Los Salmos del Salmón

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Introducción

Nueva Traducción Viviente (Salmo 91)
1 Los que viven al amparo del Altísimo
encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.
2 Declaro lo siguiente acerca del SEÑOR:
Sólo él es mi refugio, mi lugar seguro;
él es mi Dios y en él confío.
Vivimos en un mundo realmente incierto, inestable y caótico.Ha sido en estas últimas semanas donde he sido testigo de múltiples despidos en la empresa donde trabajo y esto me hizo meditar en el Salmo 91. Por medio de la palabra de Dios podemos ver como tenemos un Dios, un padre en el cual podemos confiar, un Dios justo como vimos el domingo. Un Dios que nos da en su palabra preciosas promesas a las que agarrarnos con fe en los buenos y en los malos momentos.
¿Quienes son los que viven al amparo de Dios? Pues son sus hijos, aquellos que caminan por este mundo contracorriente, porque déjame decirte que si quieres agradar a Dios, obedecer sus mandamientos y poder apropiarte de las promesas de Dios debes vivir de una manera diferente al resto que te rodea.
Las promesas de Dios, que es justo, son para su pueblo.
Muchas veces los cristianos somos tachados de santurrones, fanáticos radicales, tontos, pero cuando llega el día malo, Dios pone a cada uno en su sitio. Mira que Dios no es deudor de nadie, el es fiel y omnisciente, omnipotente.
Poner imagen de ir contracorriente.
Un verdadero hijo de DIOS, se puede identificar con esta imagen.

Cuerpo

1. Salmones

Como cristianos tenemos una similitud en algunas cosas con los Salmones.
El viaje de Salmón comienza cuando las hembras desovan en las cabeceras de los ríos, y cuando tienen un año de edad comienzan su travesía hacia el mar, río abajo. En el océano pasan la mayor parte de su vida, unos 3 o 4 años y es entonces en los meses de otoño( no lo hacen en verano por la poca agua, el poco caudal que llevan los ríos en esta época del año) cuando inician su aventura río arriba con el objetivo de desovar las madres y de los machos fecundar esos huevos para que continúe el ciclo de la vida. A medida que van nadando río arriba su aspecto en color y forma va cambiando. Pero deben de superar diversos obstáculos o pruebas como las cascadas (algunas de hasta 3 metros), los depredadores, e incluso los pescadores. También posibles enfermedades. Los salmones que desovan corriente arriba llegan a la costa con más grasas y por tanto más reservas que los que se quedan cerca de las desembocaduras y gracias a ello tendrán más fuerzas para superar las pruebas futuras.
Aplicación.
Me encanta como la naturaleza nos enseña verdades espirituales. En el Salmón podemos ver similitudes con la vida cristiana, donde tenemos que nadar contra la corriente de este mundo, donde tenemos adversarios como el Diablo, la carne y el propio sistema de este mundo, que al igual que los osos, las cascadas o los pescadores intentan evitar que lleguemos a la meta final. En el caso de los salmones es seguir reproduciéndose para que continúe la especie y el ciclo de la vida continúe. En el caso de un cristiano los múltiples peligros. En el caso de un cristiano es acabar la carrera para alcanzar la vida eterna.
Pero para conseguirlo hay que luchar, renunciar a muchas cosas que este mundo ofrece, porque este mundo va por un camino ancho, lleno de diversiones y luces, pero que su final es la perdición, el castigo eterno.
Muchos cristianos son devorados o se cansan de nadar contra la corriente de este mundo, pero te animo hoy que le pidas fuerzas a Dios cada día, que te llenes del Espíritu Santo, nuestro ayudador, para ser un vencedor y llegar a la meta.

2. Vida Cristiana a Contracorriente

Vida nueva con Cristo
Reina Valera Revisada (1960) Efesios 2:1-6
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús
Explicación
Antes de conocer al Señor estábamos muertos en nuestros pecados, seguíamos la corriente de este mundo, nos llevaba a caminar en la carne y eramos por naturaleza hijos de ira, más ahora por la misericordia y la gracia de Dios, por su gran amor nos dio vida Dios y nos ha sentado con Cristo Jesús en los lugares celestiales.
Aplicación
A ver yo no sé como erais vosotros antes de conocer al Señor, como estaba vuestra vida. En mi caso era un desastre, era joven y sin Dios cometí muchos errores.
Cuando llevamos muchos años en el camino de Dios puede que se nos olvide de donde nos sacó el Señor, como eramos, como vivíamos.
Pero en el momento que entregué mi vida a Dios, el espíritu Santo empezó a trabajar en mi vida hasta el día de hoy. Puedo decir que hubo un antes y un después muy tangible, antes tenía el espíritu como hijo de desobediencia operando en mí, más ahora no. Ahora luchamos para no vivir haciendo la voluntad de la carne, porque en nosotros habita el Espíritu Santo, que es Dios, y a Dios no le agrada. Si no estás luchando, si no estás llenándote continuamente del Espíritu Santo, te va a llevar la corriente fácilmente y son muchos los peligros y trampas. La corriente de este mundo es muy fuerte.

3. Bendición por ser diferentes y apartados

Qué alegría para los que

no siguen el consejo de malos,

ni andan con pecadores,

ni se juntan con burlones;

2 sino que se deleitan en la ley del SEÑOR

meditando en ella día y noche.

3 Son como árboles plantados a la orilla de un río,

que siempre dan fruto en su tiempo.

Sus hojas nunca se marchitan,

y prosperan en todo lo que hacen.

4 ¡No sucede lo mismo con los malos!

Son como paja inútil que esparce el viento.

5 Serán condenados cuando llegue el juicio;

los pecadores no tendrán lugar entre los justos.

6 Pues el SEÑOR cuida el sendero de los justos,

pero la senda de los malos lleva a la destrucción.

Aplicación
Desde hace muchos años me ha encantado este Salmo. Porque vemos la promesa de Dios de que cuando andamos como a el le agrada somos muy felices, damos fruto para bendecir a otros y el Señor prospera nuestras vidas.
En contraposición, los malos, los que siguen la corriente de este mundo, aunque parezca que por un tiempo incluso les va bien, llegará un día en que se enfrentarán a un Dios justo y normalmente incluso en esta vida pagan las consecuencias, porque la paga del pecado es muerte.
Y meditando en esto, sabiendo el final de cada uno, unos a vida eterna y otros a destrucción, nuestro anhelo cada día debería ser nadar más fuerte contra corriente, pues si te dejas llevar, te va a ir mal.

7 »Pero benditos son los que confían en el SEÑOR

y han hecho que el SEÑOR sea su esperanza y confianza.

8 Son como árboles plantados junto a la ribera de un río

con raíces que se hunden en las aguas.

A esos árboles no les afecta el calor

ni temen los largos meses de sequía.

Sus hojas están siempre verdes

y nunca dejan de producir fruto.

Aplicación
Una vez más vemos la similitud de un creyente que confía y ha hecho del Señor su esperanza con un árbol plantado junto a la ribera de un río.
Las raíces están continuamente nutriéndose de las aguas del río y así debe ser nuestro diario vivir, yendo a la fuente de vida que es Dios, teniendo cada día ese alimento que nos nutre espiritualmente, su palabra, tiempo de oración, comunión con los hermanos y el servicio a otros.
Si vivimos de esa manera, cuando lleguen tiempos duros o pruebas a nuestra vida, como tendremos buenas reservas, nos mantendremos firmes porque nos estamos fortaleciendo diariamente y aun en esos tiempos difíciles seguiremos llevando fruto.

Conclusión

Las promesas de Dios son para sus hijos, aquellos que van contracorriente, al igual que los salmones.
Al superar las pruebas del camino y llegar a la meta reciben el premio de la vida.
Antes estábamos muertos porque no íbamos contracorriente, ahora tenemos nueva vida en Cristo.
Tenemos una bendición enorme por ser diferentes, santos y apartados para Dios.
Tenemos al Espíritu Santo que es nuestro consolador y ayudador
Palabras de ánimo para el pueblo de Dios, porque no estamos solos, iglesia contamos con el paracletos, el Espíritu Santo, contamos además con el cuerpo de Cristo, cada uno en su diferente función para ayudarnos.
No nos cansemos
Nueva Traducción Viviente (Capítulo 6)
9 Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos.
No te canses de nadar contracorriente, sigue nadando o remando.
Oración final.
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