Rescatados en la casa
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Texto: “¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallarla?” Luc. 15:8
Introducción
Introducción
Ilustración
Dos hermanas adolescentes fueron rescatadas a 99 y 101 horas del terremoto de Turquía, según un comunicado del Departamento de Bomberos Metropolitano de Antalya el viernes. Ayfer, de 15 años, fue rescatada de los escombros en la ciudad de Kahramanmaras 99 horas después del terremoto, mientras que su hermana menor, Fatma, de 13 años, fue rescatada 101 horas después el terremoto, dice el comunicado.
El equipo de rescate detectó señales de vida bajo los escombros con sensores sísmicos y realizó un operativo de rescate de diez horas para llegar al punto donde se encontraba Ayfer. Durante la operación de rescate, los bomberos locales entablaron una conversación con Ayfer para mantenerla consciente, durante la cual dijo que extrañaba comer helado. En respuesta, los bomberos prometieron tomar un helado juntos.
A pesar de unestra situación en el pecado, el hombre nunca pierde su valor delante de Dios. La parábola de la moneda perdida enfatiza el amor divino y la compasión por los perdidos, aún en medio del hogar.
Cuerpo
Cuerpo
¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallarla? Lc 15:8.
¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallarla? Lc 15:8.
A. Metáforas de Dios.
B. A menudo, en la Escritura encontramos metáforas acerca de Dios, una de las metáforas más cercanas que describen su amor y compasión es el de una mujer, una gallina o un águila (no significa que Dios sea eso, más bien, describen características divinas).
Gallina: Mt 23:37 “¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!”
a. Proteje.
b. Desea lo mejor para nosotros.
Águila: Ex 19:4 “«Vosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y cómo os he tomado sobre alas de águilas y os he traído a mí.”
a. Guía.
“Tiene diez monedas de plata”.
“Tiene diez monedas de plata”.
A. La dote de la esposa por lo general consistía en monedas, las cuales ella guardaba con cuidado, como su posesión más querida, para traspasarlas a sus hijas.
B. La pérdida de una de esas monedas era considerada una calamidad grave. PVGM 151.
C. Para explicar el aparente pánico por la pérdida de una sola moneda, hay que entender que en los hogares hebreos de la época, cuando una mujer se casaba por primera vez, ensartaba diez monedas y se las ponía en la frente como anuncio público de su matrimonio.
D. Una pérdida no sólo por el valor monetario, sino por el valor sentimental.[1]
E. Los maridos tenían la costumbre de dar a su esposa como regalo de boda una cadena con diez monedas que la mujer se ponía alrededor de la cabeza, con los dijes colgando sobre la frente.
a. La estimación por ese artículo es equivalente al del anillo de casados.
b. Por lo tanto, para ella era muy preocupante haber perdido una de las monedas.
c. Inclusive, algunos dicen que podría reflejar poca fidelidad al esposo.[2]
“Pierde una moneda”. Luk 15:8.
“Pierde una moneda”. Luk 15:8.
A. Sin reconocer su condición.
a. “La moneda perdida simboliza a quienes están perdidos en delitos y pecados pero no perciben su condición”. PVGM 152.
b. Están alejados de Dios pero no lo saben.
c. “Su alma está en peligro, pero son inconscientes y despreocupados” PVGM 152.
C. Perdidos en la casa.
D. La oveja se extravió del rebaño; estaba perdida en el desierto o en las montañas.
E. La dracma se perdió en la casa.
F. “Estaba a la mano, pero podía ser recobrada solo mediante una búsqueda diligente”. PVGM 152.
G. Para las familias.
a. Esta parábola tiene una lección para las familias. Con frecuencia hay gran descuido en el hogar respecto al alma de sus miembros.
b. Así también en la familia, si uno de los miembros se pierde para Dios, deben usarse todos los medios para rescatarlo.
c. Entre ellos quizás haya uno que está apartado de Dios; pero cuán poca ansiedad se experimenta con el fin de que en la relación familiar no se pierda uno de los dones confiados por Dios.
Ilustración
Basándose en una muestra representativa nacional de más de 4200 jóvenes y adultos, se muestran que la gente de cinco a trece años tiene 32% de probabilidades de aceptar a Cristo como su Salvador.
Los jóvenes de catorce a dieciocho años tienen nada más 4% de probabilidades de hacerlo, mientras que los adultos (desde los diecinueve hasta la muerte) tienen nada más 6% de probabilidades de tomar esta decisión. Los años antes de los doce son aquellos en los que la mayoría de los niños toman la decisión de seguir a Cristo o no.
H. Por esa razón, es importante la religión en el hogar, es importante que los hijos sean evangelizados, se han llevado a los pies de Cristo Jesús.
“Nunca pierde su valor”.
“Nunca pierde su valor”.
A. La moneda, aunque yace en el polvo y la basura, todavía es una pieza de plata.
B. Su dueña la busca porque es de valor.
C. Así toda alma, aunque degradada por el pecado, es considerada preciosa a la vista de Dios. PVGM 152.
¿Por qué necesita encontrar lo perdido?
¿Por qué necesita encontrar lo perdido?
A. Es por amor: “En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él (1 Juan 4:9).”
a. Jer 31:3 “Desde lejos el Señor se le apareció, diciendo: Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia.”
b. Isa 43:4 “Ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo, daré a otros hombres en lugar tuyo, y a otros pueblos por tu vida.”
B. Dios te ama por dos razones: Isa 43:1 “Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú.”
a. Te formó: y el que te formó, oh Israel.
“Así como la moneda lleva la imagen e inscripción del poder reinante, así también el hombre, al ser creado, llevaba la imagen e inscripción de Dios; y aunque ahora está malograda y oscurecida por la influencia del pecado, en cada alma quedan aun los rastros de esa inscripción. Dios desea recobrar esa alma, y volver a grabar en ella su propia imagen en justicia y santidad”. PVGM 152.
b. Te he redimido: “porque yo te he redimido”.
8. “Gozo”
“De la misma manera, os digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente (Luk 15:10).”
Conclusión
Conclusión
Ilustración
Más de 76 horas después del devastador terremoto del lunes en el sur de Turquía, tres hombres emergieron vivos e ilesos de los escombros en la ciudad de Gaziantep después de que familiares y vecinos desesperados se unieran a la operación de rescate para salvarlos.
Mithat Tabur y sus hijos Ersin, de 30 años, y Mustafa, de 26, fueron rescatados de los escombros de un edificio de apartamentos de ocho pisos en el suburbio Ibrahimli de la ciudad después de que los equipos de búsqueda los detectaran en lo que quedaba de su sala de estar.
Omer Kocok, pariente de los Tabur, le dijo a CNN la madrugada del miércoles que sus primos pudieron ponerse en contacto con los equipos de rescate a través de llamadas de teléfonos celulares, dándoles señales de vida.
Omer se ofreció como voluntario para cavar, ayudando a los rescatistas en su arduo trabajo de tamizar los escombros. “Es nuestra responsabilidad. Ellos harían lo mismo si estuviéramos en la misma situación”, dijo.
Estos hombres, sabían que necesitaban de un rescate y se pusieron en contacto, la moneda, no lo sabe, piensa que está bien, pero necesita a Jesús, nuestra condición es posible que no sabemos que estamos perdidos, no sabemos que necesitamos ayuda. ¡Esta noche Jesús ha venido a rescatarte!
[1] Jon Courson, Jon Courson’s Application Commentary (Nashville, TN: Thomas Nelson, 2003), 373.
[2]Alberto T. Platt, Estudios Bı́blicos ELA: Verdadero Hombre, Verdadero Dios (Lucas Tomo II) (Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C., 1993), 42.