RESUCITADOS PARA UNA NUEVA VIDA

Colosenses 3:1–4 NTV

1 Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios. 2 Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. 3 Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo —quien es la vida de ustedes— sea revelado a todo el mundo, ustedes participarán de toda su gloria.

INTRODUCCIÓN

La frase con la que comienza el cap. 3 es una seguridad, no una posibilidad, es una frase paralela a

Colosenses 2:20 (NTV)

20 Ustedes han muerto con Cristo, y él los ha rescatado de los poderes espirituales de este mundo. Entonces, ¿por qué siguen cumpliendo las reglas del mundo,…

Nuestra muerte al pecado y nuestra resurrección en Cristo son dos hechos que se realizaron en un punto del pasado, y que se hallan simbolizados en el bautismo.

Romanos 6:4–5 (NTV)

4 Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva. 5Dado que fuimos unidos a él en su muerte, también seremos resucitados como él.

Aquí nos dice que si hemos participado en su muerte participaremos también en su resurrección (futuro). Pero en Colosenses nuestra resurrección es una realidad presente, y por lo tanto nuestra vida eterna ya ha comenzado.

Y he aquí el desafío de todo creyente: vivir como hombres y mujeres muertos al pecado, sepultados juntamente con Cristo en el bautismo y resucitados a una vida nueva por la fe en el Poder de Dios.

Colosenses 2:12 NTV

12 Pues ustedes fueron sepultados con Cristo cuando se bautizaron. Y con él también fueron resucitados para vivir una vida nueva, debido a que confiaron en el gran poder de Dios, quien levantó a Cristo de los muertos.

PROPOSICIÓN.

Esta resurrección a una nueva vida no solamente debe cambiar la conducta del creyente, sino también los conceptos intelectuales de quienes están en Cristo. Ahora vivimos en el reino de Dios

Colosenses 1:13 NTV

13 Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado,

En este reino hay nuevos valores que dominan al creyente, valores que son eternos y muestran nuestra vida como consecuencia de lo que creemos.

O. TRANCISIONAL.

¿Cómo es posible vivir una nueva vida? Viviendo según los parámetros divinos y no según las normas del mundo. Veamos lo que el pasaje nos dice:

I. SOMOS PARTÍCIPES DE LA VIDA DE CRISTO.

Colosenses 3:1 NTV

1 Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo,...

1. Mediante el bautismo nos identificamos con Él.

a) Morimos con él, fuimos sepultados con él y resucitamos con Él

b) Si Él padeció nosotros también, si Cristo venció nosotros también venceremos.

c) Lo que Cristo ha hecho, nosotros también lo hemos logrado por la fe en Dios.

2. En nuestro estilo o forma de vida. …a una vida nueva con Cristo… (vv.1a)

a) No me rigen los conceptos o normas de este mundo.

b) Hoy me rige la ley de Dios: el amor

c) En Cristo no hay medias tintas, somos o no somos (cristianos)

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gl.2:20

Si has sido resucitado con Cristo, vive como alguien que ha nacido de nuevo. Identifícate con Él no solo en palabras, sino en tus decisiones diarias. Deja atrás los hábitos del viejo hombre y abraza un estilo de vida que refleje la victoria y el carácter de Jesús.

Pregúntate cada día: ¿Estoy viviendo como alguien que ha resucitado con Cristo, que ha nacido a vida nueva?

II. NUESTRO ENFOQUE SIEMPRE DEBE SER CRISTO. (vv.1b-2)

Colosenses 3:1–2 RVR60

1 ...buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

1. Busquen constantemente las cosas celestiales

a) Es buscar a Dios mismo

b) Esto nos da garantía de que lo que necesitamos nos será dado

c) Es recordar nuestra ciudadanía

2. Piensen en las cosas de arriba.

a) No se refiere a una especie de escapismo o de contemplación mística

b) En lo que Cristo ha hecho a nuestro favor y en la esperanza que gozamos por Él.

c) Es adquirir la mentalidad del salmista cuando dijo:

¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti, nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi vida y mi porción para siempre (Salmo 73:25–26)

San Agustín dijo:

“Ninguno anhela la vida eterna, incorruptible e inmortal si no está cansado de esta vida temporal, corruptible y mortal”.

Ilustración: El pasajero distraído**

Hace unos años, un hombre estaba en el aeropuerto esperando su vuelo. Mientras esperaba, sacó su laptop, se puso los audífonos, y se sumergió completamente en una serie de televisión. Tan concentrado estaba, que no se dio cuenta cuando anunciaron varias veces el embarque de su vuelo… ni cuando hicieron la última llamada… ni cuando cerraron la puerta.

Finalmente, miró el reloj y saltó como si hubiera visto un fantasma. Corrió al mostrador y, con el corazón agitado, le dijo a la agente:

—¡Señorita, mi vuelo!

Ella lo miró con tranquilidad y le dijo:

—Ese avión... ya va volando por las nubes.

A veces vivimos tan distraídos con las cosas de la tierra —nuestros “audífonos” puestos en lo material, lo pasajero, lo inmediato— que perdemos de vista lo eterno.

Poner la mira en Cristo no es escapismo, es mantener nuestro corazón despierto, atento al rumbo correcto. Porque cuando Él venga —y vendrá— queremos estar listos y a bordo, no entretenidos y quedándonos en la sala de espera.

Haz un cambio intencional en tu forma de pensar y vivir. Revisa tus prioridades, tus metas, tus pensamientos. ¿Qué es lo que ocupa tu mente la mayor parte del tiempo? Si Cristo es tu enfoque, tus decisiones, tus valores y tu paz estarán alineados con el Cielo, porque la verdadera espiritualidad es tener una relación personal con Dios.

Hoy puedes comenzar a buscar más a Dios en oración, en la Palabra y reflejarlo en cada área de tu vida.

III. EN CRISTO ESTAMOS SEGUROS.

Colosenses 3:3 NTV

3 ...su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.

1. Ya no pertenecemos al mundo

a) Pues hemos muerto a esta vida.

b) No significa que debemos hacer a un lado nuestras responsabilidades terrenales.

c) Significa que nuestras motivaciones y fortaleza provienen del cielo, no de la tierra.

2. Ahora le pertenecemos a Cristo.

a) La vida y esperanza que disfrutamos vienen solo de Él

b) ¿Quién nos apartará del amor de Cristo?

Romanos 8:35–39 RVR60

35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

3. Nuestra vida está escondida en Él.

a) Tenemos seguridad (en las pruebas) y satisfacción (en la esperanza).

a) Vivimos al abrigo del Altísimo. Sal.91

Amado hermano, descansa en la seguridad que Cristo te da. No pongas tu confianza en lo terrenal ni te dejes consumir por la ansiedad o el temor. Recuerda que tu vida está escondida en Dios: nada ni nadie puede arrebatarte de Su mano. Manten la Paz de Cristo en tu vida, sabiendo que aunque todo cambie a tu alrededor, en Dios estás seguro.

IV. PARTICIPAREMOS CON CRISTO EN TODO.

Colosenses 3:4 NTV

4 ...ustedes participarán de toda su gloria.

1. Recuerde: Cristo es la cabeza y nosotros su cuerpo

a) Si la Cabeza resucitó, los miembros también hemos resucitado con él.

b) Donde está la Cabeza, allí tienen que estar los miembros.

2. Cuando Él venga con toda su gloria, nosotros vendremos con Él.

Mantén viva tu esperanza: Cristo volverá, y tú compartirás Su gloria. Esto debe darte gozo y propósito hoy. No vivas como si todo terminara aquí; vive con la expectativa del cielo y permite que esa esperanza te impulse a perseverar, a servir y a vivir con fe. Cada obra hecha en Cristo tendrá recompensa.

CONCLUSIÓN.

Muchos se siguen preguntando: ¿Es posible vivir verdaderamente una nueva vida en Cristo? El desafío que se nos presenta día a día de vivir como hombres y mujeres muertos al pecado y resucitados a una vida nueva, es posible por la fe en el Poder de Dios. La cual nos lleva a ejercitar los valores eternos, llevando una conducta que es congruente con lo que creemos y predicamos.

La muerte y la resurrección no se pueden separar. Es necesario que todo creyente pase por la muerte de la cruz antes de llegar a la resurrección. Es indispensable pasar por “nuestro viernes santo” antes de llegar a “nuestro domingo de resurrección”. La resurrección nos enseña la necesidad de identificarnos con la Cruz de Cristo. No podemos evitar este camino y disfrutar la gloria de la resurrección.

Llamamiento al Altar

Este mensaje nos ha recordado quiénes somos en Cristo: resucitados, transformados, seguros y llamados a poner nuestra mirada en lo eterno. Pero tal vez hoy reconoces que te has distraído, que has vuelto a mirar demasiado hacia la tierra, que has permitido que otras prioridades ocupen el lugar de Cristo en tu vida.

Hoy es el momento de volver a enfocar tu corazón. De renovar tu compromiso con aquel que te dio vida cuando estabas muerto. Dios no te condena, te llama a levantar tu mirada nuevamente, a recordar que tu vida está escondida en Él. Ven y dile: “Señor, quiero volver a vivir plenamente contigo. Renueva mi fe. Restaura mi pasión por ti. Ayúdame a vivir como alguien que ha resucitado contigo”.