ¿Por qué, cuando esperaba que produjera uvas buenas, Produjo uvas silvestres? 5 Ahora pues, dejen que les diga Lo que Yo he de hacer a Mi viña: «Quitaré su vallado y será consumida; Derribaré su muro y será pisoteada. 6 »Y haré que quede desolada. No será podada ni labrada, Y crecerán zarzas y espinos. También mandaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella».
Es una ilustración en donde Dios compara a Israel con una vid que fue muy cuidada pero que no dio el fruto que correspondía.
Jeremías 2:21 NBLA
21 »Pero Yo te planté como vid escogida, Toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, te has convertido delante de Mí En un sarmiento degenerado de una vid extraña?
Dios plantó a Israel como una vid especial pero ahora Israel es un sarmiento degenerado, ya no da el fruto genuino y bueno que se suponía que debía dar.
Salmo 80:8 NBLA
8 Tú removiste una vid de Egipto; Expulsaste las naciones y plantaste la vid.
La vid es Israel, la sacó de egipto y fue plantada en la tierra prometida.
Ezequiel 15:2 NBLA
2 «Hijo de hombre, ¿en qué es mejor la madera de la vid que cualquier otra rama de árbol que haya entre los árboles del bosque?
Oseas 10:1 NBLA
1 Israel es un viñedo frondoso, Dando fruto para sí mismo. Según la abundancia de su fruto, Así multiplicaba los altares; Cuanto más rica era su tierra, Más hermosos hacían sus pilares sagrados.
Una imagen ideal de Israel dando fruto como un buen viñedo, que daba buen fruto, rico para todos.
Israel, había sido nombrada esta Vid. Un pueblo que debía dar fruto abundante para ser de bendición para todas las naciones de la tierra y que debía hacer famoso el nombre de Dios y que las otras naciones conocieran a Dios a través de la nación de Israel.
La realidad es que Israel no cumplió este propósito.
El fruto de Israel fue de uvas silvestres, degenerado y no como Dios esperaba a pesar de que Dios, la cuidó y la amó como un buen viñador.
Ahora Jesús está usando esta imagen conocida de Israel como la vid para ubicarse Él en el lugar que le corresponde, como la Vid que sí cumple el propósito, la vid que da el fruto correcto, la Vid que agrada al viñador y que cumple con el propósito del viñador.

Jesús es la vid de donde sí brota buen fruto, lo que Israel no pudo completar, Cristo lo completó.

De Israel salieron reyes degenerados, sacerdotes degenerados, líderes malvados.
De Cristo solo brotan buenos frutos.
El ES LA GRAN VID, LA VID VERDADERA. EL cumplió todo lo que en el Antiguo Testamento quedó sin cumplir.

El Padre es el viñador

El Padre es el Viñador desde el Antiguo Testamento.
El padre tiene la función de
Recoger el fruto
Podar el sarmiento
Plantar la vid
Cuidar la vid y el sarmiento
Desechar el sarmiento
El Viñador quita Todo Sarmiento que no da fruto en Cristo
Quita de la Vid todos los sarmientos que no dan el fruto que deben dar en Cristo
El Viñador poda todo sarmiento que da fruto para que de más fruto.
El Padre poda a todo el que da fruto para que de más fruto.
Juan 15:3 NBLA
3 »Ustedes ya están limpios por la palabra que les he hablado.

Limpios por la palabra

Ustedes ya están limpios por la palabra que les he hablado
Dios nos enseña en toda la escritura que somos limpiados y purificados por medio de la palabra.
Efesios 5:25–26 NBLA
25 Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio Él mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra,
1 Pedro 1:22 NBLA
22 Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
Según la palabra de Dios. La forma en que somos limpiados es por la palabra.

De qué debo ser limpiado

De mi pecado, de mis maneras de pensar de mis hábitos dañinos, de mis pensamientos nocivos, de los abusos de otros sobre mí, de las mentiras que he creído.
Nuestra mente está llena de cuestiones sucias, oscuras, dañinas. No hay otra cosa que limpie la mente como la palabra.
Mis palabras permaneceran para siempre. Es lo único que puede limpiarnos.

Esto es muy importante creerlo porque la limpieza de aquellas cosas que no están bien en mi vida, en mis pensamientos no se va a dar solita, esa limpieza se da por medio de las palabras de Dios. El nos limpia con su palabra.

La palabra tiene una relevancia fundamental más allá de verlo como una disciplina espiritual, o una práctica que debe hacer el cristiano.
No es una práctica que debe hacer el cristiano como una tradición o como una obligación.

Es una práctica que el cristiano necesita para estar limpio.

Romanos 12:2 NBLA
2 Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto.
Juan 15:4–8 NBLA
4 »Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mí. 5 »Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer. 6 »Si alguien no permanece en Mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. 7 »Si permanecen en Mí, y Mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho. 8 »En esto es glorificado Mi Padre, en que den mucho fruto, y así prueben que son Mis discípulos.

Permanezcan en Mí y yo en ustedes.

El que permanece en Mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer.
Si alguien no permanece en Mí es echado fuera.
Si permanecen en Mí y Mis palabras, pidan lo que quieran y les será hecho.
En esto es glorificado mi Padre, en que den mucho fruto y así prueben que son Mis discípulos.

No hay cristianos autosuficientes

Separados de Mí nada pueden hacer.

Aquí es donde la parábola hace sentido.
El sarmiento sin estar en la vid no sirve para nada
El sarmiento sin estar en la vid nunca va a dar fruto
El sarmiento despegado de la vid se muere
El sarmiento pierde toda su función si no está pegado a la vid.
La unión entre Cristo y los cristianos es íntima y real.
Los cristianos no tenemos vida, fuerza o poder espiritual propios.
Toda su vida procede de Cristo.
Somos lo que somos, sentimos lo que sentimos y hacemos lo que hacemos porque obtenemos de Jesús los suministros necesarios de manera continua como la gracia, ayuda y capacidad.
Unidos a Cristo por fe y por medio de su Espíritu, nos mantenemos en pie, caminamos, corremos y perseveramos en la carrera cristiana.
Pero todo lo bueno que hay en nosotros como cristianos procede de Jesucristo,

La vid tiene sarmientos y tiene chupones

El sarmiento da fruto
El chupón no da nada y el viñador lo arranca y lo desecha.

El sarmiento debe permanecer para ser efectivo

Depende de la gracia del Señor que nos ha permitido ser parte de la vid
Obedecer sus palabras

3 resultados del sarmiento productivo

Oraciones poderosas

La constante práctica de pedir
Si tengo una relación íntima con Dios, a través de permanecer en su palabra, voy a desarrollar una vida de oración natural. Constante, segura, permanente.
La oración es un resultado natural de una vida en comunión con Jesús.
Un cristiano que tiene una buena relación con Dios
No necesita obligarse a orar
Es como comer, oran cuando les viene el deseo de orar.
Son espontáneos en la oración
No dicen: qué aburrido orar, más bien está felices de poder hablar con Dios como a un amigo.
Aquellos que permanecen en Jesús conversan constantemente con él.
El que permanece en el señor pide conforme a su nombre, a su carácter y a su voluntad.
Cuanto más cercanos somos a Jesús en cuanto a nuestra permanencia más conocemos el carácter de Cristo. Lo que nos permite orar en la dirección correcta de su carácter y su voluntad.
Esto es como pedirle comida a alguien que usted conoce muy bien
Usted ya sabe qué bebida lleva, cual combo le gusta.
Ejemplo con mi esposa.
El conocimiento de mi esposa me permite saber su voluntad en distintas circunstancias
El conocimiento del Señor me permite saber su voluntad en distintas circunstancias
Yo creo que la promesa en cuanto a esto es verdad, pero creo que para que la promesa se cumpla hay un gran trabajo de permanencia que hacer.

Una vida con propósito

Cuál es su propósito de vida?
Glorificar al padre
Dar mucho fruto para que el Padre sea glorificado.
Usted está en la tierra con el objetivo de dar mucho buen fruto.

Una prueba incorruptible

Dar fruto es la prueba de que somos sus discípulos.
El Señor nos invita a dar “mucho fruto” en su vida, en la conducta, el carácter y las palabras.
Al hacerlo, sentirá se demostrará con creces que es un sarmiento vivo de la vid verdadera.
Cada uno de ustedes por su fruto podrá comprobar en su propia alma que es hijo de Dios y lo evidenciará ante el mundo de forma incontrovertible.
Su discipulado quedará fuera de toda duda.
Gálatas 5:22–26 NBLA
22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, 23 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. 24 Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
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