PASTORES O SABIOS

La guerra para remover a Cristo del “Happy Holidays” Leí un artículo aparecido el 2021 en el diario The Ceres Courier, de California “History of the War on Christmas to remove Christ” (Historia de la Guerra de Navidad para expulsar a Cristo de la festividad). Cito lo siguiente:

Hace menos de 20 años, había vacaciones de Navidad, fiestas navideñas, rebajas navideñas y todos decían “Feliz Navidad” mientras colocaban su árbol de Navidad. Sin embargo, en 2005 comenzó un movimiento para eliminar a Cristo de la Navidad reemplazando “Feliz Navidad” por “Felices fiestas” y ventas navideñas, fiestas navideñas y recreos de invierno en la escuela. La demócrata Patti Murray de Washington fue la primera en llamar árbol de Holidays a un árbol de Navidad. Sutilmente, los liberales comenzaron a eliminar a Cristo de la Navidad en todo el país. Se prohibieron ilegalmente los Belenes, se eliminaron las canciones navideñas e incluso se prohibieron los bastones de caramelo porque el bastón de caramelo se parecía a una "J" de Jesús. Una Navidad tipo Charlie Brown estaba prohibida en algunas escuelas porque hacía referencia al nacimiento de Jesús en un versículo del Libro de Lucas.

Pero, realmente la guerra contra la Navidad comenzó hace más de 2,000 años cuando el rey Herodes se enteró del nacimiento de Jesús. Desencadenó una masacre impía para matar al niño Jesús, matando a todos los niños varones en un evento conocido como la Masacre de los Inocentes.

Siglos más tarde, Lenin, Mao y otros más suprimieron la Navidad en la Unión soviética y en China. En la década de 1960, el comunismo comenzó a infiltrarse en el liderazgo del Partido Demócrata para elevar a jueces como Ruth Bader Ginsburg, consejera general de la ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles - ACLU, por sus siglas en inglés), para que tomaran decisiones judiciales contra el cristianismo y allanaran el camino para una sociedad atea.

Así que no estamos frente a algo totalmente nuevo. Pero esta tarde juntos algunos hechos extraordinarios cuando Jesús nació.

1. LOS PASTORES EN BELÉN

La mayor muestra de humildad de nuestro Salvador es que su primera venida a este mundo pasó desapercibida por la mayoría de las gentes de su propia nación.

Juan 1:10–11 RVR60

En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Los primeros que tuvieron noticia del nacimiento de Cristo fueron unos pastores de Belén. Era probablemente el otoño del año 6 A.C. o a mas tardar el 4 A.C.

Lucas 2:8–14 RVR60

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

Si solo me guiara con mis ojos humanos, o como lo ve el mundo, algo en esta historia que leemos en Lucas está mal. Algo en este mensaje de Navidad está mal, es extraño, es diferente, porque está naciendo un Rey. Y el anuncio no se hace en Jerusalén. Y el anuncio no se hace a los Ricos y Famosos. Este Rey no estaba envuelto en ropa de seda y lino, ni en un hermosa y rica habitación con los mejores médicos atendiendo a mami.

En cambio, el anuncio de la Navidad lo hacen a los Pastores. Los pastores eran conocidos como gente sucia. Olían fuerte, olían a lo que trabajaban, alrededor de ovejas y todo lo demás relacionado con eso. Eran comunes, eran ordinarios, eran pastores, eran gente sucia.

No eran invitados a las reuniones religiosas. No eran invitados al templo. Eran jornaleros sin importancia. Eran inmundos, para cualquier ceremonia, no eran sacerdotes, no eran gobernantes, no eran Maestros, Escribas o Fariseos. Eran pastores comunes, trabajadores de todos los días.

En mis ojos carnales, qué gente extraña para anunciar también gloriosas noticias. El tipo de noticias que, si fueran hoy, los medios nos inundarían en los medios a través de Telemundo, Univisión, la revista People, The Washington Post, y en las redes sociales, ¡y cuantos más! el tipo de noticias que tendrían la atención del mundo, pero NO esta historia. Aquí hay algunos pastores que no tienen educación. Algunos los llaman obreros populares, ignorantes y comunes. Pero los ángeles vinieron y cantaron en medio de ellos las buenas nuevas. Esto realmente me llama la atención y me deja boquiabierto al punto que quiero agradecerle al Señor, porque cuando Él de repente viene, parece que es algo común, ordinario, no está en un rango, o en ningún estándar de clase social en particular, lo que diría la sociedad, que es aceptable o importante.

El sólo se muestra a las personas que están dispuestas a verlo y recibirlo. No estoy seguro de que los reyes y gobernantes de ese día creerían si nos contaran las noticias, cuando vieran las circunstancias en las que se encontraban. Estoy muy agradecido por esto, porque no vengo de alguna genealogía de alta sociedad. de familia elegante o adinerada. En mi niñez no teníamos TV ni en blanco y negro o de color, mi padre salía a trabajar a las 4 a.m. donde nuestras familias se esforzaban para que pudiésemos estudiar y lograr algo mejor. Cuando ya fui adulto, mi novia era una muchacha sencilla como yo.

Pero Jesús vino y llenó nuestros corazones con su presencia. La razón por la que muchas personas no pueden alabarlo o incluso verlo, es porque no lo recibirán.

Porque piensan que El debería haber venido de otra manera, no cómo vino, piensan que la Salvación tiene que ser más difícil que esto. ¡¡Esto no puede ser!! Este bebé nacido de padres campesinos, anunciado a estos Pastores, traería al mundo la Salvación. Por eso me encanta el mensaje de Navidad, porque no se trata de juicio, se trata de fe, esperanza, amor, salvación. El ángel no viene a anunciar que estamos para siempre fuera de la presencia de Dios, sino que el ángel viene a anunciarnos, nosotros que éramos forasteros, marginados, extraños, que estamos aislados como entonces de la alta sociedad de Israel, ahora podemos venir a Su presencia. Porque no importa cómo fuiste criado, tu trasfondo está ahí, es esperanza, para tu futuro.

Cuando lees la Biblia desde Génesis hasta Malaquías, los últimos libros de profecía en el Antiguo Testamento, entre el Antiguo y el Nuevo Testamento hay lo que llamas el período Inter bíblico. Hubo cuatrocientos años, algunos dicen un poco más. Oscuridad y sin buenas noticias. Dios no les ha hablado en más de 400 años, ninguna palabra del cielo. El cielo ha estado en silencio durante 400 años, porque en ese entonces Dios habló a través de la Ley, a través de los profetas, pero ahora (alguien diga, ahora), Dios elige hablar a través de un bebé, a través de un niño, a través de Su Hijo, para que sepas que no importa cuán oscuro haya sido tu pasado, Él ha venido para alegrar tu futuro. Supongo que lo que estoy tratando de decir es que no importa cuán oscuro sea tu pasado, hay un futuro brillante.

Ahora sé que quizás esto no entusiasme a todos, porque algunos pueden decir que no han tenido un mal pasado, ellos han sido perfectos toda su vida.

Pero podría haber algunas personas aquí, si te dejo testificar por unos minutos, nos recordarías a todos y a ti mismo, que hubo alguien que se interesó realmente por nosotros, cuando nadie más lo habría hecho, y nos ignoraron. Ese alguien, el hijo de Dios nos alcanzó, cuando todos los demás pasaron de largo. Porque tal vez, solo tal vez, éramos pastores, vino un ángel y nos dio la buena nueva.

Lucas 2:15–20 RVR60

Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

2. LOS SABIOS DE ORIENTE

Mateo 2:1–6 RVR60

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.

¿Quiénes eran estos sabios del oriente, o comúnmente llamados magos?

Sabemos que los reyes magos eran hombres sabios probablemente de Persia, o el Irán actual. Ellos tuvieron que viajar 900 millas para ver al niño Jesús. Lo más probable es que los magos conocieran las escrituras del profeta Daniel, que en tiempos pasados había sido el jefe de los sabios de la corte en Persia.

Mateo 2:9–11 RVR60

Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Es admirable que le ofrecieron a Jesús, oro como a Rey; incienso, como a Dios; mirra, como a hombre que había de morir, pues la mirra se usaba para embalsamar los cadáveres.

Estos sabios o magos eran hombres que leyeron y creyeron la Palabra de Dios, que buscaron a Jesús, que reconocieron el valor de Cristo, que se humillaron para adorar a Jesús, y que obedecieron a Dios antes que a los hombres. Realmente fueron hombres sabios.

3. EL RECHAZO DE LOS PODEROSOS

En cambio los poderosos despreciaron, y peor aún, buscaron la forma de destruirle. Ya sabemos quien es aquel que impulsa a los enemigos.

Mateo 2:7–8 RVR60

Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

Mateo 2:12–15 RVR60

Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.

Mateo 2:16–18 RVR60

Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron.

Este hecho horrendo es conocido como la Masacre de los Inocentes (Jeremías 31:15). Nuestro Salvador fue librado de la ira de Herodes. Aunque, como hemos visto al principio, los malvados enemigos no ha cesado en su destruir a la iglesia de Cristo. Y tenemos una maravillosa seguridad de que no será así, tal como se lo anunció el mismo Ángel Gabriel a Maria.

Lucas 1:32–33 RVR60

Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

4. REFLEXIÓN

Estoy seguro de que los que estamos aquí preferimos la actitud de los pastores de Belén o de los Sabios de Oriente. Y estemos dispuestos a anunciar la maravillosa historia del nacimiento de Cristo a todos.

Lo mismo que los pastores y luego los sabios, les animo a unirse en alabanza al Triunfo de los Cielos con la Proclamación de huestes angelicales para recordar a las personas que Cristo nació y, debido a su muerte, sepultura y resurrección, ellos puedan nacer de nuevo.

Iglesia vayamos a todos y a cualquiera. No importa si es rico o pobre, Gobernante o Pastor, seamos el Ángel de alguien.