EL VERBO SE HIZO CARNE
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· 545 viewsDios quiere que nuestros pensamientos, no estén conformados al mundo y sus tradiciones, sino a su palabra.
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
¿En qué pensamos cuando celebramos la navidad?
Algunos pensamos en una época bonita, que nos gusta, otros dirán que no les gusta, otros en los regalos, otros en los estrenos, algunos en la comida, otros en tiempo de vacaciones.
Ciertamente, cualquiera diría que no tiene nada de malo pensar, así de la navidad, sin embargo, debemos cambiar la pregunta y pensar, si Dios mandara en su palabra que los cristianos celebremos tal cosa como la navidad, ¿En que quisiera Dios que pensemos?
Probablemente Dios no se enfocaría en las mismas cosas que nosotros.
Si en algo hay que enfocarnos cuando pensamos en la navidad con lo que Dios estaría probablemente de acuerdo es en:
El por qué de la celebración. El motivo debe ser el festejado, “Cristo”
La razón para la celebración: “Cristo vino a este mundo a salvarnos”
Hermanos, Dios espera que vivamos separados del mundo, él nos ha llamado a vivir en santidad fuera de toda clase de influencia que perjudique nuestra relación con él.
Los cristianos podemos celebrar el hecho del nacimiento de Jesús el hijo de Dios, pero debemos hacerlo de manera que tal celebración sea agradable a los ojos de Dios.
Hay CUATRO realidades importantes que Dios enseña en su palabra que debemos considerar todos los creyentes al celebrar la Navidad :
La primera realidad es que:
I. EL VERBO SE HIZO CARNE.(V.14a).
I. EL VERBO SE HIZO CARNE.(V.14a).
14 Y aquel Verbo fue hecho carne...
Dios había prometido un mesías, un libertador, y cumplió su promesa, Isaías dice:
6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Dios había prometido enviar a su hijo, a través de un niño que habría de nacer como nace todo ser humano.
Juan nos da en el versículo 14 la declaración más concisa de ese nacimiento, del milagro de la encarnación.
La frase: aquel verbo fue hecho carne, expresan el hecho real de que Dios asumió la humanidad en la encarnación:
Lo infinito se hizo finito..
La eternidad entró en el tiempo...
Lo invisible se hizo visible ....
El Creador entró en su creación...
Como dice Pablo a los colosenses:
15 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
«El Verbo» en griego significa «logos», que se traduce “Palabra”
Y en la mente griega, logos era la fuerza más poderosa del universo. Era poder creador, fuente de sabiduría, conocimiento, inteligencia.
Ahora Juan nos dice que es una persona y se hizo hombre, Dios que vino al mundo a través del niño Jesús.
Para los Judío, la Palabra tenía un significado aún mayor, sobre todo porque la Palabra del Señor era muy familiar para ellos.
Para ellos(los judíos) la Palabra del Señor era Dios simplemente revelando, Su persona, Su carácter, Su voluntad, Su sabiduría, Su verdad.
Juan está diciendo que la revelación de Dios y la manifestación de Dios está ahora encarnado.
Juan dice que la expresión de la naturaleza de Dios, la voluntad, la sabiduría, la verdad está encarnada.
Es la misma idea que expresa el escritor de Hebreos:
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
Amados hermanos, amigos, Dios se revela en Cristo.
Él asumió humanidad y «se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres» (Filipenses 2:7). «Él participó de carne y sangre» (Hebreos 2:14). Y Él vivió entre nosotros durante treinta y tres años.
Una de las mayores consideraciones que debemos tener al celebrar la navidad , es que Dios se ha revelado en Cristo, Dios mismo encarnado, para revelarse al hombre.
Como leemos en Colosenses 2:9
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
Él es Dios tanto como Dios es Dios y tenemos que entender que el Verbo no es un atributo de Dios. El Verbo no es un mensaje de Dios. El Verbo no es una emanación de Dios. El Verbo no es una creación de Dios.
El Verbo es Dios.
Él es una persona con Dios y una persona que es Dios. Jesús tiene la misma naturaleza y esencia de Dios.
Es el hecho de la encarnación de Dios a través de la persona de su hijo Jesucristo que debe motivar nuestra celebración, todo lo demás aunque parece bonito, está cargado de superficialidad mundana, carente de toda adoración y agradecimiento a Dios por el grandioso hecho de haberse revelado al hombre a través de Cristo.
La segunda realidad que debemos considerar es que:
II. EL VERBO HABITÓ ENTRE NOSOTROS (V.14b).
II. EL VERBO HABITÓ ENTRE NOSOTROS (V.14b).
...y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre)..
Habitó traduce una forma del verbo skēnoō, que literalmente significa “vivir en una tienda”.
La humanidad de Jesucristo no fue una mera apariencia.
Él tomó todos los atributos esenciales de la humanidad y fue “hecho semejante a los hombres” (Fil. 2:7),
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
Y participó de la carne y sangre como nosotros, pero sin pecado (He. 2:14)
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
Se hizo semejantes a nosotros para poder entender nuestra humanidad.
17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
El verbo habitó, montó su tienda entre nosotros, para hacerse alguien igual a cada uno de nosotros.
Entonces, cuando pensamos en el nacimiento de Jesús, nos damos cuenta de que Dios mismo, Dios el Hijo, que estaba eternamente con Dios antes de que algo existiera, como dice Juan 1:1 , es Él quien vino a esta tierra para restaurar la relación que Adán rompió en el jardín.
Él era el Verbo hecho carne. Él era la luz que vino al mundo y Él ilumina a todo hombre que lo busca y lo encuentra.
¡Damos gloria a Dios!
Hermano, mire que tremendo Él preexistente, co-existente, auto-existente Dios, el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y la luz de la gloria de Dios brillaba en medio de un mundo oscuro.
Ahora, la realidad de la navidad o debe llevarnos a esto:
El Verbo hecho carne, habitó entre nosotros, murió por nosotros y resucitó por nosotros, para proveer el perdón de los pecados y la salvación eterna.
Cuando lo aceptamos como nuestro Salvador y lo hacemos el Señor de nuestra vida, nos convertimos en hijos de Dios y su nueva creación, creados en Cristo Jesús para buenas obras así lo enseña Pablo (Efesios 2:10)
¡Damos Gloria y honra al verbo encarnado!
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
La tercera realidad que debemos considerar es que,
III. EL VERBO MANIFESTÓ SU GLORIA(V.14b).
III. EL VERBO MANIFESTÓ SU GLORIA(V.14b).
… y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre …
Jesucristo, el verbo de Dios, el logos de Dios, no solo se encarnó , no solo habitó en nosotros, sino que también mostró la gloria de Dios con una claridad nunca antes vista durante su vida terrenal, aunque todavía estaba de alguna manera velada por su carne humana.
Sin embargo sus discípulos vieron manifiesta su gloria principalmente en sus atributos divinos como la verdad, sabiduría, amor, gracia, conocimiento, poder y santidad.
Él manifestó la misma gloria en esencia del padre, porque como Dios poseen la misma naturaleza.
Su carácter de “unigénito”, que Juan menciona lo describe como el único de su clase.
Su título es diferente al que se le da a la persona que nace de primero en una familia donde hay muchos hijos.
“Cristo es el Hijo unigénito, el único a quien el título pertenece en un sentido completamente único y singular”
Hermanos, Dios se reveló en su Hijo, y hoy también quiere hacerse conocer a aquellos que aún no le conocen de manera personal.
Si vemos a Cristo vemos la gloria de Dios, vemos su perfecto amor, su perfecta justicia, su perfecto conocimiento, su perfecta paciencia, su santidad.
Todo ello está disponible para todo aquel que se acerca a él con fe.
La ultima realidad que debemos considerar es que.
IV. EL VERBO ESTABA LLENO DE GRACIA Y VERDAD(V.14d).
IV. EL VERBO ESTABA LLENO DE GRACIA Y VERDAD(V.14d).
14… lleno de gracia y de verdad.
El verbo se encarnó, habitó entre nosotros, mostró su gloria nunca antes vista como unigénito del padre y también dice Juan que se mostró lleno de gracia y verdad,
Esta es una combinación armónica que estaba presente en él, dos atributos más íntimamente relacionados con la salvación.
Las Escrituras enseñan que la salvación se alcanza completamente por creer la verdad de Dios en el Evangelio, por medio de la cual se recibe su gracia salvadora.
Pablo le recordó a Timoteo que Dios “nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo” (2 Ti. 1:9)
Hermanos, amigos, solo hay gracia de salvación para quienes creen la verdad del mensaje del evangelio.
Es algo que Pablo también enseñó a la iglesia de éfeso:
13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Entendemos que Jesucristo fue la expresión total de la gracia de Dios. Toda la verdad necesaria para salvar está disponible en Él. Fue la expresión total de la verdad de Dios, revelada parcialmente en el Antiguo Testamento.
Lo que Dios había dicho a través de las profecías, prototipos y descripciones se hizo sustancia en la persona de Cristo. Hebreos 1.1-2
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Una vez más Dios mandara en su palabra que los cristianos celebremos la navidad, piense en lo que nos diría:
Celebren la encarnación del hijo de Dios, del verbo encarnado.
Celebren, que Jesús el hijo de Dios, habitó entre nosotros, vivió, murió y resucitó para que en él tengamos salvación y vida eterna.
Celebren que pudimos ver su gloria y la podemos ver ahora también la gloria de Dios, si nos acercamos a él con certidumbre de Fe.
Celebramos que Él se mostró llenó de gracia y verdad, y la ha puesto a favor de todo aquel que en él cree.
Que hoy nuestros pensamientos, nuestras actitudes y nuestro comportamiento, no sea como el del mundo o el de la religión tradicional, que sea conforme a Dios y su palabra.
Vamos a orar.