Consejo y oración de hoy

13 de diciembre

Salmo 72:18–19 (RVR60)

Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, El único que hace maravillas.

Bendito su nombre glorioso para siempre, Y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén.

Los Salmos recogen expresiones sublimes de alabanza a Dios que dan a conocer sus mayores virtudes y obras.

Porque los que han experimentado sus bendiciones y favores no pueden dejar de expresar su alabanza y gratitud hacia él.

Es por eso que él salmista bendice al único que hace maravillas cuyo nombre es glorioso.

El advenimiento del reinado justo del Rey Ungido, El Mesías, debe ser siempre un motivo para expresar nuestras alabanzas a Dios.

Solamente Dios puede generar la satisfacción de vivir bajo la dirección de mandatos que aplicados correctamente a nuestras vidas nos lleven a las justicia y paz.

Desde el principio Dios ha planeado establecer un reinado mediante una persona escogida para poder manifestar su justicia a los que afligidos acuden a él, su salvación a quienes necesiten su socorro, su libertad a los que han sido oprimidos, su misericordia a los que no tengan como pagar, su redención a quienes necesiten ser rescatados.

Para el cumplimiento de sus promesas de salvación, liberación, justicia y paz, Dios me asegura a través de su ungido una victoria completa sobre sus enemigos, un dominio sin limite, una sujeción completa a su autoridad y una rendición de todos los reinos.

Trayendo como resultado un reino eterno que permitirá la abundancia de paz, el florecimiento de la justicia, la provisión de alimento para su pueblo y la bendición a todas las naciones en su nombre.

Isaías profetizó acerca de ese reinado que David y Salomón solo modelaron limitadamente, diciendo:

Isaías 9:6–7 RVR60

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

El advenimiento del reinado de Cristo debe ser también motivo de júbilo para nosotros y nuestra alabanza y gratitud debe ser la manera de expresarlo.

Oremos,

Padre al acercarse la fecha de conmemoración del nacimiento de tu Hijo Jesucristo, queremos tener la confianza plena de que un día volverá para establecer su reino eterno.

Te doy gracias por la oportunidad de presentarme para exaltar tu nombre con mis alabanzas y poder compartir la alegría de que tu eres mi Salvador.

Te pido Señor prepares mi corazón para que este año pueda llenar mi corazón de cantos que hablen de tus maravillas, de la maravillosa historia del nacimiento del Rey que ha de venir.

También oro para que este sea un tiempo de proclamar tu reino y tu salvación a todos aquellos que no conocen tu santo nombre y no están preparados para la segunda venida del Mesías.

En el nombre de Jesús, amén.

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