El gobierno de Dios es manifestado perfectamente a través del perfecto rey humano, Jesús. Jesús vino como el nuevo Adán, la simiente de Abraham, el verdadero Israel, el gran David, para cumplir todo lo profetizado y hacer a la perfección todo lo que no pudieron hacer.
Jesús es el gobierno de Dios. Él es el reino de Dios.
La Iglesia
Mateo 26:26–29 RVR60
26Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. 29Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
Este pueblo del nuevo pacto debe ser el pueblo de su reino que representa de manera especial a Dios, y da ejemplo de lo que lo Dios espera de las naciones.