Sermón: Necesidad de una renovación

I. Dios promete renovarnos

Isaías 40:29 RVR60

29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

Dios en su gran misericordia, conocía a su pueblo Israel, quienes estaban enfrentando una crisis, política, económica y social. Pues el profeta tuvo que dar su mensaje a un pueblo rebelde, a quienes no les importaba Dios. Sin embargo Dios no abandono a su pueblo y a pesar de su desobediencia, les da sus promesas que se irán cumpliendo con el paso del tiempo. ¿Quien le da fuerzas cuando esta cansado(a)? Una bebida energética, vitaminas, o alimentos. Bueno si bien eso puede ser de ayuda en algunos casos se debe de reconocer que Dios promete dar la fuerza que se necesita cuando se necesita.

Y no solo promete dar su fuerza sino que también la multiplica a quien no tiene ninguna. Esto me recuerda por ejemplo cuando se está participando de una carrera, se han dado cuenta que muchos atletas cuando ya están por llegar a la meta, se caen, o pierden el equilibrio y ya no llegan a la meta. Esto sucede porque se pierde la fuerza y se desploman y muchos deportistas ha sentido esa debilidad de falta de fuerza en el deporte que practican se futbol, basquet, o ciclismo, etc.

Pero con Dios el da la fuerza necesaria para continuar hacia la meta. Me imagino que Raúl sentiste esa fuerza del Señor en medio de tu desanimo o debilidad en tus estudios, y hoy puedes ver que a pesar de lo dificil que pudo ser pasar este año, Dios estuvo contigo para poder lograr la meta.

II. Dios conoce nuestra fragilidad humana

Isaías 40:30 RVR60

30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;

Dios conocía perfectamente que los seres humanos nos fatigamos y cansamos, aunque nuestra traducción dice que “los muchachos” o “jóvenes”, también entramos los viejos como yo. Todos nos cansamos seamos chicos o grandes, o dígame usted ¿No se cansa? pues yo sí.

Dios sabe perfectamente que nos cansamos y como su pueblo o el profeta Isaías en su tiempo se agotaron de cansancio al ver las diversas dificultades que pasaban y no podían ver las promesas de Dios en sus vidas.

Todos tendemos a casarnos cuando emprendemos algo, y si la cosa no nos sale bien pues es más el desanimo y por ende será más rapido el agotamiento. Muchos hoy pueden estar cansados del trabajo, cansados del estudio, cansados de la pareja, o casado de los hijos, cualquiera que sea su cansancio, Dios lo conoce.

Y es más no solamente lo conoce sino que también lo describe, vea pues no solo nos cansamos sino que también flaqueamos y caemos. Esto muestra nuestra fragilidad humana, pues quien no falla en alguna ocación. Sino preguntele a Raúl, o a cualquiera que este estudiando. No es facil lograr ganar una materia, se requiere de mucho empeño y dedicación. Pero cuando se gana, uno siente una satisfacción grande. Sin embargo el texto biblico no habla de esa clase de fracaso, sino más bien de los flajelos y fracasos en la vida.

A perdido alguna vez en la vida, tal vez, un sueño no logrado. Un deseo no alcanzado, o una promesa no cumplida. Que esto era lo que el pueblo de Israel experimentó en tiempos del profeta Isaías. Estaban tan desanimados y cansados que se dejaron caer.

Pero sabe qué? a pesar de la condición en la que Dios encotró a su pueblo. No los dejó caer más haya de lo que él iba a permitir. Esto es esperanzador pues veamos como termina este capítulo 40...

III. Dios nos da las bendiciones de la renovación

Isaías 40:31 RVR60

31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Dios conoce perfectamente a su Pueblo, al Profeta Isaías y a cada uno de nosotros. Y así como cuido a su pueblo en el pasado lo sigue haciendo con cada uno de nosotros hoy en día. Vea las bendiciones que Dios promete para aquellos a quienes el renueva sus fuerzas. Es importante aclarar que estas bendiciones son para los que ESPERAN a Yahvé, tendrán

a. Nuevas fuerzas.

b. Levantarán alas como las águilas.

c. Correrán sin cansarse.

d. Caminarán sin fatigarse.

IV. Conclusiones

Así como Dios cuidó a su Pueblo y al profeta Isaías en su tiempo, también Dios sigue cuidando de cada uno de nosotros hoy en día. Así que agradezcamos a Dios por los logros que cada uno ha alcanzado, y reconozcamos que es Dios quien promete renovarnos, porque él conoce nuestra fragilidad humana y nos da las bendiciones de la renovación. Ahora esto es posible gracias a la obra que Cristo vino hacer por cada uno de nosotros, y es por eso que también celebramos la navidad, pues Dios estuvo dispuesto hacer uno de nosotros.

Oremos.