¿Quién es Jesús?
INTRODUCCIÓN.
¿Cuántas cosas se han escrito y dicho de Jesús? Dudo que haya existido un personaje más importante que Jesús es la historia de la Navidad.
Fíjense en los musulmanes, budistas e hinduistas ellos forman parte, junto con el cristianismo global, de las religiones más grandes del mundo. Sin embargo, en casi la totalidad de ellas hay una referencia de conocimiento sobre la persona de Jesús.
El conocimiento sobre Jesús incluye a los mismos judíos, quienes más allá de sus críticas sobre el origen del Señor, reconocen su presencia en la historia.
En este día, voy a tomar un libro de profecías, escrito por un judío, pero quien recibió la inspiración de Dios para hacerlo.
Voy a hablar sobre lo que escribió el Profeta Miqueas. Este hombre fue de origen campesino, de un rancho como dirían en México o un Jibarito, como le llamaría sin fuera boricua. Vivió y profetizó más o menos 8 siglos, o sea 800 años, antes de que naciera Jesús.
En hebreo, el nombre de Miqueas מִיכָה, significa ¿Quién como Dios?
Así que, dejaremos que un judío, quien anunció la venida de Jesús, sea quien, de la mano del Espíritu Santo, nos enseñe, ¿Quién es Jesús?
1. JESÚS ES EL REY UNIVERSAL
Miqueas 5: 2 Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.
Lo que más se recuerda, en esta profecía, es que Miqueas revela con la precisión que le da Dios sobre la ciudad de origen del Mesías, pero en el pasaje tiene una condición muy importante.
Miqueas dice que de esa pequeña aldea, “Saldrá el que ha de ser gobernante en Israel”.
Pero cuando leemos Miqueas 5:4, nos damos cuenta que el Gobernante será muy especial, en razón de que “El será engrandecido hasta los confines de la tierra.”
Esta profecía fue cumplida. Jesús nació para ser rey, y nació en Belén, su reino no es de este mundo, pero el controla el universo, aunque los hombre impíos, intenten evitarlo, el mismo diablo, trate de cruzarse en el camino, nada ni nadie puede evitar que el Señor tenga el control y la palabra final en el juicio y destino de las naciones.
Jesús es el Rey Universal, pero también es Eterno, sin principio ni final, porque es Verdadero Dios: “Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad”.
2. JESÚS ES VERDADERO HOMBRE
Miqueas 5: 3 Por tanto, El los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel.
Miqueas explica en forma perfecta la naturaleza humana del Mesías. Este Mesías hará posible que Israel vuelva a ser la Gran Nación, y fija el tiempo exacto, cuando “dé a luz la que ha de dar a luz”.
Dos aspectos a considerar.
El primero tiene que ver con Israel. Algunos cuando se refieren a Israel lo interpretan como el país, la porción territorial del medio oriente.
Pero el Israel, al que se refiere Miqueas, es la nación formada por la misma fe de Abraham, es decir, por las personas que creen en la Palabra y promesas de Dios.
El segundo aspecto, tiene que ver con la naturaleza humana del Mesías, quien nacería de mujer, el fruto de una virgen, nacido bajo la ley, como se expresa en la carta a los Hebreos 10: 25 “Me preparaste un cuerpo”.
No sería una imagen humana, sino que sería totalmente hombre y nacería como cualquier persona, pero su concepción, fue la acción del Espíritu Santo, quien vino sobre María, ella es la mujer, ella es la virgen.
Este Rey Universal y Eterno, totalmente hombre, no vendría solo a los de nacionalidad israelita, sino que incluye a todas las naciones, “hasta los confines de la tierra”.
Lea la profecía: “Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel”.
El Reino del Mesías Jesús, tendrá como ciudadanos a los hijos de Abraham, el Israel de Dios por fe, pero también otras ovejas, por fe, de todas las naciones, tribus y lenguas.
El Mesías se hizo hombre por nosotros, para enfrentar nuestras tentaciones, sufrimientos, carencias y vencerlas.
Como Hombre perfecto, “pues no hubo pecado ni engaño en él”, el Mesías Jesús tomó el lugar de la raza humana, condenada por “nuestros delitos y pecados” y ofrecer su vida, para darnos la redención y la salvación.
3. JESÚS ES EL PASTOR TODOPODEROSO
Miqueas 5: 4 Y Él se afirmará y pastoreará su rebaño con el poder del SEÑOR, con la majestad del nombre del SEÑOR su Dios. Y permanecerán, porque en aquel tiempo El será engrandecido hasta los confines de la tierra.
Sabemos que Jesús es amor, por amor se entregó por nosotros. Pero uno de sus atributos también es Su Poder.
Miqueas habla de Jesús Mesías, como el que actúa “con el Poder del Señor”.
Su fuerza no depende de las espinacas, de haber nacido en un lejano planeta. Su poder viene desde su origen: “la eternidad”. Es el Poder de Dios que está con él, y es de él, porque él es Verdadero Dios.
Este poder no es para barrernos de la faz de la tierra, es para protegernos, para ser nuestro Pastor.
El pastor que cuida de sus ovejas, llevándolas a las aguas tranquilas de la Palabra y los Sacramentos.
El pastor que pone, que da su vida, para salvar a sus ovejas.
El Pastor que tiene poder para dar vida eterna donde hay muerte, liberación y luz, donde hay esclavitud y tinieblas, perdón completo, donde hay pecadores arrepentidos.
El Pastor Jesús nos garantiza que nadie “nos puede arrebatar de sus manos”.
El Pastor Jesús es infinito, dice Miqueas que “El será engrandecido hasta los confines de la tierra”.
El Pastor Jesús, no estimó ser Dios, sino que se vació de su grandeza, se hizo hombre, fue obediente, fue esclavo, fue a la muerte voluntaria, fue a la muerte de Cruz.
¡Qué grande, amoroso y confiable es nuestro Pastor Jesús!
CONCLUSIÓN
Esta profecía de Dios, dada al campesino Miqueas, cierra con broche de oro: Miqueas 5: 5ª Y El será nuestra paz.
El Mesías Jesús es la paz, שָׁלוֹם.
Miqueas marca con insistencia que los ciudadanos del reino de Dios, “permanecerán”. Esto quiere decir que estarán seguros, “morando bajo el abrigo del Altísimo”.
Sus hijos, sus ovejas estarán siempre seguros, porque “su vara y cayado, nos infunden aliento”.
En este tiempo en el cual la paz esta desaparecida en todo el planeta, puede resultar increíble predicar a Dios de Paz, decir que Jesús es dador de paz.
Aún está fresca en nuestra memoria la muerte de 28 personas, la mayoría niños, quienes perecieron a manos de un criminal, a mi juicio, de un poseído por el demonio.
Pero hermanos, estos son los principios de dolores. Debemos consolarnos los unos a los otros, conociendo y creyendo que, este Jesús Mesías, destruyó el pecado, al no cometer pecado. Venció la muerte al resucitar. Destruyó el poder de Satanás y, por medio de Cristo, “Somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (Hebreos 10:10).
Esta seguridad es eterna, “Reinará eternamente y para siempre”.
¡Este es Jesús, a quien nosotros creemos, confesamos y enseñamos!
¡Soli Deo Gloria! Amén.