La Mesa del Agradecimiento.

Introducción.

El relato más antiguo de la institución de la Cena del Señor se encuentra en 1 Corintios 11: 23-26

La Cena del Señor es en esencia una fiesta de acción de gracias por el favor no merecido de la salvación: El perdón de los pecados por medio del sacrificio del Señor Jesucristo.

En la Cena del Señor es donde se efectúa la más importante comunión o unidad entre Cristo y su iglesia, así mismo la más importante comunión y unidad entre los miembros de su iglesia que representan la familia de Dios en la tierra.

La designación "Cena del Señor" se deriva de la frase griega kyriakon deipnon - Kyriakos significa que pertenece al kyrios (Señor)- y deipnon era lo que los griegos llamaban la comida principal del día, consumida al final de la tarde o la noche.

A la Cena del Señor se unía generalmente una cena ágape o comida fraternal en el que se expresaba el amor, la unidad de la iglesia y la solidaridad con los más necesitados.

Así cómo la Pascua era la fiesta exclusiva para Israel (ningún extranjero podía participar) y en la que se sacrificaba el cordero sombra y anuncio del sacrificio perfecto por el pecado, de la misma manera el Señor instituyó la Cena que sería para aquellos que han confesado su nombre en fe y arrepentimiento y han hecho confesión pública por medio del bautismo.

Imita el amor y la fraternidad de una familia que al final del día se sientan juntos a la mesa para Cenar alrededor del Padre para agradecer por los favores del día.

La Cena del Señor, viene a ser la gran comida de la familia de Dios, la única ocasión segura que había de reunir a toda la familia. Y los rostros que no se vieron durante todo el día o la semana, pueden ahora encontrarse con certeza a la hora de la cena.

Sin embargo Pablo advierte de las malas actitudes que pueden derivar que la Cena del Señor se tome indignamente..

I. La 1er. mala actitud a evitar es la indiferencia.

Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.. 1 Cor 11.33

El apóstol Pablo pone especial énfasis en que en la medida de lo posible nadie debe ausentarse al participar de la Cena.

El creyente indiferente permite con facilidad que las circunstancias de importancia mínima le impidan asistir:

Ocupaciones de la casa.

Su propia comodidad.

El mal tiempo.

Imaginarias indisposiciones físicas.

¡Cuán a menudo puede observarse que los creyentes que no tienen la suficiente fuerza espiritual para dejar sus casas el domingo, tienen abundante fuerza corporal el lunes para levantarse temprano e inclusive deben recorrer largas distancias en vista de cumplir con sus trabajos, negocios o estudios. C.H. Mackintosh.

II. La 2da. son actitudes que provocan desunión.

Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones. 1 Cor 11.17-18

Pablo en esta carta señala dos malas actitudes que son peligrosas para todos los cristianos y en especial a los que sirven:

Los Celos.

porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones.. ¿No sois carnales y andáis como hombres? I Cor 3.3

La Vanagloria.

Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 1 Cor 3:18-20

El peligro es compararnos con otros.

En conocimiento.

En posición social o económica.

Estas actitudes son el resultado de una incorrecta percepción de si mismos:

o inflarce o subestimarce ante los ojos de Dios.

Necesitamos entender que todos somos iguales y dependientes de Dios.

Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. 1 Cor 10.17-18

La Cena del Señor debiera ser la clara expresión de la unidad de todos los creyentes y no meramente de la unidad de cierto número de ellos.

III. La 3era. mala actitud a evitar es el menosprecio.

Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.. I Cor 11.29

Discernir (Gr. Diakrino) significa, analizar, separar, descomponer, entender la realidad de lo que está de fondo.

En la antigüedad el cernidor (del verbo “cernir”) era un instrumento para separar (o para dis-cernir) el trigo de los demás componentes de la planta y de la tierra, pero también de otras plantas que podían confundirse como verdadero trigo.

El discernir con el cernidor era la acción de darse cuenta, de identificar, de establecer un juicio certero de que lo que quedó después del ejercicio discernidor fue el trigo de verdad, lo que en realidad se buscaba, lo que importaba y daba sentido a la búsqueda.

Una plena identificación con su muerte.

En otras palabras, el que no se da cuenta del valor de los elementos (el pan y el jugo de uvas) que simbolizan el cuerpo y sangre de Cristo, el que no descubre esa realidad maravillosa de la obra redentora en la cruz del calvario, se está metiendo en un grave problema que puede costarle la salud o la muerte.

Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 1 Cor 11.30

El que no discierne que en la Cena del Señor es donde se efectúa la más importante comunión o unidad entre Cristo y su iglesia, así mismo la más importante comunión y unidad entre los miembros de su iglesia de su cuerpo está en peligro.

IV. La actitud correcta en la mesa del Señor.

Por tanto, pruébese cada uno así mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.. I Cor 11.28

Probarse o auto-examinarse.

-No es un llamado a un auto análisis del estado pecaminoso, de otra manera ninguno calificaría y seriamos de cualquier manera indignos.

La "manera indigna" no se refiere al carácter moral, se refiere más bien a la actitud de indiferencia, menosprecio, de celos y vanagloria que pueda existir en cada uno.

Los Corintios No velaban por el bienestar de toda la iglesia, y más bien fomentaban la división en la iglesia al adelantarse a comer sin tomar en cuenta a los de menos recursos.

Probar nuestra conciencia sino le hemos dado valor a la Cena del Señor.

Probar nuestra conciencia si somos culpables de indiferencia al no congregarnos con fidelidad.

Probar nuestra conciencia si hemos hecho acepción de personas, sea por su condición;

Racial o de nacionalidad.

Condición económica.

Posición social o educativa.

CONCLUCIÓN.

Hoy es un día especial en que como miembros de esta iglesia, recibimos el llamado a probarnos a nosotros mismos en cuanto a nuestras actitudes al momentos de celebrar la Cena del Señor.

Pero también es un día especial para los que nos visitan, para que sean testigos del valor y significado de la Cena del Señor que es proclamar su muerte y resurrección para salvación a todo aquel que cree.

Y si hoy hay alguno que nos ha visitado o está con nosotros por primera vez, el llamado es que si aún no ha dado el paso de fe y arrepentimiento reconociendo a Jesucristo cómo su salvador personal, lo haga hoy mismo.

También si hay entre nosotros hermano que han confesado a Jesucristo cómo su salvador pero aún no han dado el paso de obediencia del bautismo, el llamado es a tomar hoy mismo la decisión de bautizarse para se participe de la comunión con Cristo por medio de la Cena del Señor.