EL DEBER DEL CREYENTE Y EL EJEMPLO DE CRISTO
I- LOS QUE EL CRISTIANO TIENE QUE HACER 1-5
A-SINTIENDO UNA MISMA COSA 1-2
8Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo
5por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;
2Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.
10Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer
15Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.
B- HACER LAS COSAS POR AMOR 3-4
26No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
5Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:
Dios resiste a los soberbios,
Y da gracia a los humildes.
con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor
24Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
C-LO QUE UVO EN CRISTO DEBE ESTRA EN NOSOTROS 5
29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
6El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
II-LO QUE CRISTO YA HIZO 6-11
18El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
15El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
1En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios
3el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
4Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley
Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 10
27y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia
13Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)
19Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos
B- LA EXALTACION DE CRISTO 9-11
9Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
4hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
12Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
20la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
23Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
11Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
Y toda lengua confesará a Dios.
22quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.
21sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
9que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.