PLANEANDO NUESTRA VIDA (Parte 2)
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¿Qué quieres lograr en la vida? ¿Cómo quieres que sea tu hogar? ¿Cómo será tu futuro de aquí a 5 años? ¿Qué clase de salud quieres tener? Con esa pregunta hemos terminado el año pasado.
1. ¿PORQUE DEBEMOS HACER UN PLAN?
1. ¿PORQUE DEBEMOS HACER UN PLAN?
Hemos aprendido que no debemos vivir sin un plan, a la deriva. La Palabra de Dios nos da advertencias muy claras.
El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el daño.
Entonces cuando planeamos nuestra vida estamos preparándonos mentalmente, no solo para lograr nuestras metas, pero también para enfrentar los posibles desafíos o dificultades en la vida.
Si no lo hacemos así, las Escrituras nos comparan como gente simple, que no reflexiona antes de actuar.
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia?
El apóstol Pablo nos enseña sabiamente que debemos vivir con un propósito definido.
Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire.
Sabiendo esto, hermano, hermana, ¿Qué te impide hacer un buen plan? ¿O crees tal vez que es inútil hacer un plan? ¿O tal vez juzgas que no puedes hacer un plan?
2. OLVIDA EL PASADO, ENFOCA EN EL FUTURO
2. OLVIDA EL PASADO, ENFOCA EN EL FUTURO
Algunas personas llevan una carga pesada de un pasado triste o frustrante, que no las deja avanzar, y se quedan atrapadas en un fracaso, o recuerdan los errores cometidos, aquellas veces que se rindieron, o las oportunidades que dejaron pasar. En cambio, tenemos este sabio consejo en la Santa Biblia:
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Entonces, no hay que mirar atrás. El pasado es historia, es ceniza, nada podemos hacer para cambiarlo. Tal vez nos martilla el recuerdo de un fracaso, o de alguien que nos hizo sufrir, o una culpa que arrastramos.
Acepta hoy el perdón que Dios te da, la sanidad del alma que recibes de Él. Solo abre tu corazón para que Él venga a morar en ti. Y esas heridas del pasado se irán. No tienes por qué vivir esclavizado al pasado.
En el siguiente pasaje del Antiguo Testamento, Dios en su gran misericordia, tuvo compasión de Israel, su pueblo rebelde, que fue castigado por su pecado.
¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
Ten la seguridad que, si te arrepientes y reconoces tu pecado, el Señor también te perdonará. No más culpas, ni penas. Él te consuela con su dulce amor.
Por otro lado, algunos siervos de Dios, que fueron fieles a Dios por un buen tiempo, tal vez se han quedado pegados a las glorias pasadas, a las bendiciones del ayer. Entonces ellos están en peligro de caer en vanagloria y tentación.
Si he mirado al sol cuando resplandecía, O a la luna cuando iba hermosa, Y mi corazón se engañó en secreto, Y mi boca besó mi mano; Esto también sería maldad juzgada; Porque habría negado al Dios soberano.
Entonces tampoco puedes quedarte mirando aquellos días gloriosos. A pesar de haber llevado a Cristo a muchos, no has sido tú, sino la obra del Espíritu Santo a través de ti. Por ello, el Apóstol Pablo nos dice, con humildad: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. Olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta.
3. DIOS QUIERE QUE HAGAS TU PLAN
3. DIOS QUIERE QUE HAGAS TU PLAN
Dios tiene un hermoso proyecto de vida para cada uno de nosotros. Nos ha hecho a su imagen y semejanza, por tanto, somos seres inteligentes y nos toca descubrir ese gran propósito, mediante el mejor plan posible de nuestra parte.
Hermano, hermana, no estés buscando, como muchos perezosos, que Dios te hable de modo audible, a través de charlatanes auto-proclamados apóstoles y profetas hoy en el Siglo 21. En vez de eso, simplemente ora, sobre todo cuando no estás seguro de la voluntad de Dios para tu vida.
Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti confío. Hazme conocer el camino en que he de andar, porque hacia ti levanto mi alma.
Entonces, está en nosotros hacer el mejor plan posible. Y Dios mismo lo ha de perfeccionar.
El hombre planea su futuro, pero Dios le marca el rumbo.
Puede ser que estemos anhelando algo que al final nos traerá solo dolor, entonces Dios lo va a reorientar para bendecirnos del mejor modo. En lo personal, amo este pasaje:
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
4. ENTONCES ¿CÓMO DEBO HACER MI PLAN?
4. ENTONCES ¿CÓMO DEBO HACER MI PLAN?
Todo empieza con el propósito general de nuestra vida. Nuestro Dios nos ha creado, y a pesar de la caída, Él nos ha amado tanto que envió a su Hijo como sacrificio por nuestros pecados, para darnos vida eterna, y a restaurarnos para que al fin podamos cumplir ese gran propósito de vivir eternamente en comunión con El.
Durante nuestra vida en esta Tierra debemos establecernos metas a largo plazo (por ejemplo, a 10 años), a mediano plazo (a 5 años). Entonces en el plan de este nuevo año debe fijar metas que me permitan lograr mis metas a mediano y largo plazo, para que mis sueños sean realidad. Y cada plan debe hacerse pensando bien.
Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después de haber puesto los cimientos y al no poderla terminar, todos los que la vean comiencen a burlarse de él,
En otras palabras, estos son algunos aspectos que contiene un Plan. Fíjense las preguntas que se hacen.
• Qué = Visión – que deseamos lograr al final
• Quiénes = Misión – quien va a ser parte del plan
• Con qué = Recursos – con que contamos para hacerlo
• Dónde = Lugar donde debemos estar
• Cuándo = Que tiempo nos va a tomar cumplirlo
• Cómo = Programación – que pasos vamos a dar
• Para qué = Beneficio que logramos en cada paso
También es necesario identificar qué parte del plan es la mas critica, que si no se cumple, entonces las siguientes no se van a lograr. Ejemplo, un trabajo difícil de conseguir o con pago menor al que esperamos. Me agrada vivir en esta cultura donde escuchamos decir: “Tengo un Plan A, pero si no va bien, entonces tengo un Plan B”.
5. BUSCA EL CONSEJO ADECUADO
5. BUSCA EL CONSEJO ADECUADO
Es muy importante pedir consejos a personas prudentes y sabias de nuestro entorno, para que nos den consejos sobre cómo crear y seguir mejor un plan para lograr nuestros objetivos.
Donde no hay consulta los planes se frustran, pero con multitud de consejeros, se realizan.
Cuando hagamos un plan debemos evitar dos tipos de errores comunes.
a) Ceder a presiones externas – de los que te rodean
No te acerques a los necios, porque no encontrarás conocimiento en sus labios.
Estas pueden ser tus propias circunstancias actuales, o de aquellas personas que desean imponerte su propia agenda. Filtra todo consejo por medio de la Palabra de Dios.
b) Ceder a presiones internas – tú mismo
No te dejes guiar por codicia o ambición de bienes materiales, o anhelos incorrectos, hasta pecaminosos
No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece porque cuando aman al mundo, no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo;
6. CONFÍA EN DIOS DE TODO TU CORAZÓN
6. CONFÍA EN DIOS DE TODO TU CORAZÓN
Finalmente, ten presente que un buen plan no es una garantía de que siempre lograremos nuestros objetivos. El apóstol Santiago advierte:
Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero.» ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.»
Por tanto, no hay que preocuparse ni temer que se presente un cambio, pues Dios está en control. Los planes de Dios son mejores que los nuestros. Pero eso no significa que no hagamos planes. Dios nos pide que hagamos un plan, y El mismo lo va a perfeccionar.
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
7. PONIÉNDOLO EN PRÁCTICA
7. PONIÉNDOLO EN PRÁCTICA
Hermano, hermana, al iniciar el nuevo año 2024 mira lo que tienes delante. Haz tu plan de vida.
Los fracasos, penas y culpas deben quedar en el pasado. No te quedes en el pasado. Nada puedes hacer para cambiarlo.
Y si fueron tiempos de bendición, tampoco te quedes acariciando esos tiempos. Prosigue a la meta.
En vez de eso, ora y pide con humildad la guía del Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios. Lámpara es a nuestros pies su Palabra y lumbrera a nuestro camino.
Y si aún no estás seguro de estar en los caminos del Señor, has venido aquí para buscarle, hoy es tiempo de orar. Deja hoy tus cargas a los pies de la cruz, y prosigue a la meta, al llamamiento santo de Cristo.
Vamos a orar.