ORANDO CON PROPÓSITO. (2)

INTRODUCCIÓN:

Encontramos este salmo, que es una plegaria de David, se cree que es una plegaria elevada por él cuando se encontraba en peligro de amenazas de enemigos inescrupulosos.

Al hacer esta súplica David, pide a Dios que escuche su oración matinal, además expresa su confianza en Dios y pide dirección y bendición para los justos y destrucción para los impíos.

¿Qué podemos aprender nosotros de esta plegaria de David?

Este Salmo encierra principios que nos enseñan a “orar con propósito”.

Es una oración en la cual encontramos detalladamente y en forma manifiesta dos actitudes:

Las peticiones que David hace.

Las resoluciones que David toma como resultado de sus peticiones.

Vamos a ver en detalles TRES los elementos de esta oración y lo que podemos aprender de ella en los propósitos que tenemos como iglesia.

I. APRENDEMOS QUE DEBEMOS BUSCAR A DIOS DE MAÑANA.(V.1-3 ).

Salmo 5:1–3 RVR60

1 Escucha, oh Jehová, mis palabras; Considera mi gemir. 2 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré. 3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.

El salmista lo primero que hace es buscar la presencia de Dios, y pide ser escuchado, “Escucha mis palabras, considera mi gemir”, “esté atento a la voz de mi clamor”

Creo que es una actitud de humildad y reconocimiento, a veces aunque sabemos que Dios nos escucha, tendremos que mostrar nuestra humildad pidiendo que nos escuche.

Las razones que el salmista da para su petición, es que él orará a Dios, es decir, él hará lo que le corresponde hacer, buscar al Señor, y orará de mañana, buscará su presencia de mañana.

Que bueno hermanos, es que cada uno de nosotros entendamos que cuando oramos con un propósito a Dios, sea personal o congregacional, debemos hacerlo desde temprano, en cuanto nos levantamos, lo primero que debemos hacer es buscar al Señor.

Antes que cualquier otra cosa, lo que tenemos que hacer es buscarle a él, para que él nos ayude en ese propósito.

Lo segundo que aprendemos es que:

II. ORAMOS RECONOCIENDO SU SANTIDAD.(V. 4-6).

Salmo 5:4–6 RVR60

4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti. 5 Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. 6 Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.

Como alguien dijo, ninguna oración pasará del techo de nuestra casa, si nosotros no oramos reconociendo la santidad de Dios. Y eso implica que cuidamos nuestra santidad.

El salmista hace hincapié en la primera estrofa, en la santidad de Dios y como Dios reacciona ante la arrogancia, la iniquidad y el engaño.

El salmista dice:

Tú no te complaces en la maldad....

Aborreces a los que hacen iniquidad....

Destruirás a los que hablan mentira....

Esto es importante, como Dios es justo y santo, ninguna persona que tenga este comportamiento , tiene acceso a Él.

ahí debemos nosotros cuando oramos con propósitos, hacer una revisión exhaustiva en nuestra vida.

Si queremos que Dios nos ayude, si queremos que Dios nos dirija, debemos considerar su santidad, y considerar nuestros pecado, sino lo hacemos, entonces lo que estamos haciendo al orar es un monólogo, y nuestras súplicas no llegarán hasta Dios y el propósito por el cual oramos no será cumplido.

El tercer aprendizaje que tenemos en el salmo es:

III. DEBEMOS PEDIR POR LA DIRECCIÓN DE DIOS.(V.7-9).

Salmo 5:7–9 RVR60

7 Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor. 8 Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino. 9 Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; Sus entrañas son maldad, Sepulcro abierto es su garganta, Con su lengua hablan lisonjas.

En contraste con los malos que no tienen acceso al Dios Santo, el salmista quiere adorarle y obedecerle; pero no pretende tener acceso solo porque es “bueno”, sino porque reconoce la abundancia de su gracia, la abundancia de su misericordia.

Pero, al tener ese privilegio, el salmista hace una petición importante; dice. Guíame en tu justicia,…, endereza delante de mi tu camino.

Sabe hermano, el salmista reconoce que sólo Dios que es justo le puede dirigir a hacer lo correcto, sólo él puede enderezar sus pasos, guiarle el camino que debe seguir.

Es interesante, porque él no está dirigiéndose por sus propia sabiduría humana, que quizás podría hacerlo sin problema, sino que busca la dirección de Dios.

Nosotros no somos justos, pero Dios si lo es.

Nosotros no somos sabios, pero Dios si lo es.

A nosotros nos cuesta andar en rectitud, pero Dios es recto.

Y en el versículo 9, estable las razones por las que él toma esa decisión.

El prefiere ser guiado por Dios, y no por él mismo, ni por lo que los otros(en este caso sus enemigos), porque en la boca de ellos no hay sinceridad y en sus entrañas maldad, son sepulcros blanqueados, y hablan lisonjas, es decir cosas exageradas.

Es importante que nosotros podamos discernir las palabras que llegan a nuestros oídos, porque a pesar que hayan personas que tratan de hacernos creer que están interesadas en que lo que hacemos salga bien, podría ser lo contrario, lo mejor siempre será buscar a Dios, y la guía de Dios.

Por último de la oración del salmista, aprendemos:

IV. DEBEMOS CONFIAR EN LA REPUESTA DE DIOS.(V. 10-12).

Salmo 5:10–12 RVR60

10 Castígalos, oh Dios; Caigan por sus mismos consejos; Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, Porque se rebelaron contra ti. 11 Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre. 12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.

Refiriéndose a los malos, a los que hacen los malo delante de Dios, él salmista, en el versículo 10, pide castigo, que Dios les deseche, por sus rebeliones, por haberse puesto en contra de Dios.

Pero luego a pesar del peligro en que se encuentra, su confianza en Dios es manifiesta:

Alégrense los que confían, den voces de júbilo, o alegría, ¡Porque tu los defiendes! o los proteges, “esta palabra se traduce un vocablo que da la imagen de un ave que cubre sus pollito”

podríamos parafrasear: ¡Tu los defiendes, o los proteges, como el ave a sus polluelos!

En el versículo 12, amplía la comparación al decir, que Dios protegerá al justo, como un escudo grande a su favor.

En otras palabras, el Salmista dice que: Una de las maneras en que Jehovah bendecirá al justo es rodeándolo como un escudo.

Esa misma confianza debemos tener cuando oramos por un propósito, debemos confiar en que Dios va obrar a nuestro favor, que él nos va a dirigir, y estará con nosotros en ese proceso.

CONCLUSIÓN:

¿Tenemos propósitos para orar?, debemos hacerlo:

Buscando a Dios de mañana.

Reconociendo su Santidad.

Pedir la dirección de Dios.

Confiar la repuesta de Dios.

Si lo hacemos así, los propósitos que tenemos como congregación, serán cumplidos.

Vamos a orar.