ANHELO POR ESTAR EN LA CASA DE DIOS
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· 481 viewsHABITAR LOS HERMANOS JUNTOS EN ARMONÍA
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EL ANHELO POR LA CASA DE DIOS
INTRODUCCIÓN: el Sal. 84 es un salmo de alabanzas a Dios y expresa el amor de los judíos por la casa de Dios. el templo de Jerusalén.
SALMO 84
Anhelo por la casa de Dios
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.
1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
3 Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán.
1. Isaías Describe El Templo Como la Casa de Dios.
Isaías: 56:7
7 yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.
2. El Señor Jesucristo Describe El Templo Como Casa de Oracion
Mateo: 21: 12-13
12 Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 13y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
3. El Salmista Describe El Templo Como un lugar de adoración
Salmo: 27: 4
4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
4. El Salmita Describe El Templo Como un lugar de refugio.
Salmo: 84: 3.
3 Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
5. Como un lugar donde se encuentra el alimento del alma.
6. Como una de las moradas de Dios.
Juan: 14: 1-3.
1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
CONCLUSIÓN: ¿Es tu anhelo para estar en la casa de Dios, tan ferviente como el del rey David? ¿Has aceptado al Señor Jesús como tu Salvador personal y deseas estar en el templo y fuera de él para servirle?