Por este hijo oraba
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La presentación
La presentación
1 Samuel 1:27, 28
Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová.
Hay muchos regalos valiosos en el mundo que podríamos tener, podría ser un carro nuevo o una casa nueva, pero sin importar el valor que alguno de estos pudieran tener, ninguno se compara con el valor que tiene un hijo en la familia.
El valor de los hijos solo es comparable o identificable al ver lo que Dios hizo por nosotros al mandar a su Hijo por amor a nosotros que también somos sus hijos.
Ana era una mujer atribulada porque a pesar de querer tener un niño no podía engendrar uno. dentro del contexto bíblico, el tener un hijo representaba no solo la sucesión de la familia, sino también que había una oportunidad de que uno de esos hijos fuera el Salvador del mundo.
En la historia de Ana encontramos algunos elementos importantes que quiero compartir con ustedes.
1.- Dios preparó a los padres.
Dios preparó a Ana y a Elcana para ser los padres de uno de los hombres más importantes de todo Israel de todos los tiempos. (1 Samuel 1:5, 6)
2.- El poder de la oración.
El poder de una mujer que ora (Ana buscó a Dios en su dolor y aflicción (1 Samuel 1:10)). En todo el contexto histórico encontramos a mujeres de oración y si hay un común denominador es que la oración de la mujer es poderosa, no porque pueda más, sin embargo si encontramos emociones muy mezcladas en esas oraciones que están registradas en la biblia de parte de mujeres, y como resultado, ¡Dios contestó!.
3.- Un compromiso eterno.
Un compromiso que es eterno (1 Samuel 1: 11). Ana establece un pacto con Dios conocido como el pacto del nazareo ¿que significa esto? El voto del nazareo comprendía una serie de cuidados hacia quien era dedicado a Dios en este voto. Nazareo significa literalmente “apartado”, “consagrado”, pero también se utiliza esta palabra para referirse a Príncipes y a Nobles. Ana había hecho un compromiso enorme con Dios, el compromiso de devolverlo a él.
4.- El dolor de cumplir.
Cumplir con el compromiso (1 Samuel 1:23, 24) Cuán fácil es olvidarnos de las promesas que le hacemos a Dios. Constantemente el ser humano olvida los compromisos, los pactos que hace con Dios, y es un hecho histórico. Pero Ana no olvidó su compromiso, y aunque pareciere que su esposo, Elcana, no lo recordaba, estuvo dispuesto a apoyar a Ana en su voto y cumplirlo junto con ella.
5.- Las bendiciones se pagan con bendición.
Las bendiciones se pagan con bendiciones (1 Samuel 1:24, 25) Ana y Elcana cuando llevaron a su niño al santuario para cumplir con su promesa a Dios no fueron con las manos vacías. cada uno daba conforme a sus posibilidades dice el libro de Números 6. Cuando recibimos una bendición no podemos llegar a la presencia de Dios con las manos vacías, Dios nos pide que vengamos con las manos llenas para el, pues como dice el texto de 1º Crónicas 29:14“Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos”.