EL CAMINO HACIA LA PIEDAD: LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES

INTRODUCCIÓN

¿Qué tienen en común los siguientes personajes?

En el AT: Abraham, Job, Moisés, Samuel, David, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Esdras, Nehemías.

En el NT: Juan el bautista, Zacarías su padre, Simeón (quien tomó en sus brazos a Jesús en su presentación y lo bendijo), Ana la profetiza (que era viuda y estuvo presente en la presentación de Jesús), Pedro y Juan, Jacobo y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo de Alfeo, Simón el Zelote, y Judas, el hermano de Jacobo, Matías (el sustituto de Judas) María, la madre de JESÚS, y sus hermanos (Simón, José, Jacobo y Judas), Pablo, Bernabé, Esteban, Cornelio, Timoteo, Tito.

En la historia de la iglesia: Agustín, Martín Lutero, Juan Calvino, John Bunyan, George Whitefield, Lady Huntingdon, Jonathan y Sarah Edwards, Charles Spurgeon, Lottie Moon, George Müller, Dawson Trotman, Jim y Elisabeth Elliot, y Martyn, Lloyd-Jones, Billy Graham.

Todos estos nombres tiene algo en común: “fueron personas que practicaron activamente las disciplinas espirituales”.

Hoy vamos a introducir una serie de sermones (creciendo en piedad), en este primer trimestre del año, que tiene el propósito de ayudarnos a crecer en la vida piadosa o en semejanza a Cristo. Por eso, iniciamos con el siguiente tema: “El camino hacia la piedad: las disciplinas espirituales”. Con la ayuda del Señor nos proponemos definir qué son y cuál es su propósito, para que en las próximas semanas detallemos y viajemos por las principales disciplinas espirituales.

Nota: todo el contenido de este sermón es una adaptación y está basado en el libro “Disciplinas Espirituales” del Dr. Donald Whitney.

¿QUÉ SON LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES?

El Dr. Donald Whitney define Disciplinas Espirituales de la manera siguiente: “Las Disciplinas Espirituales son aquellas prácticas que se encuentran en las Escrituras que promueven el crecimiento espiritual entre los que creen en el evangelio de Jesucristo. Son los hábitos de devoción y cristianismo experiencial que el pueblo de Dios ha practicado desde los tiempos bíblicos.”[1]

Pero para un mejor entendimiento de las disciplinas espirituales, podríamos describirlas de varias maneras:

En primer lugar, la Biblia recomienda las Disciplinas Espirituales tanto personales como interpersonales.

Tanto las Disciplinas personales como las interpersonales son instrumentos de bendición para los seguidores de Jesús y son parte del crecimiento en la piedad, pues la Biblia enseña ambas.

Además, Jesús practicó las dos, y el propósito de practicar las Disciplinas es llegar a ser como Jesús:

Disciplina Espiritual Personal: “Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.” (Marcos 1:35 NBLA)

Disciplina Espiritual Interpersonal: “Jesús llegó a Nazaret, donde había sido criado, y según Su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer.” (Lucas 4:16 NBLA)

Segundo, las Disciplinas Espirituales son actividades, no actitudes.

Las Disciplinas son cosas que usted hace, como leer, meditar, orar, ayunar, adorar, servir, aprender, etcétera.

“Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad” (1 Timoteo 4:7 RV 1960) / “Pero nada tengas que ver con las fábulas profanas propias de viejas. Más bien disciplínate a ti mismo para la piedad.” (1 Timoteo 4:7 NBLA)

γυμνάζω (gymnazō): disciplinarse o entrenarse[2]

La piedad —ser como Jesús— es el propósito, pero el camino dado por Dios para ese propósito es a través de determinadas actividades que se encuentran en las Escrituras, conocidas como las Disciplinas Espirituales.

Tercero, las Disciplinas Espirituales se limitan a las que son bíblicas; es decir, a las prácticas que la Biblia enseña o expone.

Las siguientes Disciplinas Espirituales personales que se recomiendan en las Escrituras: el estudio de la Biblia, la oración, la adoración, la evangelización, el servicio, la mayordomía, el ayuno, el silencio y el retiro, el escribir un diario y el aprendizaje.

Cuarto, las Disciplinas Espirituales que se encuentran en las Escrituras son suficientes para conocer y experimentar a Dios, y para crecer en la semejanza a Cristo (Piedad).

“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto (apto), equipado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17 NBLA)

Las Sagradas Escrituras son suficientes para todo lo que tiene que ver con la salvación y el crecimiento cristiano como lo concerniente a la búsqueda de la piedad.

Así que, lo menos que podemos decir de cualquier otra cosa que una persona pueda afirmar sobre los beneficios espirituales que recibe de una práctica que no está en la Biblia, es que esa actividad no es necesaria.

Por ejemplo, ‘el Cilicio’ y otros sacrificios.

Quinto, las Disciplinas Espirituales son prácticas derivadas del evangelio, no divorciadas del evangelio.

Cuando las Disciplinas se practican correctamente, nos llevan más profundamente en el evangelio de Jesús y sus glorias; no nos alejan de él, como si hubiéramos pasado a niveles de cristianismo más avanzados.

Ilustración: mi experiencia con los retiros de varios días y su propósitos.

Sexto, las Disciplinas Espirituales son medios, no fines.

El fin, es decir, el propósito de practicar las Disciplinas, es la piedad.

Si nuestra práctica no persigue este propósito, el cumplimiento de las Disciplinas Espirituales, independientemente de lo consistente o enérgico que sea, es inútil y no es más que la cáscara vacía de la piedad.

Entonces, las Disciplinas Espirituales son aquellas actividades personales e interpersonales dadas por Dios en la Biblia como los medios suficientes que los creyentes en Jesucristo deben utilizar en su búsqueda de la piedad llena del Espíritu e impulsada por el evangelio, es decir, la intimidad con Cristo y la conformidad a Cristo.

EL PROPÓSITO DE LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES

La característica más importante de cualquier Disciplina Espiritual es su propósito. Ese propósito es la piedad.

“… Ejercítate para la piedad” (1 Timoteo 4:7 RV 1960) / “… Más bien disciplínate a ti mismo para la piedad.” (1 Timoteo 4:7 NBLA)

¿Qué es la piedad?

La RAE la define de la manera siguiente: Virtud que inspira, por el amor a Dios, tierna devoción a las cosas santas, y, por el amor al prójimo, actos de amor y compasión.[3]

2. Piedad, devoción, vida piadosa, religión, conducta santa.

3. Dr. Whitney dice: “Mi definición de piedad es intimidad con Cristo y conformidad a Cristo; una conformidad que es tanto interna como externa, una conformidad creciente al corazón de Cristo y a la vida de Cristo.”[4]

Ejercitarse o disciplinarse en la piedad es el ejercicio constante y creciente de la oración, la lectura de la palabra de Dios, la meditación, el ayuno, el evangelismo, la mayordomía, etc. De manera que estas prácticas o actividades nos ayudarán a moldear un carácter de acuerdo a lo que Cristo es.

Existen tres catalizadores o agente de cambios principales para Dios, cambiarnos y adaptarnos a la semejanza a Cristo.

1. Uno de los catalizadores que Dios utiliza para transformarnos son las personas.

Hierro con hierro se afila, Así aguza el hombre el carácter de su amigo. (Proverbios 27:17 BTX4)

2. Otro agente de cambio que Dios usa en nuestra vida son las circunstancias.

Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. (Romanos 8:28 NBLA)

3. Luego está el catalizador de las Disciplinas Espirituales.

La diferencia entre este catalizador y los dos primeros es que cuando Dios usa las Disciplinas, obra fundamentalmente de adentro hacia afuera.

“Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.” (1 Timoteo 4:8 RV1960)

El ejercicio físico, que tan en auge está hoy en día, y tan necesario es para nuestra salud, la Biblia lo considera “poco provechoso” en comparación del ejercitarse con la piedad.

La gran diferencia entre los beneficios de estos dos tipos de ejercicios, el texto lo indica claramente: “la piedad… tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.”

Si nos dedicáramos a las Disciplinas Espirituales, como nos dedicamos a los ejercicios físicos, al embellecimiento estético, al cuidado personal, nuestras vidas espirituales y, por tanto, nuestra relación con Dios sería una historia distinta.

Si no experimentamos una vida plena y rica espiritualmente es porque no somos practicantes de las Disciplinas Espirituales.

PELIGROS DEL DESCUIDAR LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES

Ilustración: NOTICIA DE MUERTE

La Sra. Reunión de Oración falleció recientemente en la Primera Iglesia Negligente, ubicada en la Av. del Mundo. Ella nació hace muchos años atrás en medio de un gran avivamiento, ella fue una niña muy fuerte y saludable, alimentada con la Palabra de Dios, con abundante testimonios y santidad, creció rápidamente en prominencia y fue uno de los miembros más influyentes en la famosa familia de iglesias de Cristo.

Algunos años antes la hermana Reunión de Oración fue menguando su salud gradualmente hasta ser desahuciada por rigidez en las rodillas, enfriamiento del corazón, inactividad, falta de propósito y fuerza de voluntad; por último ella terminó sólo siendo una sombra de su formación feliz. Sus últimas y susurrantes palabras fueron para preguntar por la ausencia extraña de sus amados, ahora ausentes de su presencia, ocupados en sus negocios y en los lugares de diversión del mundo. Su hermano mayor el Sr. Reunión de Estudio Bíblico murió hace muchos años también.

Algunos expertos, incluyendo al Dr. Trabajo, el Dr. Reforma y Dra. Unión discrepaban en las causas de su enfermedad fatal, administrándole grandes dosis de reuniones sociales, competencias, deportes y entretenimiento, pero todo fue inútil. La autopsia reveló que la deficiente alimentación espiritual, la falta de fe, sincera consagración y la deserción de sus miembros, fueron la causa que contribuyeron a su muerte.

Sólo unos pocos estuvieron en su funeral, sollozando en los recuerdos de su bello pasado y poder. Plañideras cuidadosamente escogidas fueron buscadas para llorar sus recuerdos, pero no aparecieron. No hubo flores, sus himnos favoritos «Maravillosa Gracia» y «Roca de la Eternidad» no fueron cantados; en vez de eso la Srta. Imaginación Moderna interpretó «Bella Isla en Algún Lugar», pero nadie tenía idea dónde podría estar esa isla.

Su cuerpo descansa ahora en el cementerio de «Glorias Pasadas» esperando ser llamada arriba. En honor a su partida, las puertas de la Iglesia estarán cerradas por mucho tiempo, salvo cuando la Sociedad de Damas de la Limonada Rosada programa alguna actividad para servir refrescos al equipo de fútbol.[5]

Quien se descuida de las disciplinas espirituales se desconecta de Dios.

Quien se descuida de las disciplinas espirituales se enfría espiritualmente.

Quien se descuida de las disciplinas espirituales no disfrutará de las abundancias y riquezas que hay en Dios para nosotros.

Quien se descuida de las disciplinas espirituales se estancará espiritual y ministerialmente.

Quien se descuida de las disciplinas espirituales fomenta a las nuevas generaciones una vida pírrica y carente de sustancia.

APLICACIONES Y CONCLUSIONES

Las disciplinas espirituales no te salvan. La salvación es exclusiva de la obra de Cristo en la Cruz.

Las disciplinas espirituales no es lo que eres, sino que es algo que haces.

El propósito de las disciplinas espirituales no es ella en sí misma, no es lograr tener la práctica regular, sino conformarnos a la imagen de Cristo; es llegar a ser una persona piadosa.

El medio dispuesto por Dios para el crecimiento y para tener una relación personal con él, son las disciplinas espirituales.

[1] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 5). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle. [2] James Swanson, Diccionario de idiomas bı́blicos: Griego (Nuevo testamento) (Bellingham, WA: Logos Bible Software, 1997). [3] https://dle.rae.es/piedad [4] Whitney, Donald S.. Disciplinas espirituales para la vida cristiana (p. 10). Tyndale House Publishers. Edición de Kindle. [5] https://www.poderypaz.com/2015/09/3508/el-fin-de-la-senora-reunion-de-oracion-2/