Como Orar Bien – Parte 2
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Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Si estamos pidiendo y no estamos recibiendo, algo está mal con nosotros, no con Dios.
Si estamos pidiendo y no estamos recibiendo, algo está mal con nosotros, no con Dios.
Cristo dijo, el que pide, recibe, y Dios no miente.
Cristo dijo, el que pide, recibe, y Dios no miente.
Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?
Para saber porque no estamos recibiendo respuesta a nuestra oración, vamos a preguntar nos estas preguntas.
Para saber porque no estamos recibiendo respuesta a nuestra oración, vamos a preguntar nos estas preguntas.
3 – Estas creyendo cuando oras?
3 – Estas creyendo cuando oras?
La Palabra dice, al que cree, todo le es posible.
La Palabra dice, al que cree, todo le es posible.
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
Cree es seguir creyendo, y confesando esta que recibes la repuesta.
Cree es seguir creyendo, y confesando esta que recibes la repuesta.
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
La llave para recibir la respuesta a tu oración es, cree y no desmayar.
La llave para recibir la respuesta a tu oración es, cree y no desmayar.
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Tu respuesta vendrá porque la Palabra lo dice.
Tu respuesta vendrá porque la Palabra lo dice.
Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.
Al momento que tu oraste, Dios contesto tu oración.
Al momento que tu oraste, Dios contesto tu oración.
Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
4 – Cuando llegas al trono de Dios llegas confiado o mortificado?
4 – Cuando llegas al trono de Dios llegas confiado o mortificado?
La Palabra de Dios dice, que te acerques al trono con confianza.
La Palabra de Dios dice, que te acerques al trono con confianza.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Con confianza quiere decir, sin culpabilidad, temor, duda, o mortificación sabiendo que eres la justica de Dios por medio de Jesús Cristo.
Con confianza quiere decir, sin culpabilidad, temor, duda, o mortificación sabiendo que eres la justica de Dios por medio de Jesús Cristo.
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Las puertas del cielo siempre están abiertas para los justos.
Las puertas del cielo siempre están abiertas para los justos.
La biblia dice que no te mortifiques por nada.
La biblia dice que no te mortifiques por nada.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
5 – Ya perdoné el que me ofendió?
5 – Ya perdoné el que me ofendió?
La Palabra dice que si no perdonas, tus oraciones serán afectadas.
La Palabra dice que si no perdonas, tus oraciones serán afectadas.
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
Cuando no perdonas la Palabra, la Palabra no puede dar fruto en tu vida.
Cuando no perdonas la Palabra, la Palabra no puede dar fruto en tu vida.
pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.