EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO

Mateo 28:19 RVR60

19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Marcos 16:16 RVR60

16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Lucas 24:46–48 RVR60

46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.

Juan 20:23 RVR60

23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

Hechos de los Apóstoles 2:38 RVR60

38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Introducción.

La doctrina del bautismo en agua es tan importante para la fe cristiana que cualquiera que deposite su fe en Jesucristo y busque ser un fiel discípulo, debe ser bautizado como un acto de obediencia a su fe, de identidad con Jesús y de pertenencia a la Iglesia como Cuerpo de Cristo

1 Corintios 12:12–13 RVR60

12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

Gálatas 3:26–27 RVR60

26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

El bautismo en agua tiene un significado y un simbolismo tan profundo que Jesús mismo caminó hacia el río Jordán para ser bautizado por Juan, “Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia” (Mat. 3:13-17). Jesús no se bautizó porque tuviera pecados sino para cumplir la justicia de Dios, es decir, cumplir con las exigencias de la justicia de la ley, ya que El venía para redimirnos de la maldición de la ley, el pecado. Más tarde Jesús dijo: “…no he venido para abrogar la ley, sino para cumplirla”,por eso al bautizarse lo hacía como nuestro representante legal que se identificaba con todos los pecadores.

Isaías 53:12 RVR60

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Gálatas 4:4–5 RVR60

4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Mateo 5:17 RVR60

17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

Después de su resurrección y antes de ascender al Cielo, Jesucristo mandó que a los nuevos creyentes los bautizaran, y nos enseñó que para ser salvo se necesita creer, arrepentirse y bautizarse.

El término “bautismo” se deriva de la palabra griega baptidzō y se refiere al acto de inmersión o de sumergir en agua.

Cuando Jesús fue bautizado, no fue salpicado ni rociado con agua, fue sumergido en agua en el Jordán. Por eso todo aquel que acepta el bautismo en agua debe sumergirse totalmente cumpliendo así lo que señalan las Escrituras.

Así como Jesus con su bautismo cumplió toda justicia, se identificó con el pecador e inició su ministerio terrenal, en nuestro bautismo tipificamos o simbolizamos la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo tal como la enseña Romanos 6:3-6; así como Cristo murió por nuestros pecados, nosotros morimos al pecado; así como Jesús fue sepultado, en el bautismo nuestro viejo hombre es sepultado con Cristo; así como Jesús resucitó de entre los muertos, al salir de las aguas bautismales, nosotros resucitamos a una vida nueva en Cristo.

2 Corintios 5:17 RVR60

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Veamos algunas características del bautismo bíblico…

I. ALGUNOS REQUISITOS PREVIOS AL BAUTISMO.

Mateo 28:19 RVR60

19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Lucas 24:46–48 RVR60

46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.

Ser discipulado

La persona debe estar recibiendo los estudios bíblicos correspondientes, aprendiendo acerca del plan de salvación y las enseñanzas de Jesús para que pueda dar el siguiente paso (Mt. 28:19). Este discipulado se da en la atención personalizada, en la Célula y en las escuelas de discipulado de la Iglesia.

Creer en la palabra de Dios

Cuando la persona es instruida en la palabra de Dios y ha creído en las verdades fundamentales del cristianismo: Que Jesús nació milagrosamente, murió en la Cruz y Resucitó al tercer día para darnos vida abundante y salvación (Marcos. 16:16). Entonces estamos listos para el siguiente paso.

Dar frutos de arrepentimiento

Una vez que la persona ya fue instruida y ha creído en la Palabra, deberá de comenzar a dar frutos de arrepentimiento, cambiando su mal comportamiento, su manera de vestir, su vocabulario, asistiendo con mayor frecuencia a las reuniones que la Iglesia realiza y trabajando para el crecimiento de la obra de Dios (Mateo 3:7-8). Esto se manifiesta en los frutos de arrepentimiento, pues se espera un cambio en la vida del individuo.

Querido amigo, el arrepentimiento, la fe y el bautismo en agua están vinculados. El bautismo es un acto de fe y de obediencia donde públicamente confesamos a Jesucristo como el Señor y Dios de nuestras vidas, y reconocemos que la sangre de Cristo nos ha limpiado de todo pecado.

1 Juan 1:7 (RVR60)

7 ...la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

II. EL BAUTISMO ES PARA SALVACIÓN.

1 Pedro 3:21 RVR60

21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,

Arrepentimiento y fe

Según Hechos 20:21 hay dos condiciones para recibir la salvación: el arrepentimiento y la fe en Jesucristo; ahora bien, si usted ha creído que Cristo murió para hacer posible su perdón y salvación derramando su preciosa sangre, y ha confesado con su boca y creído en su corazón que Jesús es el Señor (Ro.10:9-10), es de suma importancia que usted sea bautizado. Unos piensan que la salvación se recibe solamente a través del bautismo otros en cambio dicen que solamente es por la fe, pero la biblia enseña que las dos cosas son necesarias. Ciertamente la salvación es por la fe, pero el bautismo es la expresión pública y visible de esa fe.

El bautismo es para Salvación

El bautismo es para salvación cuándo es un acto de obediencia a la fe depositada en Jesucristo, ya que por esa fe nos arrepentimos de nuestros pecados y renunciamos a la práctica del pecado, declarando el señorío absoluto de Jesucristo en nuestras vidas. Si no crees en la seriedad de esta declaración y en la importancia del bautismo para la salvación, te invito a que leas de nuevo Marcos 16:16.

III. EL BAUTISMO ES PARA ADULTOS.

Marcos 16:16 RVR60

16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

El bautismo infantil no existe

Algunas denominaciones religiosas practican el bautismo de bebés (bautismo infantil), creyendo que los niños pueden ser incluidos en la comunidad de fe a través de este sacramento y que luego, a medida que crecen, confirmarán su fe de manera voluntaria y personalmente. Esto no significa que sea una postura bíblica correcta, ya que la conexión entre creer y ser bautizado sugiere que el bautismo sigue a la capacidad de creer y hacer una profesión de fe voluntariamente.

El bautismo es para adultos

Por esta razón y de manera obvia, la interpretación es que el bautismo debe ser exclusivamente para aquellos que han alcanzado una edad donde son capaces de madurar su fe, tomar decisiones a conciencia y por sí mismos, que pueden comprender y expresar su fe personal en Jesucristo.

Después de esto, te pregunto ¿Te gustaría un día bajar a las aguas y ser bautizado?

Introducción. El bautismo es un tema de mucha importancia, y por esto el diablo ha querido causar confusión alrededor de este tema, aunque en la Biblia se halle bien claro. El bautismo es tan importante que el Señor lo ordena en sus últimas palabras: hagan discípulos y bautícenlos; y en el libro de los Hechos podemos ver que era una práctica común cuando alguien se entregaba a Jesucristo. Debemos recordar que una persona que desee bautizarse necesita arrepentirse de sus pecados y creer en la muerte y resurrección de Jesús para nuestra salvación, por eso el bautismo es para los que puedan tomar una decisión por sí solos, consiente de su pecado y de su necesidad de Dios.

Ahora bien, ya hemos visto que la persona debe sumergirse totalmente en agua. Pero ahora veamos el nombre que se debe invocar al momento de aplicar el bautismo. Para esto debemos responder dos preguntas: ¿Es en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, o en nombre de Jesucristo? ¿Por qué dijo el Señor Jesús algo en la Gran Comisión, pero luego vemos que los discípulos siempre bautizaron en el Nombre de Jesús?

IV. EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.

Mateo 28:19 RVR60

19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Muchos han afirmado que el bautismo debe ser como mandó Jesús, ya que Él es el Señor y en obediencia a su palabra, debemos bautizarnos en los “tres nombres”; pero han pasado por alto dos cosas importantes en este pasaje:

Padre, Hijo y Espíritu Santo no son “nombres” son títulos.

Este es el único lugar en toda la Biblia donde se halla esta expresión. Y si esa era la fórmula o las palabras que se debían repetir sobre un candidato al ser bautizado, no se halla ningún bautismo en esa forma en la Biblia.

El Señor dijo: “Bautizándoles en el NOMBRE”. El nombre es la identidad de la persona, el título es el oficio que desarrolla. El esposo de María no se llamaba carpintero se llamaba José, pero era conocido por su oficio como “el carpintero”. De igual manera Dios no se llama Padre, Hijo o Espíritu Santo, sino que estas son funciones que ha desempeñado a través de los tiempos.

El bautismo es “en el nombre” NO “en los nombres”.

Observe bien que Él no dijo, en los NOMBRES (plural), sino que dijo “en el NOMBRE” (singular). Refiriéndose a un nombre en particular. El énfasis es sobre el Nombre, EL NOMBRE es el objeto principal de la comisión y no hay testimonio bíblico de que la iglesia del Siglo I aplicara esta fórmula en su bautismo. Es obvio que Jesús manda bautizar en un solo nombre, la pregunta importante que nos debemos hacer es: ¿cuál es el nombre?

En Lucas 24:45-47 nos dice: “así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su NOMBRE el arrepentimiento y el perdón de pecados...”. Cuando Lucas testifica de las palabras dichas por el Señor el día que ascendió a los cielos, indica que Jesús se refería a su propio NOMBRE, no a alguien más.

V. EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO

Hechos de los Apóstoles 2:38 RVR60

38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Alguien dirá: si los apóstoles recibieron el mandato de Mateo 28:19 pero enseñaron y practicaron el bautismo en el nombre de Jesucristo ¿se contradicen Mateo 28:19 y Hechos 2:38? No es así, sino que se encuentra armonía en estos pasajes, ya que es imposible que los discípulos se equivocaran y se contradijeran en tan importante práctica, y no creemos que se hayan atrevido a desobedecer a Jesús ignorando su mandamiento. ¡Absolutamente no¡ El Señor Jesús no hubiera permitido que un error de esa índole quedara registrado en la Biblia, y no fuera corregido,

Los bautismos en Hechos dejan ver clara la creencia de la Iglesia Apostólica del primer siglo, de que el bautismo debe ser practicado en el Nombre de Jesucristo y por inmersión (Hech. 2:38; 8:14-16; 10:48; 22:16).

Al bautizarse en el Nombre de Jesucristo se acepta la plena divinidad de Jesús

A la vez que se reconoce su Señorío, y se declara que sólo en ese nombre hay salvación y perdón de los pecados. ¡Jesucristo es el nombre de Dios para este tiempo! Al decir Jesús, estamos diciendo Jehová-Salva. ¡Con razón, los enfermos son sanados, los demonios se sujetan y son echados fuera, hay poder en el nombre de Jesús!

Al bautizarse en el Nombre de Jesucristo, cumplimos el mandato de Mateo 28:19.

Reconocemos que Jesucristo es el nombre del Padre, el nombre del Hijo y el nombre del Espíritu Santo. Tenemos la responsabilidad de anunciar que todo lo que se haga, de palabra o de hecho, sea en el nombre del Señor Jesús, por eso el bautismo en agua en el Nombre de Jesucristo es de gran importancia.

¡Mateo 28:19 es el mandamiento, pero Hechos 2:38 es el cumplimiento!

Si usted es bautizado(a) de diferente manera a la ya explicada, lea Hechos 19:1-7.

CONCLUSIÓN

Como hemos visto, el bautismo en agua simboliza la identificación del creyente con la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo, representando un compromiso público con su fe y su decisión de seguir a Cristo. Jesús nos manda bautizar a los que decidan ser sus discípulos (Mat. 28:19), por lo que para bautizarse se debe tener fe en Cristo, arrepentirse de todo corazón y continuar en un proceso de discipulado bíblico.

Hermanos y amigos, el diablo ha intentado mantener en ignorancia a muchos de los que se llaman cristianos, para que no descubran la revelación del nombre de Jesucristo. La primera orden que dio el diablo contra la Iglesia fue el de intentar detener la predicación del Nombre. “…Llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen, ni enseñasen en el nombre de Jesús” (Hechos 4:18).

Hoy también, el enemigo intenta detener la propagación y uso del nombre de Jesucristo confundiendo a las personas por los muchos tipos de bautismos y diferentes fórmulas bautismales, pero la Biblia sustenta como único y verdadero BAUTISMO el que se practica por inmersión y en el Nombre de Jesucristo. Toda persona que discierne entre lo bueno y lo malo y es capaz de decidir por sí misma, puede bautizarse para perdón de sus pecados. Esta era una doctrina principal que predicaban los apóstoles.

Hechos de los Apóstoles 22:16 RVR60

16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.