Reflexión Diaria: La Fidelidad de Dios
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¡Buenos días a todos, espero se encuentren muy bien! Les quiero compartir la siguiente reflexión para nuestra meditación:
En palabra de Biblia encontramos al menos cuatro términos hebreos del Antiguo Testamento destacan la fidelidad de Dios: ʼemet (fidelidad), ʼemuna(firmeza, fiabilidad), ḥesed (lealtad) y zacar (recordar). Cada uno de estos términos destaca profundos aspectos de la fidelidad de Dios.
Si llevamos estos aspectos aun plano humano podríamos verlo de la siguiente manera:
1. Cuando hablamos de Fidelidad (ʼemet), podríamos graficarlo como una persona que nunca ha engañado a nadie.
2. Cuando pensamos en Firmeza y fiabilidad (ʼemuna) podríamos imaginarnos a una persona que es firme y en que podemos confiar, que nunca va a cambiar pese a las circunstancias.
3. Cuando hablamos de lealtad (ḥesed ) podríamos imaginarnos en una persona que jamás ha roto sus compromisos.
4. Por último, cuando cuando pensamos en recordar (zacar), podríamos imaginarnos como a una persona que jamás se olvida de ningún detalle, ni en lo que dice, ni tampoco en lo que hace.
Ahora pongámonos en un plano humano y pensemos en nuestra realidad, ¿Podríamos considerarnos como una persona fiel?
Creo que todos llegamos en el mismo análisis y en realidad no somos fieles, pues muchas veces nos hemos olvidado de fechas, compromisos, personas, hemos engañado a nuestro hermano o hermana, hemos sido débiles y poco confiables, hemos engañado a muchas personas, hemos quebrantado nuestras propias palabras.
De la misma manera vemos que en nuestra capacidad humana aun siendo formados a la imagen de Dios, tenemos una naturaleza pecaminosa y corrompida con la cual debemos batallar todos los días para ser fieles a Dios por amor, Él se merece nuestra fidelidad.
Por un segundo pensemos: ¿Qué pasaría si Dios fuera como nosotros? ¿Qué pasaría si Dios no fuera fiel?
Hoy con firmeza podría decir que nuestras vidas estarían perdidas, sin esperanza alguna, y hasta creo que ni siquiera existiríamos. Pero como El en su esencia es Fiel podemos confiar en su palabra que permanece para siempre para siempre (Is. 40:8), tenemos a Cristo, quien fue prometido en el principio, el cual cuando se hizo hombre fue en carne fiel a su padre y a su llamado, en quien podemos ver las palabras ʼemet (fidelidad), ʼemuna (firmeza, fiabilidad), ḥesed (lealtad) y zacar (recordar) cumplidas y graficadas en una persona.
Ahora que hemos comprendido acerca de la fidelidad de Dios los invito a leer los siguientes versos en Lamentaciones 3:22-23 RVR1960
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.”
Hermanos, amigos y equipo Dios es fiel a su palabra, y esta es una verdad bíblica que disfrutamos desde que llegamos a esta vida, no la podemos negar, lo vivimos cada día y es porque Dios se ha encargado de cumplir esta promesa, por otra parte, en muchas ocasiones en nuestro caminar hemos demostrado nuestra infidelidad a Dios pero El siempre permanece fiel, El no se puede negarse así mismo (2 Timoteo 2:13).
La invitación a nuestra vida es a confiar en lo que Dios nos ha prometido, todos tenemos promesas de Dios, Dios tiene propósitos con cada uno de nosotros.
¿Qué es lo que estamos viviendo el día de hoy que nos mantiene nuestra mente ocupada en que se ha tardado Dios en cumplir? ¿Será que estamos viviendo un mal tiempo económico, estamos quizá afanados y preocupados en nuestro día a día? ¿Quiza estemos pasando algún proceso difícil en nuestra vida que no sabemos como afrontar?
Hoy te invito a que tu fe en Cristo no decaiga, sino al contrario seamos fortalecidos por Cristo, en hebreos 10: 23 tenemos la siguiente invitación: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”
Este es el motivo por el cual batallamos contra el pecado, por el cual perseveramos, por el cual no rendimos, el por qué actuamos en verdad y amor, por el cual nos negamos a nosotros mismos.
Tenemos esperanza, pues no confiamos en nosotros mismos ni en alguna persona, si no confiamos en quien ha sido fiel por generaciones, es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.
Les amo a todos! Dios fortalezca nuestros corazones para seguir juntos edificándonos y amándonos, les mando un gran abrazo.