Lagrimas En La Mañana De Resurrección
LAGRIMAS EN LA MAÑANA DE RESURRECCIÓN
Juan 20:11-18
11Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro, 12y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. 13Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. 14Dicho esto, se volvió y vio a Jesús que estaba allí; pero no sabía que era Jesús. 15Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el jardinero, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo llevaré. 16Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni!(que significa: «Maestro»). 17Jesús le dijo: ¡Suéltame!, porque aún no he subido a mi Padre; pero ve a mis hermanos y diles: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”. 18Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos la noticia de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.
I. Introducción
A. El Domingo de Resurrección es un día de regocijo.
1. ¡Cristo ha resucitado! ¡Es Señor! (Romanos 1:4).
4que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos.
2. ¡Cristo ha resucitado! Nuestra salvación es segura (1 Co. 15:17-20).
17y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: aún estáis en vuestros pecados. 18Entonces también los que murieron en Cristo perecieron. 19Si solamente para esta vida esperamos en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres. 20Pero ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que murieron es hecho,
3. ¡Cristo ha resucitado! Nosotros también resucitaremos (1 Co. 15:20-23).
20Pero ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que murieron es hecho, 21pues por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
B. Pero en esta primera mañana de resurrección María Magdalena estaba llorando (v. 11)
1. ¿Por qué lágrimas en este día de triunfo?
2. Las lágrimas de María y cómo Jesús las enjugó.
C. El peregrinaje de María de la aflicción al servicio
II. Cuerpo
A La depresión de María (vv. 11-13)
11Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro, 12y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. 13Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.
1. María fue a la tumba a ungir el cuerpo de Jesús.
2. Cuando llegó, la tumba estaba vacía y Jesús no estaba allí.
3. Había esperado lo peor.
a. Habla venido a hacer la tarea del sepulturero.
b. Sus especias para ungirlo muestran su pesimismo.
c. Ahora su descubrimiento parece confirmar sus dudas.
4. Muchos, como María, están derrotados en sus dudas.
a. ¿Le siguió una nube negra cuando vino al culto?
b. ¿Está lleno la ansiedad?
c. ¿Cree en Cristo pero duda de su poder?
5. Los ángeles le preguntan a María: «¿Por qué lloras?» De veras ¿por qué?
a. María dudaba de la promesa del Señor.
b. María dudaba del poder del Señor.
c. María dudaba de la presencia del Señor.
6. Las lágrimas de María eran innecesarias. ¡Cristo había resucitado!
a. ¿Está afanándose por cosas que no ocurrirán?
b. Cambie sus temores por fe y descanse en el Cristo resucitado.
B. La devoción de María (vv. 14-16)
1. María tal vez sintió la cruz y la pérdida más que otros.
a. Había sido librada de siete demonios (Mr. 16:9).
b. «Siete» muestra que había estado por completo bajo el poder de ellos.
c. ¡Cristo la habla libertado!
2. La pregunta del Seoñor” ¿Por qué lloras?
3. María se vuelve y ve a Jesús pero no lo reconoce.
4. Algunas veces la emoción profunda nos ciega ante la presencia de Jesús.
a. Profunda depresión: tan triste que no lo vemos.
b. Profunda ira: tan airados que no lo vemos
Jesús.
a. Profunda depresión: tan tristes que no lo vemos.
b. Profunda ira: tan airados que no lo vemos.
5. «Se han llevado a mí Señor.»
a. Sí esto hubiera sido cierto, las lágrimas hubieran sido apropiadas.
b. Pero nadie podía hacer eso (Jn. 10:28-30).
c. Profunda alegría: tan contentos que no lo vemos.
6. Jesús le dice: «María.» Ella responde: «Maestro.»
C. La orientación a María (vv. 17-18)
1. «Ve a mis hermanos» (primera vez que los llama «hermanos»).
2. María recibe una misión que desempeñar para Jesús.
3. La vida es buena cuando nos entregamos a la obra de Cristo.
III. Conclusión
Α. Invitación a las personas desanimadas a venir a Jesús
B. ¡Él vive! Confíe en Él y pase de las lágrimas al triunfo