El Dios en una Misión
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16Jesús llegó a Nazaret, donde había sido criado, y según Su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer.
17 Le dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18«El Espíritu del Señor está sobre Mí,
Porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres.
Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos,
Y la recuperación de la vista a los ciegos;
Para poner en libertad a los oprimidos;
19Para proclamar el año favorable del Señor».
20Cerrando el libro, lo devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en Él.
21Y comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que han oído».
22 Todos hablaban bien de Él y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de Su boca, y decían: «¿No es este el hijo de José?»
Introducción
Introducción
El pasado domingo les hablé del Dios Presente; de Emmanuel, Dios con nosotros. Hoy quiero hablarles del Dios que está en una Misión.
Otra aspecto fundamental que distingue al cristianismo de las demás religiones y al Dios del cristianismo de los demás dioses, con d minúscula.
Para la mayoría de las demás religiones, Dios está lejos; apartado de su creación. Dios es intocable; inalcanzable por los seres humanos. Dios es indiferente a la condición y a la experiencia humana.
Es como si Dios hubiese fabricado un carro, lo hubiese puesto en marcha y se hubiese olvidado de él. Y ahora el carro va sin rumbo, a la derriba y sin nadie que lo conduzca.
Sin embargo, el Dios del cristianismo no es así. Él fabricó el carro, lo puso en marcha y se sentó en el asiento del conductor y ha estado conduciéndolo desde entonces.
Ciertamente, el camino se echó a perder. Ha sido destruido. Es árido y rocoso. Está intransitable. Pero Dios sigue en el asiento del conductor. Él es un buen conductor.
Una presencia activa
Una presencia activa
La realidad es que uno puede estar presente de dos formas: de forma pasiva o de forma activa. Nuestro Dios está presente pero de forma activa.
En una ocasión Jesús dijo:
Juan 4:34 (NBLA)
……«Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo Su obra.
En otras palabras: para esto es que yo vivo. Hacer la voluntad de mi Padre es mi propósito.
Mas adelante dijo:
John 5:17 (NBLA)
17…«Hasta ahora Mi Padre trabaja, y Yo también trabajo».
Mi Padre no ha terminado su misión y por eso yo trabajo.
Jesús vino a este mundo con una misión porque su Padre ha estado en una misión desde el día uno. Desde el día en que la muerte, la corrupción y la maldad entraron a este mundo a causa del pecado del hombre.
¿Y cuál es la misión?
Jesús también dijo:
10porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido».
Esa es la misión de Dios en palabras sencillas. Su misión es una misión de rescate.
Jesús tenía muy claro cuál era la misión y no descansó hasta culminarla.
El contexto de Lucas 4
El contexto de Lucas 4
Luego de ser bautizado por Juan el Bautista, Jesús fue llevado por el Espíritu Santo al desierto donde ayunó por 40 días en preparación para su ministerio aquí en la tierra. En preparación para llevar a cabo la misión de su Padre.
Y mientras ayunaba fue tentado por el diablo. El segundo Adán tenía que enfrentar la misma tentación que enfrentó el primer Adán. El segundo Adán tenía que vencer la tentación para poder salvar al primer Adan.
Luego de estar en el desierto 40 días se dirigió primero a su tierra, a donde se crió, a Nazaret, para comenzar desde allí su ministerio público.
Y según su costumbre, entró a la sinagoga el día de reposo y se levantó a leer la Torah; el Antiguo Testamento.
No fue extraño para el pueblo y para su familia ver a Jesús haciendo esto. Lucas dice que era su costumbre. El Hijo de Dios tenía por costumbre congregarse cada semana en su sinagoga para adorar a Su Padre que está en el Cielo.
Y ese día, cuando se levantó a leer, el ayudante de la sinagoga le entregó el rollo del profeta Isaías.
Según los comentaristas bíblicos este relato es uno de los reportes más antiguos que describen el orden del servicio de adoración; del culto, en las sinagogas.
El servicio incluía una lectura de la Ley y otra lectura de los Profetas, seguido por comentarios y aplicaciones de la Palabra de Dios.
Podemos especular la razón por la cual le entregaron este rollo. ¿Sería que Él pidió ese específicamente? ¿Sería que esa era la lectura asignada para ese día? ¿O todo fue predeterminado por el Espíritu Santo desde antes de la creación?
Sea cual sea la razón, tenemos que creer que el Espíritu Santo está orquestrando todo lo que está sucediendo en la vida de Jesús y por consiguiente tenemos que creer que Él está orquestrando todo lo que está pasando en nuestras propias vidas. Incluso, Él orquestró que hoy estuviésemos aquí y que yo le esté hablando de esto.
El Espíritu Santo - el Director de la misión
El Espíritu Santo - el Director de la misión
Les confieso que yo había pasado por alto la prominencia que Lucas le da al Espíritu Santo en su relato de la vida de Jesús.
Hay por lo menos 27 instancias en las que Lucas menciona al Espíritu Santo estando activo en la historia de Jesús y del plan redentor de Dios.
Voy a mencionarles solo unos cuantos ejemplos. Estos son solo desde el primer capítulo hasta el capítulo 4.
El ángel del Señor le dice al sacerdote Zacarías acerca de Juan el Bautista, el hijo que le nacería:
Lucas 1:15 (NBLA)
porque él será grande delante del Señor. No beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre,
El ángel le dice a María acerca de Jesús:
Luke 1:35 (NBLA)
35…«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.
Cuando María visita a su prima Elizabet:
Luke 1:41 (NBLA)
41Cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
Cuando Zacarías escribió el nombre de su hijo en una tablilla, porque Dios lo había dejado mudo a causa de su incredulidad:
Luke 1:67 (NBLA)
67…fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó…
Dice de Juan el Bautista:
Luke 1:80 (NBLA)
80Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu…
Dice de Simeón, aquel que esperaba la redención de su pueblo Israel:
Luke 2:25–27 (NBLA)
25…y el Espíritu Santo estaba sobre él.
26Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo del Señor.
27 Movido por el Espíritu fue al templo...
Juan el Bautista dice de Jesús:
Luke 3:16 (NBLA)
16…Él los bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
El día del bautismo de Jesús:
Luke 3:22 (NBLA)
22..el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del cielo, que decía: «Tú eres Mi Hijo amado, en Ti me he complacido»
Luego de ser bautizado, Jesús:
Luke 4:1 (NBLA)
4 …lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el desierto
Luego de estar 40 días en el desierto:
Luke 4:14 (NBLA)
14Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu…
¡No les parece esto maravilloso!
Estos son solo algunos ejemplos de lo importante que fue para Lucas mostrarle a sus lectores la obra activa del Espíritu Santo en la historia de Jesús.
Si el Espíritu Santo fue protagonista, el director, el superintendente en la vida y el ministerio de Jesús, ¿lo será también en nuestros días?
¿Seguirá estando activo en la misión del Dios Padre?
¿Será importante reconocer su presencia en nuestras vidas y en la vida de la iglesia para poder estar enfocados en Su misión?
¿Si un día alguien decidiera escribir nuestra historia o nuestra biografía cuando ya no estemos, mencionaría detalles como: y fue lleno del E.S., y el E.S. vino sobre él, y el E.S. lo fortalecía, y el E.S. se lo reveló, y fue movido por el E.S.?
Yo no sé usted, pero yo quiero que mi vida sea descrita de esta forma. Que en mi lápida se escriba: Aquí yace un hombre que vivió guiado por el E.S.
Que el día que se escriba la historia de esta congregación se diga: Esta es la historia de una iglesia local guiada por el E.S.
Que Dios nos ayude; que sea nuestro mayor anhelo; que sea la resolución más importante, no solo para este próximo año, sino para el resto de nuestros días, que el E.S. sea el protagonista en la historia de nuestra vida, de nuestras familias y de nuestra iglesia.
Que cada día crezca en nosotros una conciencia cada vez más profunda de Su presencia en nuestra vida y que podamos darle la prominencia que solo Él se merece.
La Misión
La Misión
Entonces cuando se le entregó el rollo del profeta Isaías, Jesús lo abrió y halló el lugar donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre Mí, Porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, Y la recuperación de la vista a los ciegos; Para poner en libertad a los oprimidos; Para proclamar el año favorable del Señor».
Esta es la misión. Esta es la misión de Dios. Esta es la misión de Su Hijo. Esta es la misión de su E.S. ¿Y sabes qué? Esta es la misión de Su Iglesia. ¿Y sabes qué? Esta es tu misión y esta es mi misión de vida.
En el día final nuestras vidas no van a ser juzgadas por cuánto dinero acumulamos, o por cuántos éxitos alcanzamos, o por cuánta preparación académica adquirimos, sino por cuán fieles fuimos a la misión de Dios.
Normalmente leemos este historia de Jesús y no nos sentimos aludidos. Pensamos que lo que Jesús leyó es simplemente su misión.
¿Quién ha sido ungido para anunciar el Evangelio a los pobres? Pues Jesús, decimos.
¿A quién han enviado para proclamar libertad a los cautivos, y la recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año favorable del Señor? Pues a Jesús, decimos.
Pues hoy yo quiero pedirle al Espíritu Santo que me ayude a convencerlos a ustedes de que esta palabra es para nosotros. Que esta palabra se trata de ti y de mí.
Después de resucitar Jesús le dijo a sus discípulos:
Juan 20:21–23 (NBLA)
……«Paz a ustedes; como el Padre me ha enviado, así también Yo los envío».
Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo*: «Reciban el Espíritu Santo.
»A quienes perdonen los pecados, estos les son perdonados; a quienes retengan los pecados, estos les son retenidos».
Es como si Jesús les hubiese dicho:
En primer lugar, lo próximo que les voy a decir va a ser motivo de paz y no de angustia. Así como el Padre me envió a este mundo para cumplir Su misión, así mismo yo los envío a ustedes.
Segundo, el mismo Espíritu que está sobre mí y que me capacitó para llevar a cabo la misión de mi Padre, estará sobre ustedes también. Recíbanlo ahora.
Y en tercer lugar, el mismo poder y autoridad que está sobre mí, yo se lo doy a ustedes.
O sea, que la misión que mi Padre me encargó, yo se la encargo a ustedes.
Por eso les dije:
Juan 14:12 (NBLA)
……el que cree en Mí, las obras que Yo hago, él las hará también; y aun mayores que estas hará, porque Yo voy al Padre.
¿Te das cuenta?
La profecía de Isaías, ciertamente se cumplió en Jesús y también se cumple en nosotros.
Entonces, la próxima vez que leamos……
«El Espíritu del Señor está sobre Mí, Porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, Y la recuperación de la vista a los ciegos; Para poner en libertad a los oprimidos; Para proclamar el año favorable del Señor».
……sabremos; reconoceremos que estas palabras se refieren a nosotros; a ti y a mí.
Su Espíritu está sobre nosotros. Él nos ha ungido y nos ha enviado; o sea, nos ha preparado, nos ha designado, nos ha comisionado, nos ha autorizado.
O sea, no es una opción para nosotros. No es si nos sentimos en el mood. No es si nos sentimos preparados o no. Esa es nuestra misión de vida. Esa es nuestra identidad. Somos un pueblo ungido y enviado para llevar acabo una misión; la misión de nuestro Padre Celestial.
Ungidos
Ungidos
Él nos ha ungido para anunciar el Evangelio a los pobres.
¿A qué pobres?
Pues a los que son pobres tanto física como espiritualmente.
Si nos diéramos a la tarea de identificar a todos los que son pobres físicamente y a todos los que son pobres espiritualmente alrededor nuestro, entonces todos estamos rodeados de pobreza.
Esto lo entendemos muy bien, porque antes de conocer al Señor, nosotros también éramos pobres.
Qué bueno, qué glorioso, qué maravilloso es que Jesús comenzara su famoso sermón del monte y las bienaventuranzas con:
«Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.
Enviados
Enviados
No solo hemos sido ungidos sino también enviados a proclamar el evangelio. Hemos sido enviados a proclamar libertad a los cautivos y la recuperación de la vista a los ciegos.
No solo estamos rodeados de pobres sino también de cautivos. Gente cautiva por el pecado y la maldad. Gente cautiva por la falta de esperanza. Gente cautiva por el dolor y el sufrimiento. A esos también hemos sido enviados para anunciarles que solo hay uno que les puede dar libertad.
No solo estamos rodeados de pobres y de cautivos sino también de ciegos. Ciegos espiritualmente. Gente que está literalmente incapacitada de ver a Dios.
A veces nos sorprende la manera en que actúan las personas. Y es que se nos olvida que están ciegos.
Esto deberíamos entenderlo bien porque antes nosotros también estábamos ciegos. Hoy vemos porque el Señor hizo un milagro de sanidad en nosotros. Nos devolvió la vista. Quitó la venda de nuestros ojos. Removió nuestras escamas.
A los ciegos que nos rodean también hemos sido enviados para anunciarles que solo hay uno que puede devolverles la vista.
No solo estamos rodeados de pobres, de cautivos y de ciegos sino también de oprimidos. Alguien oprimido es alguien que está paralizado por algo. Hay algo que lo aplasta y no lo deja moverse.
Esta opresión puede ser el pecado no confesado. Puede ser un pasado que se arrastra. Pueden ser heridas sin sanar. Raíces de amargura. Ofensas sin perdonar.
Nosotros también estuvimos oprimidos y fuimos puestos en libertad.
Por lo tanto, hemos sido también enviados a los oprimidos para anunciarles que solo hay uno que puede darles libertad.
El año favorable del Señor
El año favorable del Señor
Finalmente fuimos ungidos y enviados para proclamar el año favorable del Señor.
Uno de los mandatos más gloriosos que tenía la ley de Moisés era el año del jubileo. Esto distinguía a los israelitas de las demás naciones.
La ley decía:
”Así consagrarán el quincuagésimo año y proclamarán libertad en la tierra para todos sus habitantes. Será de jubileo para ustedes, y cada uno de ustedes volverá a su posesión, y cada uno de ustedes volverá a su familia.
El jubileo era un año en que toda persona o familia pobre que había caído en un deudo se le concedía un nuevo comienzo. Se le concedía un borrón y cuenta nueva. Los prestamos eran cancelados. Las tierras que se habían vendido para cubrir deudas eran devueltas a sus dueños originales. Y los esclavos eran liberados.
¿Cuántos de nosotros nos gustaría por lo menos un año de jubileo?
La realidad es que el jubileo no solo era algo único que distinguía al pueblo de Israel sino que apuntaba a una realidad más gloriosa. Esto apuntaba al Evangelio. Esto apuntaba al año del verdadero y gran jubileo.
Esto apuntada al año favorable del Señor. Año que se inició el día que nuestro Señor Jesucristo se hizo humano y vivió una vida perfecta. Fue a la cruz y murió por nuestros pecados y al tercer día resucitó venciendo a la muerte para siempre.
Ese día se abrió la puerta; se allanó el camino, para que la deuda más grande que todos teníamos fuese cancelada. La de deuda del pecado.
Y todo aquel que es cubierto por ese gran jubileo recibe libertad, sanidad y redención.
Por eso aquellos que hemos recibido esa libertad ya no nos preocupa lo que traiga el mañana. Ya no nos preocupa lo que traiga el año que comienzo. Porque ya vivimos en el año favorable del Señor.
Ese año que comenzó el día que Cristo resucitó y tendrá su culminación final el día que Él regrese a establecer su reino eterno sobre esta tierra.
Hoy se ha cumplido
Hoy se ha cumplido
Dice la historia que Jesús cerró el rollo y lo devolvió al asistente y se sentó, como era la costumbre. El maestro se sentaba y la gente permanecía parada a su alrededor para escucharlo.
Entonces les dijo: Hoy se ha cumplido esta Escritura que han oído.
El momento es ahora. Hoy es el día en que puedes ser libre. Hoy es el día en que tus ojos pueden ser abiertos. Hoy es el día que puedes dejar de estar cautivo y oprimido. Si solamente te rindes, te arrepientes de tus pecados y pones tu confianza en Jesús como el único que puede salvarte.
Que maravilloso sería que el 2024 inicie como el año favorable del Señor para tu vida.
Conclusión
Conclusión
¡Amados! Nuestro Dios no solo es el Dios Presente sino también el Dios que está en una misión.
Y esa misión se nos ha sido transferida a nosotros. Para eso hemos recibido su Espíritu; para eso hemos sido ungidos; para eso hemos sido enviados, para llevar a cabo Su Misión.
No es una opción. No es para unos pocos. Es para todos. Y el momento es ahora. Hoy se ha cumplido esta Escritura que han oído.
¿Qué te parece si culminamos este año recordando y reconociendo esta verdad juntos?
¿Qué te parece si culminamos este año renovando juntos nuestro compromiso con la misión de Dios?
¿Qué te parece si culminamos este año en la postura correcta, humillados delante de la presencia de aquel que es el Dueño y Señor de nuestras vidas?
Que el Señor nos ayude a dejar de ignorar a los pobres, a los cautivos, a los ciegos y a los oprimidos que nos rodean por todas partes.