Consejo y oración para hoy

30 de noviembre

Salmo 73:22 RVR60

Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti.

No es fácil reconocer nuestra falta de habilidad en algún área de nuestra vida, mucho menos reconocer que vivimos una vida sin control y gobierno, dominados únicamente por nuestros instintos y pasiones, sin responsabilidad por nuestras acciones.

Cuando David hace esta confesión, lo hace entendiendo que fue parte de su pasado, que todo cambió el día que entró en el santuario. El día que entró en una relación con Dios, su creador.

En el pasado nuestro propio razonamiento gobernaba nuestra vida, nuestra máxima aspiración y satisfacción estaba en las riquezas pero un día eso cambió, cuando El Espíritu Santo iluminó nuestro camino y nos dimos cuenta de nuestro razonamiento equivocado y que nuestras metas también lo eran.

Ahora nos damos cuenta que es mejor caminar guiados por la mano de Dios, y nuestro mayor deseo es glorificar su nombre cada día.

Oremos,

Padre no es fácil reconocer nuestros errores, debilidades, nuestros pecados con los que continuamente batallamos, pero nos acercamos a ti, confiando en que tu gracia es suficiente en nuestra debilidad.

Te doy gracias porque aunque nuestros pecados son muchos, mucha mayor es la abundancia de tu gracia para con nosotros, por la cual la historia de pecado de nuestra vida ha quedado en el pasado, porque tu nos has perdonado y restaurado.

Te pido que haya en mi un corazón siempre dispuesto a la confesión y el arrepentimiento, un corazón que busque siempre agradarte, que anhele entrar a tu santuario para adorar.

Te pido también por los que en este momento están batallando con un pecado que está destruyendo sus vidas, causando dolor en su familia, que puedan entender que tu gracia puede alcanzarles, si vienen a ti arrepentidos de sus pecados.

Oro en el nombre de Jesús, amén.

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