El día de buenas noticias
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· 34 viewsLa necesidad de los Samaritanos es la figura de la necesidad del hombre sin Dios, la liberación de Dios el sacrificio de Cristo, y el anuncio de los leprosos la predicación del evangelio.
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El día de buenas noticias
El día de buenas noticias
2º Reyes 7:3–9 (RVR60)
3Había a la entrada de la puerta cuatro hombres leprosos, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos?
4Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasemos al campamento de los sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos.
5Se levantaron, pues, al anochecer, para ir al campamento de los sirios; y llegando a la entrada del campamento de los sirios, no había allí nadie.
6Porque Jehová había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército; y se dijeron unos a otros: He aquí, el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros.
7Y así se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y habían huido para salvar sus vidas.
8Cuando los leprosos llegaron a la entrada del campamento, entraron en una tienda y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata y oro y vestidos, y fueron y lo escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron y lo escondieron.
9Luego se dijeron el uno al otro: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey.
Introducción
Introducción
Israel había gozado de bendiciones, bienestar y la protección de Dios, pero debido a que despreciaron a Dios y se volvieron al pecado, perdieron estas bendiciones.
Israel había abandonado los caminos de Dios y abrió puerta al paganismos y la idolatría.
Dios levantó primero al profeta Elías, luego a Eliseo, quienes invitaban al pueblo a volverse a Dios con profecías y milagros.
Pero rehusaron volverse a Dios.
Por tanto, la desgracia vino sobre ellos.
Samaria la capital del reino del norte de Israel estaban siendo sitiados por los Sirios, había:
Hambre, y escazes 2º Reyes 6:25 “Y hubo gran hambre en Samaria, a consecuencia de aquel sitio; tanto que la cabeza de un asno se vendía por ochenta piezas de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de palomas por cinco piezas de plata.”
Muerte (Las mujeres que comieron a su hijo). 2º Reyes 6:28–29 “Y le dijo el rey: ¿Qué tienes? Ella respondió: Esta mujer me dijo: Da acá tu hijo, y comámoslo hoy, y mañana comeremos el mío.Cocimos, pues, a mi hijo, y lo comimos. El día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Mas ella ha escondido a su hijo.”
Incapacidad del rey Joram. 2º Reyes 6:27 “Y él dijo: Si no te salva Jehová, ¿de dónde te puedo salvar yo? ¿Del granero, o del lagar?”
La necesidad del hombre
La necesidad del hombre
2º Reyes 6:25 “Y hubo gran hambre en Samaria, a consecuencia de aquel sitio; tanto que la cabeza de un asno se vendía por ochenta piezas de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de palomas por cinco piezas de plata.”
Por la escasez, los precios de los alimentos eran muy altos, de tal manera que algunos se conformaba a comer la cabeza del asno (una parte no deseada a un precio de aproximadamente Q.400.
Otros solo tenían dinero para comprar estiércol de paloma a un precio caro (Q.24 el vaso).
Mientras estuvieron obedientes a Dios fueron bendecidos en gran manera, pero ahora mendigaban un pedazo de pan.
Así es el hombre sin Dios, vive en una grande necesidad en su alma que solo Dios puede saciarla.
Por eso están dispuesto a gastar dinero, tiempo y recursos en cosas que no sacian.
Isaías 55:2 “¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.”
La humanidad a preferido el pecado, de tal manera que están privados de las bendiciones espirituales de Dios. Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
Solo en Cristo podrás encontrar satisfacción a tu necesidad, nadie más puede llenar el vacío que hay en tu alma.
Juan 7:37–38 “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”
La salvación de Dios
La salvación de Dios
En la situación en la que se encontraba Israel, la desesperación se apoderó incluso del rey, quien debía dar ánimo y esperanza al pueblo.
En tal situación culpan a Dios de su desgracia y en un acto desesperado están dispuestos a buscar solución en cosas que los hunden más en la desgracia.
. 2º Reyes 6:33 “...Ciertamente este mal de Jehová viene. ¿Para qué he de esperar más a Jehová?”
No quieren reconocer que es por su pecado y malas desiciones que están en esa situación.
Gálatas 6:7–8 “7No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”
Aun así, Dios por amor a su pueblo envió la salvación, aunque no se lo merecía.
Eliseo profetiza al rey que en 24 horas la libra de trigo o cebada estarían a 1 siclo (Q. 1)
Durante la noche los Sirios escucharon el ruido de un gran ejercito, creyeron que el rey de Israel había contratado ejércitos aliados, salieron huyendo sin tener tiempo para recoger sus cosas.
La decisión de los leprosos
La decisión de los leprosos
4 hombres leprosos estaba a la puerta de la ciudad, hombres despreciados, escoria de la sociedad, cuya necesidad era aun mayor, pues no tenían acceso ni a la carne de burro o al estiércol de paloma.
Estaban resignados a morir en las puertas de la ciudad, pensaron arriesgarse a entrar a la ciudad: 2º Reyes 7:4 “Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasemos al campamento de los sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos.”
El Espíritu Santo iluminó sus mentes para que recapacitaran en su situación, si se quedan en la ciudad van a morir de hambre,
Si van al campamento de los sirios, tienen dos opciones: los matan o les dan de comer.
Deciden ir al campamento de los sirios. (Esto definitivamente vino de parte de Dios)
Al llegar encontraron el campamento vacío.
Estos leprosos comenzaron a disfrutar de los alimentos las riquezas que dejaron los asirios.
Pero se dieron cuenta que estaban siendo egoístas, no era correcto disfrutar de estas bendiciones para ellos solos.
Fueron el instrumento que Dios usó para llevar las buenas noticias al pueblo, no fueron nobles ni príncipes.
1 Corintios 1:27 “sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;”
Antes de que Cristo nos encontrara, nuestra vida no tenía valor, pero ahora Cristo nos ha escogido como su especial tesoro, instrumentos útiles en sus manos.
Conclusión
Conclusión
2º Reyes 7:9 (RVR60)
9Luego se dijeron el uno al otro: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey.
Así nosotros, los que disfrutamos de la salvación de Dios, tenemos la responsabilidad de proclamar las buenas noticias de salvación, para que otros también sean salvos, si no, nos alcanzará nuestra maldad.
Ezequiel 3:18 “Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.”
Es nuestro privilegio pero también responsabilidad anunciar al mundo las buenas noticias de salvación, si nosotros callamos nos alcanzará nuestra maldad.
Vamos al terreno enemigo, y veamos que el Señor Jesús ya lo a derrotado. Anunciemos las buenas nuevas de salvación.