El Camino 1

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El Camino 1

¿Alguna vez te has perdido? Era más frecuenta antes cuando no había GPS, ahora es casi imposible. Pero hay quienes se pierden en la montaña o en los estacionamientos del aeropuerto de cdmx, o de grandes tiendas y pasas 3 veces por el mismo local.
Lo interesante de estar perdido es que no sabes el momento exacto que empiezas a perderte, de pronto pasas del voy en el camino correcto a ¿cuál es el camino? para cuando sabes que estás perdido, ya ha pasado tiempo y has avanzado.
Cuando los hombres nos perdemos no queremos que nadie se entere y aceleramos para que vean que vamos con seguridad ¡quién sabe a donde! pero seguros.
Así como podemos perdernos en lugares también es cierto para la vida, puedes perderte en algún área de tu vida y no saber que estás perdido hasta que ha pasado tiempo y has avanzado.
El matrimonio se perdió antes que te dieras cuenta ¡pero no lo sabías! de pronto dices: creo que no vamos bien. ¿Cuándo empezó a no estar bien? Haces memoria y muchas veces no puedes señalar un evento en particular, que desató todo lo demás.
¿Cuándo un gusto se volvió adicción? ¿en qué día? De pronto sabes que vas en el camino equivocado pero ibas creyendo que era el correcto. Ya no es el camino que deseas para la relación, es más vas en sentido contrario a donde en realidad querías ir. Vamos confiados, seguros y al mismo tiempo sin tener idea de a dónde vamos, pero ¡vamos con seguridad! porque creemos que es el camino correcto.
Cuando tienes 16 tienes de excusa que el lóbulo frontal no se ha desarrollado, pero de adulto no tienes esa excusa. En algún área puedes ir en dirección contrario a dónde en realidad quieres estar y no te das cuenta en qué momento cruzas la linea de conocer el camino a no conocerlo.
Empiezas a ver que no vas bien, más bien estas perdido y sospechas porque lo que antes era mágico ahora es trágico. Lo que antes disfrutabas ahora lo sientes como obligación o lo necesitas. La relación que era bonita, fluida ahora te ahoga. Creías que él o ella era la persona correcta pero ahora es tóxico y cuando sabes que has perdido el camino no lo dices, pero miras a otro lado y aceleras.
Si tienes suerte y alguien que te aprecia te advierte y te dice que las cosas no van bien como tú crees porque parece que tú no te has dado cuenta. Te dicen cosas como: ¡andas medio perdido! ¡no se en qué dirección vas! Por cómo va tu matrimonio, la forma como educas a tus hijos, cómo llevas la empresa; no es mi asunto, pero por el camino que vas, terminarás mal. Y tú dices: gracias, gracias por meterte en lo que no te importa ¡estoy bien! ¡todo bajo control! y te cierras, no aceptas.
Si has sido tú quién ha dicho eso a un amigo, sabes que aunque asegura que está bien, tu sabes que está ¡bien perdido!
Esto es interesante porque hace 3 mil años, el rey Salomón dice algo que fue verdad en su tiempo y sigue siendo verdad ahora. Sabes que Dios le dio a la humanidad la capacidad de acumular conocimiento y pasarlo de generación a generación. Es el conocimiento acumulado, por eso son los avances en muchas áreas, muchas PERO como que la naturaleza humana ¡sigue siendo la misma! Lo que Salomón dice es un poco duro pero realidad:
Delante de cada persona hay un camino que parece correcto...” (Proverbios 14:12, NTV)
Se siente, parece correcto. Seas hombre, mujer, joven, recién casado o no; siempre hay un camino que parece correcto. Se ve bien, tiene sentido ¡por eso lo tomamos! No decimos esto, pero es el proceso que hacemos y escogemos un camino de cómo vivir, cómo llevar el noviazgo, cómo te diviertes, usas el dinero; cómo tratas al esposo, a la esposa, todos seguimos un camino y escogemos el que parece ser correcto.
Quizá lo decides por la presión social, es el camino de tus padres o contrario a tus padres, pero lo tomas porque parece correcto. En el noviazgo tomas ese camino porque crees que te llevará a algo mejor, de casado porque crees que serás feliz por siempre porque parecía el correcto.
La frase no termina ahí, la otra parte es dura, lo suavizaré: el hecho que parece correcto no quiere decir que sea el correcto, puedes ir en un camino que en realidad es incorrecto creyendo que es el correcto ¡por que parece correcto! Salomón termina la frase así:
“...pero termina en muerte.” (Proverbios 14:12, NTV)
¡Feliz Navidad!
Termina en muerte, no hay futuro, tiene el potencial de matar, en algunos casos es literal, eso lo has visto. Quizá te salvaste por un pelito, alguien te advirtió y diste la vuelta, y te preguntas ¿cómo pude ir por ese camino creyendo que era el correcto?
Te salvaste por poco de matar algo importante en tu vida, o tu vida profesional pudo morir, tu salud, el matrimonio o destruir a quien ves en el espejo.
Todos sabemos que esto es verdad, de alguna forma sabemos que hemos escogido un camino que resultó ser incorrecto; por un tiempo fue un camino correcto hasta que ya no lo fue y nos dirigíamos a la muerte. Para no sentirnos mal lo romantisamos: ¡fue un aprendizaje! ¡sirvió para forjar mi carácter! quizá sí, pero ¡no era necesario tronar la empresa, perder la salud, la familia!
Cuando te das cuenta que vas en el camino equivocado también usas lenguaje de viajero perdido: ¡no sé a dónde estoy! ¡quiero regresar a ser la persona que era! ¡quiero cambiar de carril! ¡quiero regresar a esa paz con Dios! Ya no eres la persona que eras y vas en dirección contraria a donde ese tú de antes quería ir.
¿Cómo seguir adelante? ¿cómo salir de esto que yo mismo he creado? Quizá dices, no es mi culpa, sólo el 20% y tu cónyuge dice que es el 120%. El caso es que no sabes cómo regresar, cómo volver. Dices: quier volver a ese pueblo en la montaña que de luz de sol se baña cada amanecer.
Estás dispuesto a reconocer que has perdido el camino y eres afortunado porque ahora ¡sabes, lo reconoces! has madurado para admitir que eres responsable ¡felicidades! algunos nunca lo reconocerán.
Si reconoces que estás por perder tu familia, trabajo, empresa; eres uno en público pero otro en privado; pero si estás dispuesto a reconocerlo. Aunque seas el adulto de la casa, dueño de la empresa y dices: me da vergüenza reconocerlo que ¡creo que voy en el camino equivocado!
Salomón tiene razón¡hay un camino que parece correcto, pero resultó que no! Y lleva a que algo muera y ¡no se qué hacer! Felicidades, porque el primer paso para retomar tu vida es reconocer dónde estás. No puedes ir a donde quieres si no sabes dónde estás. No puedes ir hacia el camino correcto mientras no reconozcas que estás en el camino equivocado. Este es el inicio, es un gran paso. (Levanta la mano).
Algunos no reconocen esto, es el orgullo, ego, en los hombres porque se supone que yo se todo, reconocer que estoy mal es mostrar debilidad y en vez de parar ¡aceleran!
Hombres y mujeres por igual hay que no escuchan a nadie. No admiten que se equivocaron, prefieren quedarse perdidos antes que admitir y lo que hacen es ¡culpar a alguien! porque llega el momento que es claro que no está funcionando, la empresa no va bien, entonces hay que echar la culpa a alguien, porque es difícil ver al espejo y decir: ¡ahí está la responsable!
Un pequeño examen: si alguien te dice: ¿que tú nunca te equivocas? y tu primer pensamiento es ¡estás en lo correcto! Si eres tú, has elegido un camino que va a la muerte y ¡no lo sabes! quienes te aprecian lo saben, pueden ver lo que tú no ves y te niegas a ver. Oran para que leas a Salomón:
Delante de cada persona hay un camino que parece correcto, pero termina en muerte.” (Proverbios 14:12, NTV)
Parece correcto, se siente correcto ¡por eso lo elegimos! pero termina en muerte.
Quizá te estés preguntando ¡esto qué tiene que ver con la Navidad! Ya me deprimí, quiero ir a mi casa, sacas mi pasado y me duele la costilla de tanto codazo, me duele la cabeza por sólo mover los ojos para ver la reacción de mi pareja. Pero sabes ¡tiene todo qué ver con la Navidad!
Te diré la razón, cuando quieres identificar el camino correcto, normalmente piensas en ¡qué hábitos romper! poner nuevas metas, aprender más y todo eso es bueno y necesario, pero la buena noticia de la Navidad es que nos presenta “EL” Camino.
Se nos presenta alguien que creyó y aseguró no sólo conocer el camino, sino aseguro SER el Camino. Los versos que leeremos los escribe Juan que tuvo una experiencia real, genuina con Jesús. Lo que escribe no lo imaginó ¡lo vivió! Ahora es anciano y quiere registrar lo más fehaciente posible, cómo fue estar con quién, él está convencido, era Dios en persona.
La mayoría de sus amigos Pedro, Pablo han muerto, de los demás no sabe nada. Por eso quiere dejar lo más claro posible, para quienes no estuvieron con Jesús ¡o sea nosotros! Lo que sabe es demasiado y piensa en cómo ponerlo y empieza así:
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. ..” (Juan 1:14, NVI)
Palabra, Verbo, Logos. Juan dice, todo lo que imaginamos de niños, de jóvenes judíos,las historias que escuchamos de nuestros antepasados, lo que leímos en la Torah, todas las explicaciones, información todo eso invisible, se volvió tangible, real. No sabe cómo seguir, pues se hizo hombre, habitó entre nosotros y algo sorprendente:
Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre....” (Juan 1:14, NVI)
Ellos ¡vieron SU Gloria! Juan quiere que sepamos que ellos lo vieron literalmente. Comimos juntos, buscamos leña, reparamos los huaraches juntos, lloramos, reímos con ÉL. Vimos todo lo que pasó, lo seguimos y cuando todo culminó, después de 3.5 años, verlo morir y pensar que todo había terminado, pero después lo vimos resucitado, desayunamos con ÉL en la playa y esto que dice Juan es extraordinario: ¡creemos que vino del Padre a la tierra para estar con nosotros y que podamos entender cómo es el Padre! y ¿cómo es el Padre?
“...lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14, NVI)
Jesús que vino del Padre es Lleno de Gracia y Verdad. Nosotros buscamos el equilibro entre los 2, pero ÉL es lleno de Gracia y Verdad. Aquí hay iglesias que son todo verdad: dogmáticos, duros, rígidos y nosotros queremos una iglesia llena de gracia, ahí: todos nos aman y decimos: es muy permisiva, liberal, volvamos a la de la Verdad. Juan dice: Jesús es 100% Gracia y Verdad. No diluye la verdad y disciplina con Gracia; al estar frente a Jesús eres consciente de tu pecado y de SU Amor, al mismo tiempo.
El Padre llegó en forma de hombre ¡así se reveló ÉL mismo a nosotros! Por eso mucho de lo que Jesús dijo a veces no lo entendemos, pero ¡ellos sí! porque pasaron tiempo tiempo con ÉL y pudieron entender los matices, las implicaciones, entienden lo que quería decir, porque tienen el contexto.
A veces no entendemos una de las frases más famosas de Jesús, pero Juan sí y lo registra, porque estuvo en la presencia de Dios en cuerpo de hombre, que vino a la tierra para habitar con nosotros. La noche que lo arrestaron, les dijo: Me voy. Responden ¡no te vayas! Si te vas, estamos en problemas, eres nuestra seguridad, pero ¿a dónde vas? y ÉL dice:
Ustedes ya conocen el camino para ir adonde yo voy.” (Juan 14:4, NVI)
¡No lo sabemos! Claro que sí lo saben, es más saben a dónde voy y cómo ir allá. Y Tomás dice:
Dijo entonces Tomás: —Señor, no sabemos a dónde vas, así que ¿cómo podemos conocer el camino?” (Juan 14:5, NVI)
Jesús sonríe y dice: Conocen el Camino ¡lo están viendo! Han pasado 3 años con ÉL, caminado con ÉL de Judea a Galilea ¡claro que conocen el Camino! Están en la presencia de EL CAMINO. Después de todo este tiempo conmigo Tomás, aún te preguntas ¿cuál es el Camino? Y aquí dice el verso famoso:
—Yo soy el camino....” (Juan 14:6, NVI)
Cuando perdemos el camino en el matrimonio, negocio, como padres, en la vida en general ¿sabes qué queremos? queremos un plan, una lista de cosas para hacer, un libro de auto ayuda, lo gogleas ¿cómo mejorar mi relación sin esforzarme? y te dan 15 mil respuestas.
Tu Padre Celestial te ofrece algo mucho mejor ¿sabes qué te ofrece? Se ofrece a sí mismo, se envió a sí mismo, se hizo uno de nosotros para mostrarnos el Camino de regreso a ese lugar en tu vida cuando tenías paz contigo y con Dios. Es EL Camino para regresar a eso que piensas que nunca podrás. Jesús te dice: YO SOY EL CAMINO de regreso. SOY EL CAMINO para salir del desastre que has hecho.
Cuando reconoces: yo soy el problema, es mi desastre, pero si hay una forma de salir ¡lo necesito! Jesús te dice: te entiendo: YO SOY EL CAMINO para salir de ese desastre. SOY EL CAMINO hacia adelante para esa vida que soñaste que deberías tener, pero te desanimaste porque tomaste un camino que parecía correcto, pero no era.
La buena noticia es que ese Camino que anhelamos, necesita un punto de inicio y empieza al responder una pregunta y no es ¿qué debo hacer? es una buena pregunta, pero hay una mejor. Es la pregunta que los discípulos entendieron, por eso su forma de registrarlo tiene sentido, porque ellos podían recordar el día cuando Jesús extendió esa invitación a ellos de forma ¡personal!
La pregunta no es ¿qué debo hacer? la mejor pregunta es ¿a quién voy a seguir? ¿qué camino voy a seguir? ¿a quién seguiré? Los ángeles dijeron esto:
“...Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.” (Lucas 2:10, NVI)
La razón de la mucha alegría para todo el pueblo, de cada generación, nación. Es porque el Camino es Jesús ¡ÉL es el Camino! por que que todos fuimos creados a Caminar.
Si el rey Salomón hace 3 mil años vio esta dinámica, que es igual ahora y aunque hemos acumulado mucha información, conocimiento, y seguimos siendo el mismo de antes, el mismo de siempre. Pero creemos que Jesús se manifestó para mostrarnos el Camino hacia adelante y guiarnos y nos lo ofrece para salir del desastre de la vida y llevarnos a donde debemos estar.
Si preguntas ¿a quién debo seguir? ÉL te dice: Si decides seguirme a mí, YO te guiaré a salir de todo ese desastre y seguir adelante. Es una invitación para ti. Puedes decidir empezar hoy este viaje, antes que tomes más decisiones que pueden parecer correcto.
Cuántas veces has visto a alguien queriendo arreglar su desastre en sus fuerzas, viste el camino que tomaron y dices ¡No, eso lo va a empeorar! Y dicen: a mí me parece correcto.
Hoy es tu Padre quien te dice ¡alto, espera! no intentes solucionar con tus fuerzas o tus habilidades; mejor responde la pregunta ¿a quién vas a seguir? Decide antes que empeores las cosas creyendo que lo vas a mejorar, sólo porque ese camino te parece correcto.
El Camino no empieza con un compromiso a cambiar, sino con la decisión de seguirlo, con la decisión de rendirte, de entregarte y empieza con una oración que yo hago muchas veces y es una confesión:
Padre, muéstrame tu voluntad para mi vida. No necesito soluciones, disciplina, eso vendrá. Padre, muéstrame tu voluntad para mi matrimonio, para el trato con mis hijos porque no conecto con ellos, muéstrame tu voluntad en esta relación, muéstrame tu voluntad con el dinero que sigo pensando que es ¡mi dinero! muéstrame tu Camino par mi Vida, porque intento de varias formas y los caminos me parecen correctos, pero se que TÚ eres el mejor Camino.
En Navidad celebramos que Dios se hizo uno de nosotros para mostrarnos el Camino al padre. Si quieres saber ¿cómo es Dios? Sigue a Jesús por los evangelios.
En Navidad se te invita a seguir a quién demostró ser e ilustro el Camino del Padre y el Camino al Padre, porque se hizo carne y habitó entre nosotros. Eso hace la historia de Navidad ¡asombrosa! fuera de serie, impredecible. No hay forma que el Camino venga al mundo de la forma como dice que lo hizo ¡Pero así es como sucedió!
En esos días, Augusto, el emperador de Roma, decretó que se hiciera un censo en todo el Imperio romano.” (Lucas 2:1, NTV)
El primer Emperador Romano, antes de la República, es el hombre más poderoso del mundo y hace un decreto:
(Este fue el primer censo que se hizo cuando Cirenio era gobernador de Siria). Todos regresaron a los pueblos de sus antepasados a fin de inscribirse para el censo.” (Lucas 2:2–3, NTV)
Tantos detalles
Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea. Llevó consigo a María, su prometida, cuyo embarazo ya estaba avanzado.” (Lucas 2:4–5, NTV)
Mientras estaban allí, llegó el momento para que naciera el bebé. María dio a luz a su primer hijo, un varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos.” (Lucas 2:6–7, NTV)
Imagina con qué cuidado lo pone en el pesebre. EL Camino al Padre, vino al mundo de forma normal, frágil, vulnerable, como uno de nosotros para mostrarnos el Camino de regreso.
Si has perdido el Camino, de alguna forma, en algún área, quizá no lo admites. Tal vez llevas una vida religiosa, pero si sabes que has perdido el camino te animo que hagas esta oración: Padre, muéstrame tu Camino para mi vida; no quiero más caminos que me parezcan correctos pero son callejón sin salida, no quiero más caminos que terminan en muerte ¡te necesito!
Palabra de Dios
Oremos
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