La obra del Espíritu Santo
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· 342 viewsLa obra del Espíritu Santo se divide en convencer al hombre del pecado de incredulidad. De mostrar la consumación de la justicia de Dios con el sacrificio de Cristo en la cruz, y mostrar el inminente juicio de Satanás y todos los que le siguen, declarado en la cruz.
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La obra del Espíritu Santo
La obra del Espíritu Santo
Juan 16:7–11
7Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9De pecado, por cuanto no creen en mí; 10de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
Introducción
Introducción
Jesús y sus discípulos Jerusalén participando de la cena de la pascua, donde instituyó la santa cena, lavó los pies de los discípulos, anunció la traición de Judas y oró por ellos, todo esto antes de ser arrestado por los alguaciles del sumo sacerdote.
Entre sus instrucciones finales, les anuncia que es necesario entregar su vida en la cruz, retornar al Padre y que venga sobre ellos El Espíritu Santo.
Esta noticia les causó tristeza, habían olvidaron las promesas que se cumplirían en su partida.
Juan 14:2 “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.”
Juan 14:12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”
El Señor revela los tres objetivos del Espíritu Santo en los que se basa su obra en la tierra.
Juan 16:8 “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”
Convencerá al mundo de pecado
Convencerá al mundo de pecado
Juan 16:9 “De pecado, por cuanto no creen en mí;”
La palabra griega de donde proviene convencer es elenjo, el cual contiene un significado más amplio. Otras versiones la traducen como redargüir, mostrar, aclarar, iluminar, etc.
El Espíritu Santo muestra al hombre que ha ofendido a Dios con el pecado, por lo tanto Dios está airado con la humanidad.
Pecado es quebrantar la ley de Dios. 1 Juan 3:4 “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.”
La desobediencia a los mandamientos de Dios son la raíz del pecado, el hombre no puede obedecer a Dios porque no le conoce. Es la obra del Espíritu Santo revelarnos al Dios verdadero para que entendamos que le hemos ofendido y que necesitamos reconciliarnos con Él.
El pecado no consiste en dejar de hacer cosas malas, sino que en hacer las cosas buenas que Dios nos ordena que hagamos, y esto lo lograremos cuando llegamos a conocerlo, amarlo y esto únicamente se logra a través de Cristo.
Jesús declara que El Espíritu Santo debe venir al mundo porque el mundo no cree en Él.
Si el mundo hubiese reconocido y aceptado a Cristo como El Mesías Salvador, entonces hubiera establecido su reino, pero como lo rechazaron, fue necesario enviar al Espíritu Santo para mostrar al mundo su pecado.
Judíos: Juan 1:11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.”
Gentiles: Génesis 11:4 “Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.” Aquí los gentiles rechazaron a Dios, por eso llamó a Abraham para formar una nación de su descendencia.
El Espíritu Santo es el único que puede mostrar al hombre su pecado y guiarlo a creer en Cristo.
Convencerá al mundo de justicia
Convencerá al mundo de justicia
Juan 16:10 “de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;”
El pecado es una ofensa a Dios, por tanto Dios exige que se haga justicia. El pecador debe pagar con la muerte por su pecado.
Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Cristo con su sacrificio en la cruz hizo justicia, cargó con la culpa de nuestros pecado, así cumplió con el castigo que Dios exigía por el pecador.
De tal manera que era necesario que Cristo ascendiera al Padre... pero para poder ascender, debía primero que entregar su vida en la cruz, morir y resucitar al tercer día para consumar el plan de salvación.
La humanidad busca en vano pagar con obras su deuda con Dios para alcanzar salvación, pero es un esfuerzo estéril. Jeremías 2:22 “Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor.”
Ninguna justicia humana alcanza para satisfacer la ira de Dios, solamente el sacrificio perfecto de Cristo en la cruz.
Por tanto, la mejor decisión que puedes tomar es entregar tu vida a Cristo. Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Esta justicia la alcanzamos únicamente por la fe en Jesucristo. Romanos 1:17 “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”
Recuerde el principal pecado de la humanidad es no creer en Cristo.
Convencerá al mundo de Juicio
Convencerá al mundo de Juicio
Juan 16:11 “y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.”
El Espíritu Santo convence al mundo de que el triunfo de Cristo en la cruz es la condena de Satanás.
Satanás está condenado sin esperanza de salvación, y con su sacrificio en la cruz Cristo emite el juicio legal contra él, aunque la ejecución de este juicio será llevado a cabo al final de los tiempos.
Apocalipsis 20:10 “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
Con la desobediencia del hombre, Satanás adquirió los derechos legales sobre la humanidad, Pablo lo identifica como un contrato legal.
Colosenses 2:13–15 “13Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,14anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”
Pero Cristo con su sacrificio en la cruz anuló esa acta de decretos, ese contrato legal, dando oportunidad a la humanidad de acogerse a invitación a recibir la salvación que Él ofrece.
De este se trata las buenas nuevas, anunciar que hay esperanza de salvación en Cristo.
Dios ha destinado el castigo eterno para Satanás y sus demonios, Dios no quiere que la humanidad sufra este terrible destino, por eso ha provisto salvación en Jesucristo.
La voluntad de Dios es que todos seamos salvos. 1 Timoteo 2:3–4 “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.”
Conclusión
Conclusión
La obra del Espíritu Santo se centra en la obra evangelística:
Mostrar al hombre que está en pecado, conocimiento necesario para venir a Cristo.
Mostrar al hombre que Cristo ha hecho justicia con su muerte en la cruz, por tanto podemos recibir esa justicia y ser librados del castigo eterno.
Mostrar al hombre que hay un juicio emitido por Dios para Satanás, el cual fue decretado con el sacrificio de Cristo, y que se llevará a cabo al final de los tiempos. Este juicio lo compartirán todos aquellos que rechazaron a Cristo como Señor y Salvador.
Juan 16:13 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”
El Espíritu Santo es nuestro maestro y guía, hace esta obra a través de nosotros la iglesia, somos instrumentos en sus manos.
Toda la manifestación del Espíritu Santo se centra en glorificar a Cristo, con los dones de profecía, lenguas, sanidad, fe, milagros, etc.
El objetivo del Espíritu Santo y de la iglesia en este mundo es dar a conocer la salvación de Cristo y glorificarlo.
Estas instrucciones las entregó Cristo a sus discípulos, a través de los tiempos han delegado esta encomienda a las próximas generaciones, en este tiempo ha sido delegada a nosotros.
Oseas 4:6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.”