Sermón sin título (2)
CÓMO EVITAR LA SEPARACIÓN DE DIOS
Génesis 3:1–13
Introducción: En Génesis 3 vemos que Adán y Eva fueron los primeros en pecar y separarse de Dios. Con base en esa experiencia decidamos evitar la separación de Dios y vivamos en comunión con él por la fe en Jesucristo. Podemos evitar la separación de Dios cuando:
I. No dudamos de la Palabra de Dios (vv. 1–5).
1. Dios les dio mandamientos claros a Adán y a Eva.
2. La serpiente sembró dudas sobre las palabras de Dios.
3. La duda llevó al mandamiento de Dios a la desobediencia.
4. Nunca debemos dudar de la Palabra de Dios (Juan 8:51).
II. Rechazamos los deseos de la carne (vv. 5, 6).
1. Adán y Eva mezclaron una necesidad buena (comer) con un deseo carnal (codicia).
2. Los deseos de la carne los llevaron a desobedecer el mandamiento y pecar contra Dios.
3. Debemos rechazar los deseos de la carne (1 Ped. 2:11).
III. Aceptamos la responsabilidad por nuestros pecados y la provisión de Dios en Jesucristo (vv. 7–13).
1. Adán y Eva no se responsabilizaron por su pecado (vv. 7–13).
2. Debemos aceptar responsabilidad por nuestro pecado.
Conclusión: Hemos visto cómo podemos evitar la separación de Dios causada por el pecado. Confiemos en la Palabra de Dios confesando nuestros pecados y aceptando a Cristo como nuestro Salvador.
CÓMO EVITAR LA SEPARACIÓN DE DIOS
Génesis 3:1–13
Introducción: En Génesis 3 vemos que Adán y Eva fueron los primeros en pecar y separarse de Dios. Con base en esa experiencia decidamos evitar la separación de Dios y vivamos en comunión con él por la fe en Jesucristo. Podemos evitar la separación de Dios cuando:
I. No dudamos de la Palabra de Dios (vv. 1–5).
1. Dios les dio mandamientos claros a Adán y a Eva.
2. La serpiente sembró dudas sobre las palabras de Dios.
3. La duda llevó al mandamiento de Dios a la desobediencia.
4. Nunca debemos dudar de la Palabra de Dios (Juan 8:51).
II. Rechazamos los deseos de la carne (vv. 5, 6).
1. Adán y Eva mezclaron una necesidad buena (comer) con un deseo carnal (codicia).
2. Los deseos de la carne los llevaron a desobedecer el mandamiento y pecar contra Dios.
3. Debemos rechazar los deseos de la carne (1 Ped. 2:11).
III. Aceptamos la responsabilidad por nuestros pecados y la provisión de Dios en Jesucristo (vv. 7–13).
1. Adán y Eva no se responsabilizaron por su pecado (vv. 7–13).
2. Debemos aceptar responsabilidad por nuestro pecado.
Conclusión: Hemos visto cómo podemos evitar la separación de Dios causada por el pecado. Confiemos en la Palabra de Dios confesando nuestros pecados y aceptando a Cristo como nuestro Salvador.