Honrado por Dios

Daniel 6:1–5

1Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino. 2Y sobre ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado. 3Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino. 4Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. 5Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.

Introducción

Daniel fue uno de los judíos que fue llevado cautivo a Babilonia, pero se destacó como más sabio e inteligente porque desde un inicio se dispuso a no contaminarse con la cultura pagana de los caldeos.

Por tal razón, Daniel ganó enemigos, pero lo más importante es que también ganó el favor de Dios.

Dios libró al profeta Daniel de ser devorado por leones hambrientos al desobedecer una orden legal que le prohibía orar.

Es común que los cristianos reclamen protección divina como a Daniel, pero es importante también considerar cual fue su testimonio y sus convicciones.

El mismo Dios de Daniel es el mismo Dios al que adoramos, por lo tanto, así como libró a Daniel de las fieras, así también puede librarnos de la maldad.

Por tanto, es necesario considerar los antecedentes irreprochables de Daniel y la razón por la que fue condenado injustamente.

Esto es importante para entender el milagro recibido de parte de Dios.

La superioridad intelectual de Daniel

Daniel 6:3 “Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino.”

El rey había puesto gobernadores y sátrapas (gobernadores de provincias), para administrar el reino, pues no se daba a vasto para gobernar él solo. Por tanto buscó hombres capaces y confiables.

Daniel había demostrado ser un trabajador fiel, dedicado, honesto y confiable, más inteligente que sus colegas, por tal razón el rey lo tuvo en mucha estima porque sabía que podía confiar en él.

Desde que llegó a Babilonia se dispuso a honrar a Dios no tomando las costumbres paganas de Babilonia y procuró honrar a Dios. Daniel 1:8 “Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.”

Daniel tenía temor de Dios, y esta fue una ventaja sobre sus colegas. Proverbios 9:10 “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.” Temer, servir y amar a Dios te da ventaja intelectual sobre los impíos.

Dios puede darte ventaja intelectual y física cuando tienes temor de Él.

Santiago 1:5 “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”

Isaías 40:30–31 “30Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”

La corrupción del poder

Ruben Blades dijo: “El poder no corrompe, desenmascara”. El corazón del hombre sin Dios está esclavizado en el pecado, y cuando tiene poder, hace relucir su verdadera naturaleza.

Es posible que los colegas de Daniel quisieran abusar de su poder y obtener ganancias deshonesta, pero la integridad de Daniel le impedía asociarse con ellos.

En nuestra vida se pondrá a prueba nuestra integridad, seremos influenciados, presionados y hasta obligados a hacer lo malo, pero si tenemos temor de Dios y firmes convicciones, no caeremos en esa trampa.

El robo, el engaño, la mentira, el adulterio, el soborno, etc, son pecados que nos alejan de Dios.

La envidia de sus colegas

Por tal integridad, los colegas de Daniel le tenían envidia y querían destruirlo.

Daniel 6:4–5 “4Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. 5Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.”

Al no ceder a sus provocaciones, los colegas de Daniel buscaban alguna falta para acusarlo, pero no hallaron ninguna, pero se dieron cuenta de su fidelidad a Dios.

Daniel se había convertido en ciudadano de Babilonia, pero aun mantenía su amor por su Dios y su nación Israel.

Maquinaron día y noche la manera de destruirlo, hasta que idearon hacerlo por medio de su temor a Dios: Salmo 36:4 “Medita maldad sobre su cama; Está en camino no bueno, El mal no aborrece.”

Engañaron al rey para que emitiera un decreto o edicto, que condenara a muerte a cualquiera que en el transcurso de 30 días demandara petición a cualquier dios u hombre.

Esta petición pareció bien al rey porque le haría popular en el reino al recibir la peticiones de su pueblo, y buscar la posibilidad de responderles.

Inocentemente la aceptó sin pensar que estos hombre lo hacían por odio a Daniel.

Cuando actuamos honradamente y con integridad, recibiremos la burla y acoso de los malvados.

Para los apóstoles esto fue un privilegio: Hechos de los Apóstoles 5:41 “Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.”

Dios honra a los que le honran

Daniel 6:10 “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.”

Daniel bajo ningún amenaza dejaría de honrar y orar a Dios porque sabía quién era Él.

Daniel no hizo esto con un espíritu de rebeldía, para llevar la contraria a sus enemigos, mucho menos con una falsa confianza de que el rey lo libraría.

Esta acción de Daniel fue una sincera devoción a Dios, estar dispuesto a morir por amor a Él. Aunque Daniel sabía que Dios lo podía librar, es poco probable que lo hizo con la intención de que Dios lo librara, eso es lo que pide Dios de nosotros: Marcos 8:34 “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”

Daniel ya era anciano, había vivido íntegramente y no tenía nada por qué avergonzarse, si esta era la manera en que terminaría su vida, estaba confiado de que le esperaba una vida mejor. Romanos 14:8 “Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.”

Daniel no le sorprendió que fuera lanzado al foso de los leones. (Daniel 6:16)

Sin embargo, si es posible que le sorprendió que no le atacaran durante toda la noche. La razón fue que Dios todavía tenía planes para Daniel, del capítulo 7 hasta el 12 escribe las revelaciones proféticas para Israel y el mundo.

Al día siguiente el rey corrió para ver si aún vivía, y este fue el testimonio de Daniel.

Daniel 6:19-22 “19El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. 20Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? 21Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. 22Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.”

Conclusión

Quedamos impresionados de tan glorioso milagro en la vida de Daniel, sin embargo, la vida íntegra de Daniel y su fidelidad a Dios son un precedente que no podemos ignorar.

Porque Dios honra a los que le honrar: 1º Samuel 2:30 “...porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.”

El testimonio de Daniel es un ejemplo que nosotros debemos seguir, vivir en integridad y temor a Dios tiene recompensa grande: Salmo 34:5 “Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.”

Si queremos ver los milagros y las abundantes bendiciones que Dios dio a Daniel, José, David, Moisés, vivamos en temor de Dios e integridad, para con Dios y con los hombres.