Un Mensaje Imparable
I. Es un mensaje dado por alguien lleno de gracia y de poder
Los libertos eran descendientes de esclavos judíos capturados por Pompeyo en el 63 d.C. y llevados a Roma. Más tarde se les concedió la libertad y formaron una comunidad judía allí. Cirene y Alejandría eran dos de las principales ciudades de África del Norte; Cirene fue la ciudad natal de Simón, el que llevó la cruz de Jesús (Lc. 23:26). Ambas ciudades tenían grandes poblaciones judías. Cilicia y Asia eran provincias romanas en Asia Menor. Puesto que Tarso, la ciudad natal de Pablo, estaba situada en Cilicia (Hch. 21:39; 22:3), es probable que él asistiera a esa sinagoga en Jerusalén. El hecho de que Pablo estuviera presente en los acaecimientos que llevaron al juicio y a la ejecución de Esteban es evidente por 7:58 y 8:1. Es posible que, como estudiante del gran rabban Gamaliel, hasta hubiera participado en el debate con Esteban.
II. Es un mensaje dado por alguien lleno de sabiduría
15. Como el rostro de un ángel (hösei prosöpon aggelou). Incluso sus enemigos lo vieron, a pesar de la maldad de ellos. Véase Éxodo 34:30 acerca del rostro de Moisés cuando descendió del Sinaí (2 Co. 3:7). Page cita a Tennyson: «La gloria de Dios lo hirió en el rostro». ¿Dónde estaban Pedro y Juan en esta crisis? Aparentemente, Esteban se encontró solo ante el Sanedrín, como Jesús. Pero no estaba solo, porque vio a Jesús de pie a la diestra de Dios (Hch. 7:56). Poco hubieran podido hacer Pedro y Juan si hubieran estado allí. Gamaliel no se interpuso esta vez, porque los fariseos eran los que traían los cargos contra Esteban, aunque eran falsos, como Gamaliel hubiera podido descubrir.