Antídoto contra el miedo

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Hoy Dios tiene mucho que decirnos con respecto al miedo o temor en todas sus manifestaciones y por supuesto en sus manifestaciones dentro del hogar y el matrimonio.

El miedo es definido en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua como:”(Del lat. metus). 1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. 2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

Muchas parejas sufren de miedo en sus hogares. Miedo a ser abandonados, miedo a ser golpeados, miedo a ser ridiculizado, miedo a comunicarse, miedo a hablar, miedo a tomar decisiones, miedo a tener relaciones sexuales, miedo a demostrar amor, miedo a estar enamorados, miedo al futuro, etc. Muchas personas sufren de miedo a tantas y tantas situaciones adversas, violentas, impredecibles, catastróficas del mundo en el cual vivimos.

Pero Dios ha dejado en claro en Su Bendita Palabra que cuando Él es el Rey de nuestra vida uno NO debe tener miedo. Uno No tiene miedo.

PASAJE CENTRAL. 1 Juan 4: 16-18: “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”.

SEIS FACTORES SOBRE EL MIEDO:

1- Nuestro miedo siempre está relacionado con algo. No es en abstracto. Si un hijo nuestro viene a nosotros con miedo lo primero que vamos a preguntarle es:”¿miedo a qué?” En las definiciones que dimos vemos claramente esa dependencia entre miedo y riesgo o daño.

2- Tenemos miedo a algo que no podemos controlar. En el centro de todo miedo siempre hay lo mismo: miedo a algo, futuros eventos, que no podemos controlar.

3- El miedo es también un regalo de Dios. Si el miedo no sobreviviríamos un instante en este mundo. Dios puso la reacción miedosa en nuestro cerebro tal y como la puso en los animales. El ratón perseguido por el gato o la liebre por el perro de cacería siente eso. Es un instintivo, esencial y elemental sistema de alarma puesto por Dios en nosotros para mantenernos a salvo de cualquier riesgo, amenaza o peligro. Piense en todas las simples situaciones que pueden desencadenar ese sistema de alarma. Asomarme a un abismo de de 1000 metros de altura, vivir un terremoto, poner nuestra mano en el fogón, pararme en medio de una avenida de alto tráfico, estar en medio de un tiroteo, entrar a un patio donde hay un perro bravo suelto., etc

Dios puso el miedo en nuestro cerebro porque El nos ama y quiere tenernos alejados de los peligros.

4- El miedo viene de dentro, se convierte en problema cuando se sale de las manos y se sale de las manos cuando lo exagero o sobrevaloro. Y precisamente la exageración del miedo es una plaga en el mundo contemporáneo. Pero ustedes mis amados mantengan el miedo en sus justas proporciones, así eso sea más duro hacerlo que decirlo, máxime en un mundo en el que el terror es el pan diario en los medios de comunicación. Pablo lo hizo. 2 Corintios 7:5: “Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores”.

5- El miedo es una oportunidad de descubrir talentos, valor o fuerza insospechados en usted.

6- El miedo desarrolla incredulidad y duda, destruye su relación son Dios.

COMO OPERA EL MIEDO

Cuando el miedo entra en nuestra vida, funciona en esta manera:

1. Viene como un pensamiento. Nosotros empezamos a acariciarlo y alimentarlo.

2. Después lo vemos o lo visualizamos. Lo pintamos en nuestra mente como un cuadro o ya como un paisaje real en nuestra vida.

3. Lo hablamos. ¡Esto es lo que lo trae en la realidad! Cuando Dios habló, Él creó. Él creó el mundo con la palabra hablada, y todavía hacemos los actos creativos hablando las palabras. Si decimos: “Yo tengo miedo”, damos realidad al miedo en nuestra vida. Nosotros podríamos decir, “Eso me asusta”, o “cierto va a pasar”. Nosotros podemos clamar posesión de alguna enfermedad diciendo: “Yo tengo parkinson o yo soy alérgico”. Llega a ser realidad por nuestra confesión. Marcos 11: 23: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”.

4. Entonces podemos experimentarlo. El miedo será entonces parte de su vida como un miembro.

“El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado”. (Proverbios 29:25)

Pero, ¡ojo! porque Dios pone el pecado de temer ¡en igual nivel que el de homicidio! Apocalipsis 21:8 nos dice algo tremendo: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.

Todo esto quiere decir que miedo y fe operan de la misma manera.

EL ANTÍDOTO DE DIOS CONTRA EL MIEDO.

Miedo tiene tres antónimos: paz, fe y amor.

Sabemos ya qué es y cómo debemos aumentar la fe pues ella viene por el oír y por el oír la Palabra de Dios. Y sabemos que la fé obra por el amor. Sabemos también que el Amor es un fruto y por tanto crecerá en la rama que es usted, a medida que desarrolla una amistad estrecha con el Señor.

1- PREOCÚPESE POR CONOCER PROFUNDAMENTE A DIOS.

Para que no tenga una idea equivocada de Él, pues si uno tiene la verdadera dimensión de Dios nos pasará como el hombre que recibió un talento. Mateo 25. 24-25: “Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo”. Ese hombre enterró el talento, se paralizó en su acción simplemente porque no tenía un acertado conocimiento de su señor y así se lo hace saber éste mismo.

Dios hace un inventario en su Palabra de todas las situaciones que pueden causar en usted temor y termina recomendándonos buscar primero el Reino de Dios y su Justicia y todo lo demás será añadido. Mateo 6: 25-34

2- NO TEMER ES UN MANDATO Y POR TANTO CONLLEVA UNA ELECCIÓN.

El mandato “no temas” (“fear not”) aparece cientos de veces en la Biblia. Si Dios nos ordena No temer, entonces el miedo no es un sentimiento sino una elección.

3- DIOS LE DIO, LE DA Y LE DARÁ VIDA ABUNDANTE.

Juan 10:10: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.

4- NO SE ENFOQUE EN EL PROBLEMA, EN LA CIRCUNSTANCIA, EN LA REALIDAD. ENFÓQUESE MEJOR EN CRISTO, EN SUS PROMESAS, EN LA VERDAD.

Cuando ponemos nuestros ojos en la realidad, en el terror de las noticias, en la habladuría de la gente sobre la espeluznante realidad en las calles, en el mal carácter de mi cónyuge, en la voz terrorífica de su mal genio, en la dureza de su corazón, entonces empezamos a hundirnos en la desesperanza y en el temor. Mateo 14:30-31:“Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!”.

Pero Dios le dice a usted que Él no le ha hecho temeroso, tímido y cobarde sino todo lo contrario. 2 Timoteo 1:7 afirma: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía (TEMOR), sino de poder, de amor y de dominio propio”.

5- CREA EN LO QUE DIOS ES, CONFÍE EN ÉL Y LUCHE POR SU HOGAR.

Recuerde lo que Dios dice de Su propia Naturaleza. Dios dice que Él es mi fortaleza, mi castillo, mi Roca Fuerte, mi Alto Refugio, mi amparo, mi pronto auxilio, mi Escudo, mi Protector. El dice que me guarda, me libra de males, que Él es la fuerza de mi salvación, mi SALVADOR. Sólo crea en lo que Él es, ponga toda su confianza en Él y usted haga lo que pueda hacer, lo que esté a su alcance, para salvar su matrimonio y su hogar; su vida, sus bienes, su trabajo, su dinero, los cuales dios le ha dado sólo en calidad de posesión.

Nehemías 4:14 (DHH): “y al ver que tenían miedo, me puse de pie y dije a los nobles, a los gobernantes y al resto del pueblo: No les tengan miedo. Recuerden que el Señor es grande y temible, y luchen por sus compatriotas, por sus hijos e hijas, mujeres y hogares”.

¡Nunca olvide que Dios es su Padre y que Él lo tratará como el mejor de todos!

Romanos 8: 14-15: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”

El te dice que NO temas porque ¡Él tiene las llaves de la muerte! Apocalipsis 1:17-18: “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”.

6- ENFRENTE CON CORAJE LAS CIRCUNSTANCIAS Y HAGA LO QUE TEMIÓ.

Isaías 51:11-16: “Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán. Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. ¿Pero en dónde está el furor del que aflige? El preso agobiado será libertado pronto; no morirá en la mazmorra, ni le faltará su pan. Porque yo Jehová, que agito el mar y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos. Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra, y diciendo a Sion: Pueblo mío eres tú”.

Hebreos 11:32-34: ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros”.

7- NUNCA MIRE ATRÁS.

Porque ¡aquellos a quienes el Hijo libera, ¡son verdaderamente libres! Joh 8:36: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”.

Conclusión.

El miedo está desterrado del corazón y la vida de todo Cristiano. Dios, que es amor, ya lo echó fuera, con el supereminente poder de Su fuerza que actúa en nosotros los que creemos. El miedo niega, es antónimo de la paz de Dios, del Amor de Dios y de la Fe del Hijo. Mejor preocupémonos por conocer profundamente a Dios, por decidir vivir sin miedo, por vivir la vida abundante en plena libertad que nos da la Gracia, por enfocarnos en la Palabra de Dios y Sus promesas que no fallarán, por confiar sólo en el Hijo, por enfrentar todas las circunstancias en el nombre de Jesús y por no mirar atrás.

Oración Final.

Padre santo que estás en los cielos, santo eres, amor eres, haces tu voluntad igual en los cielos que en la tierra, habitas en nosotros y nosotros en ti. Gracias porque tu perfecto amor echó fuera todo temos en nuestra vida y ahora podemos vivir libre de cadenas, libres de ataduras, libres de tormentos y de opresiones. Tu nos has libertado, Jesús de Nazaret, y lo que tu libertas es verdaderamente libre. Gracias porque nos has bendecido con vida abundante y nos has regalado tus promesas para cumplirlas en tu tiempo. Gracias porque te ha placido escogernos para que a través de Tu Palabra otros sean liberados de toda atadura y puedan pasar de tinieblas a luz. Gracias porque estás con nosotros donde quiera que vayamos y vas como poderoso gigante, derribando fortalezas y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, en el nombre de Jesús.

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