CUANDO NEGAMOS COMO PEDRO (Marcos 14:66-72)

Evangelio según San Marcos  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Transcript
1 NEGAR ES MENTIR
2 EL DOLOR DE LA NEGACIÓN
3 PERO CRISTO RESTAURA.
Introducción
Nos adentramos en este próximo pasaje de esta maravillosa historia. La historia más grande jamás contada.
Este pasaje es bastante triste. Transmite tristeza, ¿a qué si?
Vemos a Pedro, lo juzgamos e incluso tenemos la osadía de decir, ¿cómo es posible?, ¿pero qué hiciste Pedro?
Pero no nos engañemos, hermanos, todos somos Pedro en ocasiones.
¿En que somos distinto a Pedro? Todos hemos negado a Cristo alguna vez.
Y como Pedro, hemos experimentado la sensación más amarga. Y si no ha sido así cuando lo has negado, debes hacertelo mirar y te digo, en el nombre Cristo, arrepientete.
Porque si de alguna manera amas a Dios y tu negación no es dolorosa, algo está no está bien.
Pero hermanos, al final veremos algo, a pesar de la infidelidad, Cristo nos muestra misericordia y esperanza.
¿Qué aprendemos de este pasaje? ¿Que nos enseña Jesús? Aquí se cierra un episodio que abrimos hace algunas semanas y que quedó en el aire.
Pero debemos examinar nuestro corazón y saber que…

1. NEGAR ES MENTIR

Nos encontramos con Pedro en la siguiente escena:
Marcos 14:66–67 LBLA
66 Estando Pedro abajo en el patio, llegó* una de las sirvientas del sumo sacerdote, 67 y al ver a Pedro calentándose, lo miró y dijo*: Tú también estabas con Jesús el Nazareno.
(hablar de la situación)
¿Que iba hacer Pedro?
¿Decir que sí, que es uno de ellos, o teniendo en cuenta la tensión negarlo? ¿Que hubieras hecho tú?
Marcos 14:68 LBLA
68 Pero él lo negó, diciendo: Ni sé, ni entiendo de qué hablas. Y salió al portal, y un gallo cantó.
hermanos…
a) Negar es mentir, engañar a Dios (pecado), engañarnos a nosotros mismos.
Recordaís el pasaje:
Marcos 14:27–31 LBLA
27 Y Jesús les dijo*: Todos vosotros os apartaréis, porque escrito está: «Heriré al pastor, y las ovejas se dispersarán». 28 Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se aparten, yo, sin embargo, no lo haré. 30 Y Jesús le dijo*: En verdad te digo que tú, hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. 31 Pero Pedro con insistencia repetía: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían también lo mismo.
Esta es la historia que se dejó en abierto…
Pedro, era un creyente verdadero, un seguidor de Cristo. No debemos dudar de esto.
Pero era necesario que esto pasara, para que se diera cuenta que sus fuerzas están en Dios, que depende de Él.
Nosotros también caemos en esto. Cuando confiamos en nuestra «integridad» en vez de saber que nuestras fuerzas son en el Señor.
1 Corintios 10:12 LBLA
12 Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.
Cuando nos creemos firmes en nuestras propias fuerzas tendemos a vacilar. Necesitamos ser realista en esto.
No debemos engañarnos a nosotros, ni a nadie, ni a Dios.
Marcos 14:68 LBLA
68 Pero él lo negó, diciendo: Ni sé, ni entiendo de qué hablas. Y salió al portal, y un gallo cantó.
b) La tendencia es huir.
Tratamos de evitar que nos pongan a prueba, como Pedro, pensando en él mismo y primeramente, buscó la salida. No tuvo valor a decir la verdad…
Marcos 14:68–69 LBLA
68 Pero él lo negó, diciendo: Ni sé, ni entiendo de qué hablas. Y salió al portal, y un gallo cantó. 69 Cuando la sirvienta lo vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí: Este es uno de ellos.
Primero viene la negación con la boca, después la tendencia a huir.
Alguna vez has querido evitar dar testimonio de Cristo y has buscado huir d euna menera u otra.
c) La tendencia a maldecir.
Con tal de librar su pellejo, Pedro, no sólo miente, sino que maldice.
Marcos 14:70–71 LBLA
70 Pero él lo negó otra vez. Y poco después los que estaban allí volvieron a decirle a Pedro: Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres galileo. 71 Pero él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a este hombre de quien habláis!
Cuando le identifican con uno de ellos…
El hace lo que sea para no parecer uno de ellos.
Eso a veces sucede entre nosotros.
¿Cuándo sucede esto? Cuando nos apartamos de Dios, cuando no tenemso comunión con Él, una vida de devoción. Cuando confiamos en nuestras propias fuerzas.
Pero cuando negamos, esto tiene una gran consecuencia…
Y negar no es sólo, negarlo de palabra, sino también de hecho.
Cada vez que pecamos, cada vez que nuestro testimonio no es consecuente con lo que somos (cristianos) estamos negando como Pedro hizo…
2 Timoteo 2:12 LBLA
12 si perseveramos, también reinaremos con Él; si le negamos, Él también nos negará;

2. EL DOLOR DE LA NEGACIÓN

Marcos 14:72 LBLA
72 Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se echó a llorar.
a) Como todo pecado es doloroso para el cristiano.
Todo pecado es doloroso para el que ama a Dios.
Negar a Cristo, negar a Dios, crea e nosotros un dolor, además nuestra identidad en nsootros es tambaleada, crea dudas en nosotros mismo. Y esto hace que nuestra fe cada vez sea más flaca.
El pecado asquea al verdadero cristiano.
Y aunque infelizmente tropezamos una y otra vez en la misma piedra, estas heridas son muy doloresa, ademas teniendo en cuenta… que la negación…
b) Pero este tiene una herida más profunda.
Cristo advirtió con amor a Pedro lo que iba a suceder, Pedro lejos de escucharle, confiaba en si mismo, y el amor de Cristo fue respondido con desprecio y negación por parte de Pedro.
Cristo, se entrega por amor, no nos niega su amor, nosotros lo pagamos con la indiferencia y la negación.
Negar no es sólo decir de boca que no soy cristiano, sino que también quitar de nuestra prioridad a Cristo, poner otras cosas por encima de Él, menospreciar su obra de redención, con esto, estamos negando quien es Él y quienes somos nosotros.
Hermanos, seguro que tu dices: Soy Cristiano, pero, seguro que niegas a Cristo de otras formas.
Ves, no somos my diferentes a Pedro, y llevamos las mismas heridas.
Pues…
c) Respondemos con rechazo al amor y entrega de Cristo.
Esto, genera dolor en nuestro corazón, genera una gran herida.
Y la negación es la muestra de que estamos fríos, o que nos estamos enfriando.
A Pedro, el dolor le duró días hasta que no experimentó el perdón y la restauración.
Ahora viene una buena noticia…

3. PERO CRISTO RESTAURA.

PEDRO LLORÓ, se arrepintió amargamente, pero no expertimentó el perdón en su corazón, por su estado frío. Seguro que esto, en su corazón, fue lo que no le permitió estar cerca d Jesús en su pasión y a los pies de la cruz.
Porque aunque muy cristianos qeu seamos, el dolor sin experimentar el arrepentimiento y el perdón, nos hace alejarnos por nuestra carnalidad y orgullos del Señor, por esto insisto mucho con cuidado no nos enfriemos, cuidado que nos alejamos. Incluso la respuesta en tu corazón a estas palabras, hablarán de tu estado…
Pero, la buena noticia, que a pesar de nosotros, que pesa de Pedro, hay perdón en Cristo… Por eso, Cristo iba a morir en la cruz.
a) La palabras de Cristo se cumple, Él nos conoce mejor que nosotros mismos.
Marcos 14:27–31 LBLA
27 Y Jesús les dijo*: Todos vosotros os apartaréis, porque escrito está: «Heriré al pastor, y las ovejas se dispersarán». 28 Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se aparten, yo, sin embargo, no lo haré. 30 Y Jesús le dijo*: En verdad te digo que tú, hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. 31 Pero Pedro con insistencia repetía: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían también lo mismo.
La clave es esta:
Marcos 14:28 LBLA
28 Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
b) Hay una restauración y misericordia en estas palabras.
Ciertamente, hay pecado en el hombre, hay pecado en Pedro y los discípulos, pero en estas palabras, hay victoria y restauración.
Victoria en al reesurreción.
Restauración, en que Cristo a pesar de estar dispiersados, Él los vuelve a reunir en uno sólo.
c) Restauración
¿Qué pasó con Pedro en Galilea?
Juan 21:15–17 LBLA
15 Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo* a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Pedro le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Apacienta mis corderos. 16 Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo* por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Apacienta mis ovejas.
Esto fue la restaución en el corazón de Pedro.
CONCLUSIÓN
Hermanos, infelizmente, no somos muy diferentes a Pedro, negamos a Cristo en muchas maneras.
Pero hay algo que debemos tener en cuenta, el Señor nos restaura, a pesar d enosotros, Él terminará la obra en nosotros.
Si realmente amas al Señor, esta Palabra servirá no para que tu corazón se fustigue, sino para, sea un nuevo comienzo. Que te arrepientas, y llenes tu vida de devoción al Señor, que no te apoyes en las fuerzas tuyas, sino que descansen y en el poder del Señor.
Que reconozcas tu pecado, y camines con humildad el camino que te resta, sabiendo que puedes volver a caer si, pero el Señor, está dispuesta a restaurarte, no es más cristiano aquel que dice de boca yo te seguiré, sino aquel que cuando peca, le duele, llora, se arrepiente, aprender y camina con el Señor hasta las últimas consecuencias.
Que al igual que hemos sido como Pedro en su negación, también lo seamos en el arrepentimiento y la devoción, hasta las últimas consecuencias. Y todo para gloria de Dios.
Que Dios bendiga su Palabra.
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