EL GETSEMANÍ DE CRISTO (Marcos 14:32-42)

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1 LA ANGUSTIA DE CRISTO
2 EL MANDATO A LOS DISCÍPULOS Y EL ABANDONO.
3 UN AUMENTO DE LOS DOLORES DE CRISTO
INTRO
Seguimos con seria de Marcos.
Aquí encaramos ya la parte final de la pasión, y donde más latente comienza a ser.
Comienza el circulo humillaciones que Jesús padeció para salvarnos.
También ante el dolor, la soledad y el abandono, vemos al Jesús más humano.
Mas humano, pero santo y sin pecado.
Pero otro lado, veremos también la parte pecadora de los discípulos, la perte negligente y desleal. Seguro que te verás identificado con ellos.
Cristo pasó su Getsemaní, para que nosotros no tuvieramos que pasar por el Calvario. Aunque esto no nos libre de pequeños getsemanies.

Gr. 1068 Gethsemaní, Γεθσημανί, Gethsemaneí, Γεθσημανεί, prob. del aram. gath shemenim, גַּת־שֶׁמְנִם = «prensa o molino de aceite»;

¿Qué nos enseña el getsemaní de Cristo? ¿Que aprendemos de la actitud de Él? ¿Que nos enseña el pasaje sobre los discípulos? ¿Como afrontar nosotros un getsemaní particular?

1. LA ANGUSTIA DE CRISTO

a) Esto caracteriza la humanidad de Cristo.
Como sabemos, Cristo es plenamente Dios, pero al igual plenamente hombre, eso si, sin pecado y sin mancha.
Eso era necesario para qeu su sacrifcio pudiera ser valido y sustitutorio hacia los hombres escogidos por los que el murió.
Pero esta pasaje es entrañable por este aspecto. Vemos a un Cristo milagroso en otros pasajes, todo podesoreso, onisciente, pero, en este caso, vemos un Cristo humano.
Esto evidencia el «calvario», el dolor que tuvo que pasar por dar su vida por nosotro.
Pero el Jesús más humano, nos enseña una valiosa lección:
Marcos 14:32–34 LBLA
32 Y llegaron* a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a sus discípulos: Sentaos aquí hasta que yo haya orado. 33 Y tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho. 34 Y les dijo*: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad.
¿Qué nos enseña Jesús en medio de su dolor?
b) Frente al dolor y la angustia, es prioritaria la oración.
Marcos 14:35 LBLA
35 Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de Él aquella hora.
Vemos su congoja, algo muy humano. Vemos que Él teniendo presente el dolor y sufrimiento que se le venía, este sería físico pero ya lo sentía en su corazón. No se deja llevar por las circunstancia, y busca la comunión con el Padre.
Esto debemos aprender. Jesús siendo Dios, sabía que precisaba la comunión con el Padre y el ES para que el plan de Dios siguiera hacia adelante, para que se hiciera la voluntad de Dios.
Cuantas veces nosotros, renegamos en el getsemaní particular de Dios y queremos hacer nustra voluntad, así nos va.
Pero la clave de la comunión y la devoción es que estando en al voluntad de Dios, esto nos dirige a la obediencia y a hacer completamente su voluntaad, sin arregañadientes y ni medias tintas.
c) La voluntad del Padre por encima de todo:
Marcos 14:36 LBLA
36 Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.
Jesucrsito ya nos esneñó a orar con la oración del Padre Nuestro, pero aquí también nos enseña como es una actitud de oración.
En medio del dolor, de la trubulación, el dice: «Hagase tu voluntad».
Es necesario, que veamos en esta actitud en Cristo, para poner más en valor, si cabe, a su sacrificio.
La voluntad de Dios es perfecta, la voluntad de DIos es segura. La voluntad de Dios debe ser por encima de todo.

2. EL MANDATO A LOS DISCÍPULOS Y EL ABANDONO.

Ahora vamos a ver un mandato para los discípulos pero en cierta maneras, también para nosotros. ¿Cómo van a responder los discípulos. ¿Cómo responderíamos nosotros? ¿Cómo respondemos nosotros en ciertas circunstancias parecidas.
El mandato:
a) Velad y orad.
Marcos 14:32–34 LBLA
32 Y llegaron* a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a sus discípulos: Sentaos aquí hasta que yo haya orado. 33 Y tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho. 34 Y les dijo*: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad.
El maestro, Aquel que les ama y les ha enseñado cosas maravillosas,
Aquel que nunca los ha dejado solo ni abandonado, les está pidiendo que oren con él y que lo acompañen en este momento tan duro.
b) La negligencia y el desprecio.
Marcos 14:37–38 LBLA
37 Entonces vino* y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora? 38 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
Los discípulos no pudieron estar orando ni un poco, ellos no pudieron velar, buscaron su confort y durmieron.
Esto nos hace ver, muchas veces en el getsemaní, nuestra alma se aburre de orar y prefiere dormir.
¿Cuántas veces hemos abandonado al Señor en favor de nuestra comodidad? ¿Cuantas veces nos hace aburrido orar que preferimos dormir?
Hermanos, no somos muy distintos a los discípulos más cercanos.
No somos capaces de orar, y nos dejamos llevar por la comodidad. Nos aturdimos, nos apagamos, hacemos de todo, menos orar.
Quizás esto, fue lo que motivó después a los discípulos a actuar como actuaron, corriendo y abandonando a Cristo, negándolo. Pues en ese momento, había habido una desconexión con Dios. Falta de devoción.
Como bien dice Jesús en el versico 38.
Marcos 14:38 LBLA
38 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
Precisamos orar, precisamos velar, aunque digamos que estamos dispuesto, nuestra carne es debil, por eso, con la oración debemos someter nuestra carne a la voluntad de Dios.
Y responder como Jesús: Hagase tu voluntad.
c) La hora llegó y esto fue doloroso depsués para ello.
Marcos 14:41–42 LBLA
41 Vino* por tercera vez, y les dijo*: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. 42 Levantaos, vámonos; mirad, está cerca el que me entrega.
Ellos seguían durmiendo.
El tiempo se había acabo.
Que doloroso para Cristo…
Que doloroso para los dicipulos…
Esto quizás le hubiera dado la paz y la sabiduría para afrontar la pasión de Jesús de otro manera más acorde a lo que de un discipulo de Cristo cabía esperar.
Pero otro lado este pasaje es importante, para que nos veamos reflejado nosotros en este pasaje. Pues no eran unos discipulos claquiera, era el nucleo cercano de Jesús.
Pedro le había dicho un poco antes, que daría la vida por Él, pero ni siquiera fue capaz de velar con Él.
Así somos nosotros muchas veces, se nos llena la boca de decir que somos Cristianos y Cristo es lo primero en neustra vida, pero a la hora de al verdad, no oramos, lo abandonamos, buscamos nuestra comodidad.
Ciertamente han cambiado mucho las cosas, y hoy Cristo está en el trono triunfante, pero siente el desagrado cuando actuamos de esta manera, como así lo sintió con la actitud de Pedro, Juan y Jacobo.
Y pasó el tiempo, y el tiempo se acabó…
QUe no nos pille la hora durmiendo, sin velar…
Por otro lado, nos hace ver con mayor dimensión, el dolor que tuvo que soportar Cristo en su getsemaní…

3. AUMENTO DE LOS DOLORES DE CRISTO.

Aun no había sido entregado a los enemigos del Señor, pero ya su corazón podía sentir el dolor. Ya había sido:
Traicionado por el traidor Judas.
Engaño por Pedro.
Abandonado por sus discípulos cercanos, experimentando la soledad en un momento vital.
a) La soledad del Señor.
Cristo, primeramente, en su pasión, se vio abandonado por los suyos, se vio traicionado por uno de los suyos. Esto lo soportó para que te hoy puedas ser librado del castigo del Calvario.
Cristo experimentó esta soledad en el Getsemaní para que tu nuncas sientas más la soledad. Para que puedas sentir la comunión y la cercanía de Dios.
Pero, para que también obres como el mismo Cristo dijo. ¡Tu voluntad primero, Señor!
b) Otro desprecio el sufrió.
Un desprecio más de todos aquellos, que le tocaría sufrir. Un dolor más dentro de su pesada carga de sufrimiento. Por amor a ti y a mi.
En este pasaje le vemos sufrir, pero lo hacía en oración. En este pasaje lo vemos ser abandonado, pero nunca abandonó la oración.
Sabía que su victoria estaba cerca, el final del poder de la muerte y el pecado estaba cerca, la liberación de su pueblo estaba cerca, el plan que cambiaría la historia de la humanidad y la historia particular de muchos, estaba a punto de consumarse.
c) Entendiendo su dolor, entendemos su amor.
No fue nada agradable lo que Él tuvo que pasar.
Lo vemos en la oración que el hace al Padre, lo vemos en las conversaciones y comentarios a sus discípulos. Cristo estaba esperimentando su getsemaní, un apertivo de su calvario.
Estaba, haciendo honor al nombre, sufriendo en su corazón ese prensado y molino, como si fuera una aceituna, para que pudiera salir el nectar precioso, para que pudiera manar de su corazón su sangre preciosa.
Su pasión dolorosa comenzó aquí, para que así pudiera darnos de su sangre y su aceite que salva y unge para vida eterna.
Pues entendiendo su dolor, entendemos su amor. Ese amor que manifiesta el amor puro y genuino, amor que salva, amor que liberta, amor que da vida, amor que lleva a la gloria.
Este dolor, Cristo lo ofreció por ti, por tu salvación, porque Él quiere que tu pases la Eternidad con Él.
Sin este dolor, sin Cristo, no pudiera ser posible el hecho de nuestra salvación-.
Hechos de los Apóstoles 4:11–12 LBLA
11 Este Jesús es la piedra desechada por vosotros los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular. 12 Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.
CONCLUSIÓN
Vemos un Getsemaní y dos actitudes…
La de lso discípulos, la que ha podido ser la tuya hasta en estos momentos.
La de Cristo, la que puede ser a partir de este momento.
Si está lectura te ha confrontado, si has entendido por medio del sufrimiento de Cristo, su propio amor, estoy seguro que pedirás a Dios las fuerzas para que a partir de ahora tu vida en los getsemaní y en los montes Horeb (haciendo alusión a lo glorioso de la trasfiguración) tu vida será más de devoción y puedas decir: «Tu voluntad primero Señor».
Esto es una gran esneñanza, mientras que los discípulos no se pudieron someter y obedecer a las Palabras de Cristo: Verlar y orad. Cristo siendo Dios, se sometía a los decretos del Padre, para que hora podamos someternos nosotros también.
El dolor de Cristo, Él y su entrega, pasaron por el getsemaní hasta el golgota, para que tu, aunque pases por un getsemaní, no tengas que pasar por un golgota.
Acuerdate de Cristo cuando pases por esos getsemanís y mira a Él. Y sobretodo, que te deseo sea siempre: ¡Tu voluntad primero, Señor!.
Que el Señor bendiga su Palabra.
ORACIÓN FINAL
Señor Padre Celestial, que al igual, como hizo tu Hijo Jesucristo, podamos en todo momentos decir: Tu voluntad por encima de todo. Ayudanos a serte fiel, que tu ES nos conduzca a como comportarnos en medio de toda situación, para que así tu nombre sea glorificado. Todo esto te lo pedimos en Nombre de tu Hijo Jesucristo, Nuestro Señor, que vive y Reina por los siglos de los siglo. Amén.
Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo, esté con todos vosotros.
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