LO JUSTO
LO JUSTO
Texto: Mr 12.13-17.
13Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra. 14Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos? 15Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. 16Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. 17Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.
Introducción: Lo justo es lo que corresponde, lo merecido; todos queremos recibir lo justo por nuestro esfuerzo y trabajo, de lo contrario sentiríamos desilusión o abuso. La gran interrogante es ¿somos justos con Dios? ¿Estamos dándole lo que le corresponde? O quizá somos de aquellos que le dan a “a las justas”, es decir damos a Dios lo mínimo que podemos darle.
¿Cómo está tu corazón?
I. Un corazón malintencionado: 13Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra.
1. Los fariseos: Traducible como «los separados», se consideraban a sí mismos los intérpretes de la ley. En su deseo de proteger la ley, formularon una «ley oral» que sirvió como suplemento de la ley mosaica. En primer lugar, los fariseos pusieron más peso y autoridad en la ley oral que en la ley de Dios. Segundo, los fariseos mismos no querían cumplir con las leyes que imponían sobre los demás. Tercero, parecían, como clase religiosa, estar mucho más preocupados por su apariencia externa que por los asuntos internos de la fe religiosa. Finalmente, menospreciaban a los gentiles y a la gente corriente de su propia nación.
2. Los herodianos: Tertuliano, San Jerónimo, y otros dicen que estos herodianos creían que Herodes era el Mesías prometido, porque vieron que en él reinó desde Judá. Dijeron que era por esta razón que él reconstruyó el templo con tal magnificencia. Se supone que se trataba de un movimiento político judío que simpatizaba especialmente con la casa de HERODES por encima de los procuradores romanos, quizás con la esperanza del establecimiento del reino davídico.
3. Sorprenderlo en alguna palabra:
a. Sorprenderlo: agreuo, tomar cazando (de agra, cacería); querían hacerlo caer como a una liebre en una trampa.
b. En palabra: Estos hipócritas pensaban que podrían enredar a Cristo "en sus palabras"; esto era realmente gracioso; querían humillarlo delante de la gente, olvidando que “Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! Jn 7.46. El salmista dice respecto a la sobrenatural inteligencia de Jesús lo siguiente:
Más que todos mis enseñadores he entendido,
Porque tus testimonios son mi meditación.
Más que los viejos he entendido,
Porque he guardado tus mandamientos;
De todo mal camino contuve mis pies,
Para guardar tu palabra.
Sal 119.99-101.
II. Un corazón con adulaciones: 14ª Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios.
1. Maestro: Los que vienen a Jesús, lo elogian como un maestro de la ley que realmente enseña el camino de Dios. Dada su misión, tal alabanza parece destinada a expresar a todos que Jesús enseña la voluntad de Dios.
2. “Sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie”: Esta frase está hábilmente dispuesta, con el punto de vista del desarme, y, al mismo tiempo, impedir la fuga. Por lo tanto buscaban que Jesús no rechazará dar respuesta a las preguntas por más incomodas que estas fueran, ni ocultar su verdadera opinión.
3. “Sino que con verdad enseñas el camino de Dios”: Esta frase implican una gran contradicción. Dicen que lo que enseña es la verdad, es decir, "el Camino de Dios", y que Él, de hecho, era el "Hijo de Dios”. Y, sin embargo, no admitían públicamente que Él era el Mesías y que todo Israel debía aceptarlo. ¿Por qué?
Los líderes religiosos de Israel, como la mayoría, no tenía ningún deseo de obedecer a Dios. Para ellos la religión era un asunto de ganancia económicamente, posición social, y poder político. Jesús era una amenaza para todo aquello, por lo tanto, ellos se oponen a Él, a pesar de que la evidencia era irrefutable en cuanto a quién era él. Ellos, como la mayoría, no sabía o no se dan cuenta que realmente servir a Dios es lo más gratificante y satisfactoria que pudiera llegar a ser, muy superior a cualquier cosa que el mundo o el diablo tiene para ofrecer. Como alguien ha dicho: "El peor día que he tenido en servir a Jesús supera, con mucho lo mejor que Satanás tiene para ofrecer".
III. Un corazón con preguntas: 14b ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?
1. ¿Es lícito dar tributo a César, o no?: Esta pregunta implica prácticamente si era permitido por Dios dar homenaje o adoración al César, pues este "homenaje" era un impuesto que los judíos pagaban. Este pago era inaceptable para ellos por dos razones:
- En primer lugar, la moneda con la que fue al homenaje que pagar, el denario, llevaba la efigie del emperador estampada en ella.
- Además, y para empeorar las cosas, Roma exigió que a este emperador se le adorara como un dios. En consecuencia, muchos Judios se indignaron en esta intrusión en su religión por una religión extranjera y en su vida cotidiana.
2. ¿Daremos, o no daremos?: Un "sí" como respuesta a la pregunta de Jesús invita a la acusación de traidor a Dios. También fue un tema cargado de emociones ya que la mayoría de los residentes de Palestina conocía a alguien que los romanos habían vendido como esclavo por el torbellino de deudas de la carga tributaria.
Un "no" como respuesta, por el contrario, invita a la acusación de sedición.
IV. Un corazón hipócrita: 15Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea.
1. Percibió la hipocresía: La afirmación de que Jesús reconoció su hipocresía deja en claro a la audiencia de Marcos que Jesús no se dejó engañar por el intento de los interrogadores de cogerlo con la guardia baja. Sabía que no tenía ningún deseo de la verdadera respuesta, sino que sólo estaban tratando de avergonzarlo delante de la multitud, o para tener algo con el fin de acusarlo a Roma. Percibió que ellos estaban actuando, hablaban con una mascara o careta.
2. ¿Por qué me tentáis?: Jesús expresa que ellos intentan probarlo, proclama que Él conoce el corazón de aquellos que se acercan con el fin de ponerle una trampa.
3. Traedme la moneda para que la vea: Jesús no tenía esa moneda, pero es probable que tanto los fariseos y herodianos tenían llenas sus bolsas de esta marca de la blasfemia e idolatría.
V. Un corazón justo: 16Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. 17Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.
1. ¿De quién es esta imagen y la inscripción?: Probablemente fue desconcertante para estos líderes religiosos, a pesar de que la respuesta era obvia. Jesús quería conocer la respuesta de ellos, que confesaran lo que ellos tenían guardado en su corazón.
2. Ellos le dijeron: Ellos conocían de quien era la moneda, así como nosotros conocemos nuestras intenciones y nuestras acciones.
3. Dad a César lo que es de César: dar a cada uno lo que le corresponde; a lo terrenal debemos darle lo terrenal, cumplir con nuestras obligaciones y compromisos eso es lo justo delante de los hombres.
4. Y a Dios lo que es de Dios: Pero a Dios debemos darle todo lo que a Él le corresponde: De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. Sal 24.1.
Y muy en específico nosotros quienes somos su especial creación: Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Gn 1.26.
5. Y se maravillaron: Al final de la historia, los que llegaron a atrapar a Jesús se han convertido en sus admiradores. La frase, "Y se maravillaron de él," no sólo se refiere a su respuesta, sino también a su persona, que contenía la sabiduría perfecta. Saltó sobre el conjunto de trampas, dejándolos atrapados en ella. Levantó la cuestión muy por encima de la polémica simple, y afirmó que un gran principio de la obligación natural y espiritual, que pertenece por igual a todos los tiempos, personas y lugares.
Conclusión: Lo más importante, sin embargo, es la sabiduría de la respuesta de Jesús.
(A) vio a través de la falta de sinceridad.
(B) Jesús conoce a la gente demasiado bien para ser utilizados por ellos sin darse cuenta.
(C) Él es un maestro efectivo.
(D) Jesús reconoce la realidad de los que son.
(E) Jesús nos captura, no nosotros a él.
(F) Jesús siempre da los principios, las reglas más importantes de la vida.
Es “lo justo”.