¿Mi propósito o el propósito de Dios?

INTRODUCCIÓN:

En estos dos días de campaña, hemos estado hablando de la oración con propósito, el primer día estudiamos el Salmo 105, salmo de David, y pudimos establecer cuatro principios que debemos buscar cuando oramos con propósitos:

1. APRENDEMOS QUE DEBEMOS BUSCAR A DIOS DE MAÑANA.(V.1-3 ).

2. ORAMOS RECONOCIENDO SU SANTIDAD.(V. 4-6).

3. DEBEMOS PEDIR POR LA DIRECCIÓN DE DIOS.(V.7-9).

4. DEBEMOS CONFIAR EN LA REPUESTA DE DIOS.(V. 10-12).

Luego ayer hablamos de la importancia de depender de Dios, Job, hablando a uno de sus amigos, le hace hincapié en el hecho de que:

1. TODO DEPENDE DE DIOS. (V.9-11).

2. RECONOZCAN LA SABIDURÍA, SOBERANÍA Y PODER DE DIOS.(V.12-13).

3. TODO ESTÁ EN LAS MANOS DE DIOS. (V.14-25).

Hoy vamos a seguir hablando del tema en el salmo 138, también un salmo de David, un salmo que muestra las alabanzas que eleva a Dios por su bondad al contestar sus oraciones.

Al leer este salmo, debemos preguntarnos, ¿qué debemos buscar, nuestro propósito, o el propósito de Dios?

La pregunta parece algo trivial, pero es que a veces cuando oramos, en realidad, no siempre buscamos que el propósito de Dios en el asunto sea cumplido, sino el nuestro, y eso se muestra en las reacciones que tenemos ante la respuesta que Dios nos da.

Cuando las cosas salen como esperábamos, ¡Todo bien, estamos contentos!, Y cuando no, ¿cómo reaccionamos?, a veces, de manera negativa, porque no es lo que esperábamos.

La oración con propósito, debe sujetarse no a nuestros propósitos sino a los de Dios.

Dios nunca nos desampara, su misericordia está siempre a favor nuestro.

Los creyentes debemos siempre orar por los propósitos de Dios, porque lo que él hace o permite es para nuestro bien.

Hay TRES razones que Dios nos enseña a través de David, para que los creyentes busquemos los propósitos de Dios cuando oramos.

I. POR SU MISERICORDIA MANIFESTADA (V. 1–3).

Salmo 138:1–3 RVR60

1 Te alabaré con todo mi corazón; Delante de los dioses te cantaré salmos. 2 Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. 3 El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.

Cuando confiamos más en los propósitos de Dios, nuestra actitud a él, es de alabanza, le alabamos por lo que Él es y podemos mostrar una actitud en nosotros que manifieste:

1. Gratitud: Te doy gracias con todo mi corazón, v. 1.

2. Veracidad: Y tu Palabra sobre todas las cosas, v. 2.

3. Animo: Mucho valor infundiste en mi alma, v. 3.

Reconocemos de esta manera el cuidad de Dios para con nosotros, reconocemos que Dios a pesar de lo mal que a veces nosotros nos comportamos, Él manifiesta su misericordia.

Eso implica que podemos confiar más en sus propósitos que en los nuestros. Significa que alineamos nuestras metas y propósitos a los de Dios y eso nos permitirá estar con el Señor en un mismo equipo donde Él como nuestro capitán garantiza el cumplimiento de lo que ha establecido.

La segunda razón que tenemos para alinear nuestros propósitos con los de Dios es:

II. SU FIDELIDAD COMPROBADA. (V. 4–6).

Salmo 138:4–6 RVR60

4 Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, Porque han oído los dichos de tu boca. 5 Y cantarán de los caminos de Jehová, Porque la gloria de Jehová es grande. 6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.

El salmista sigue estableciendo razones para alabar a Dios y confiar en Él, antes que en nosotros mismos.

1. Reconocimiento:Todos los reyes de la tierra te alabarán. v. 4.

2. Excelencia: Pues grande es la gloria de Jehovah, v. 5.

3. Compasión: Mira el humilde, v. 6.

Cuando podemos ver estas cualidadedes de nuestro Dios, no cabe lugar a la pregunta, ¿mi propósito o el propósito De Dios?, seguramente esta una indecisión que no terminará con buenos resultados para quienes pensemos en darle prioridad nuestros deseos sin tomar en cuenta el propósito de Dios.

Es mejor dice el salmista confiar en Dios cuya fidelidad es comprobada y no en lo que nosotros pensamos que es bueno.

La tercera razón que nos enseña el salmista para alinear nuestros propósitos a los de Dios es:

III. POR LO QUE DIOS HARÁ.(V. 7, 8).

En el contexto, el salmista reconoce que Dios le librará de todo aquello que le pueda causar mal.

Salmo 138:7–8 RVR60

7 Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. 8 Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.

Que mejor que estar bajo los propósitos de Dios en nosotros, si Dios dice el salmista.

1. Nos cuida: Tú me preservarás la vida, v. 7.

2. Nos protege: Y me salvará tu diestra, v. 7.

3. Nos da confianza: Oh Jehovah, tu misericordia es para siempre. v. 8.

Podemos confiar plenamente en Dios, por todo lo que ha hecho, y hará en nosotros.

Cuando confiamos de esta manera, Dios cumplirá su propósito en cada uno de nosotros, en nuestras familias, en la iglesia, porque no nos saldremos de su programación, siempre que decidamos permanecer en su voluntad, aún cuando no entendamos.

CONCLUSIÓN:

¿Mi propósito o el propósito de Dios?

Recuerda, cuando oramos buscando el propósito de Dios, podemos alabar a Dios por los resultados.

Debemos buscar mejor los propósitos de Dios, antes que los nuestros, por su misericordia, su fidelidad y por lo que él hará.