¿DE QUÉ ESTÁ HECHO EL LÍDER?
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SERIE: Influyendo en los demas
Nehemías el líder
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Una de la mayores necesidades del mundo, es un liderazgo bueno y fuerte; eso es lo que más necesita el mundo de hoy.
Las naciones, las familias, los negocios y las iglesias solo son fuertes y permanecen cuando hay un buen liderazgo.
CONTENIDO:
CONTENIDO:
Nada sucede hasta que alguien proporcione liderazgo; Todo se edifica o se derrumba según sea el liderazgo.
El mundo necesita líderes preparados.
En el libro de los Jueces encontramos siete ciclos. Un día las cosas marchaban bien y la vida tenía un aspecto bastante bueno; pero al día siguiente andaban por el suelo. Vemos que este esquema se repetía una y otra vez. En el último versículo del libro de Jueces la Palabra lo resume así: 25En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Jue 21:25
Donde no hay líderes, la gente hace lo que mejor le parece, y la consecuencia de esto es la inestabilidad.
Liderazgo es influencia;
Liderazgo es influencia;
Dicho en una sola palabra, el liderazgo es influencia, para bien o para mal.
El líder es la persona a la cual todos se mantienen mirando con el fin de averiguar lo que piensa. Cada vez que influimos sobre otra persona estamos asumiendo liderazgo.
La Biblia define al líder como alguien que tiene capacidades dadas por Dios y la responsabilidad de influir sobre un grupo de creyentes con el fin de que se realicen los propósitos de Dios para ese grupo.
Nehemías es uno de los ejemplos más destacados de liderazgo que hay en la Biblia: ¿Por qué?
• Porque era un verdadero líder.
• Porque comprendía lo que el líder necesitaba ser y hacer.
• Porque se las arregló para realizar unas proezas increíbles en tiempo récord.
La prueba del liderazgo es esta: «¿Alguien te está siguiendo?»
La prueba del liderazgo es esta: «¿Alguien te está siguiendo?»
Si quieres saber si eres líder o no, solo tienes que mirar hacia atrás por encima del hombro. ¿Te sigue alguien?
Una pista: Si le tienes que decir a la gente que eres el líder, si se lo tienes que recordar, es que no lo eres.
No puedes forzar a nadie a seguirte, hagas lo que hagas. ¡Tienes que inspirar a la gente para que te siga!
El fundamento del liderazgo es el carácter, no el carisma.
El fundamento del liderazgo es el carácter, no el carisma.
El fundamento del liderazgo no es el carisma personal, sino el carácter. El carisma no tiene nada que ver con lo que hace que un líder sea eficaz.
El liderazgo es influencia, y sin credibilidad, su influencia no irá muy lejos. Tal vez la gente te siga por un tiempo, pero no pasará mucho antes que se den cuenta de que vas por un camino que no lleva a ninguna parte.
Reputación es lo que la gente dice que eres. Carácter es lo que realmente eres.
D. L. Moody decía: «El carácter es lo que somos en medio de la oscuridad, cuando nadie nos está mirando».
Es la única cosa que tienen en común todos los grandes líderes. Cuando una persona carente de carácter llega a un puesto de liderazgo, esos defectos de carácter causan su caída.
Dios nos creó con una forma única. No hay un tipo de personalidad concreto para los líderes.
Tienen un mensaje digno de recordar
Tienen un estilo de vida digno de considerar
Tienen una fe digna de imitar
Se puede aprender a ser líder
Se puede aprender a ser líder
Todos tenemos el potencial de llegar a ser grandes líderes.
Las personas se convierten en líderes por la forma en que responden ante las circunstancias. Los líderes se levantan o se derrumban según las decisiones que tomen.
En el momento en que dejemos de aprender, dejaremos de ser líderes.
Cuando un líder deja de aprender, también deja de ser líder. Para ser eficaces, necesitamos desarrollarnos, creciendo y convirtiéndonos continuamente en lo que Dios quiere que seamos.
Hace falta más energía para cortar leña con un hacha sin filo, que con una afilada. Necesitamos aprender a trabajar con mayor inteligencia, no con mayor esfuerzo. La gente dice que el trabajo duro es el que da el éxito. Yo conozco muchas personas que trabajan duro, y sin embargo, no tienen éxito, porque no han aprendido a trabajar con mayor inteligencia.
EL TRASFONDO DE LA HISTORIA DE NEHEMÍAS
EL TRASFONDO DE LA HISTORIA DE NEHEMÍAS
La ciudad de Jerusalén fue destruida en el año 586 a.C. Los judíos que vivían allí fueron deportados a Babilonia (hoy en día le damos el nombre de Irak a ese lugar). Debían estar en el cautiverio durante setenta años, pero en el 537 se le permitió a un primer grupo que regresara. En el 516 se reconstruyó el templo de Jerusalén. Esdras fue el líder del segundo grupo de judíos que regresó a Jerusalén en el 458. Luego, en el 445, Nehemías pidió autorización para volver a Jerusalén con un tercer grupo, a fin de reconstruir los muros de la ciudad.
En aquellos días, las ciudades estaban protegidas por los muros que las rodeaban. Si un enemigo atacaba la ciudad, le podía tomar hasta seis meses abrirse paso para entrar, gracias a esos muros. Cuando Nehemías entró en escena, los muros de Jerusalén habían estado destruidos durante décadas.
Ya para entonces, los judíos habían estado viviendo en cautiverio en Babilonia durante algún tiempo. Finalmente se les permitió ir regresando poco a poco, y después se les permitió reconstruir el templo. Pero la ciudad seguía en ruinas y los muros seguían siendo un montón de escombros.
Lo que estamos leyendo aquí es el diario de Nehemías. Es su propia historia personal, escrita por él mismo. En sus propias palabras, leemos cómo consiguió el permiso de un rey extranjero -un hombre que no era creyente- para volver a Jerusalén y reconstruir sus muros. Aquel era el mismo rey que había ordenado anteriormente que no se reconstruyeran los muros la primera vez que los judíos habían intentado hacerlo. Tal vez hayas tenido la experiencia de tratar de cambiar la manera de pensar de alguien después que te ha negado con gran firmeza lo que le pedías. ¡No es fácil! Nehemías hizo que eso sucediera. En este notable diario personal vamos a poder mirar al interior de este líder.
Es probable que Nehemías, al ser copero del rey, ocupara el segundo puesto en importancia dentro del reino. El copero del rey era una combinación de Primer Ministro, guardaespaldas, agente personal de seguridad y ayudante del rey. Era la persona en la que más confiaba el rey. El título de Nehemías se origina en la parte de sus responsabilidades que incluía la obligación de probar el vino antes que lo bebiera el rey, para asegurarse de que no estuviera envenenado.
Nehemías tenía que ser totalmente leal y digno de confianza, y Artajerjes le había confiado su propia vida. Aunque es probable que Nehemías naciera en Babilonia durante el cautiverio, no era persa; sin embargo, ocupaba el segundo puesto en autoridad y era una gran figura dentro del gobierno persa. Dios siempre tiene su manera de poner a su gente en la posición necesaria y en el momento preciso.
Jerusalén está a una distancia de entre mil trescientos y mil seiscientos kilómetros de Susa, es probable que le hubiera llevado unos dos meses hacer el viaje a lomo de camello, atravesando el desierto; un viaje nada fácil. Nehemías le pidió noticias a Hananí. Quería saber todo lo que le estaba sucediendo a la familia en Jerusalén. «Solo traigo malas noticias», le dijo Hananí, «El pueblo está deprimido, nuestros parientes están desalentados y los muros siguen en el suelo. Han reconstruido el templo, pero toda la ciudad está en ruinas. Están invadiendo la ciudad y el pueblo está realmente desalentado. ¡Malas noticias, hermano!»
Nehemías se siente triste con las noticias, y avergonzado por el pueblo de Dios. En los versículos siguientes leeremos su oración.
También veremos que no oró una hora solamente; ni siquiera un solo día. Las Escrituras dicen que oyó las noticias en el mes de Quisleu, y fue en el mes de Nisán cuando el rey lo dejó ir. Había estado orando, llorando, ayunando y lamentándose durante cuatro meses. Es claro que se había tomado en serio aquellas noticias, y que las guardaba en lo más profundo del corazón.
Nehemías es hombre de oración. En su diario leemos once oraciones; más que en casi cualquier otro libro de la Biblia. ¿Por qué crees que Dios lo escogió para que fuera líder? ¿Habrá tenido algo que ver su vida de oración?
¿Por qué escogió Dios a Nehemías como líder?
Entre todas las personas posibles, ¿por qué escogió Dios a Nehemías, el copero de un rey pagano?
Hay tres razones:
Veamos...
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Nehemías era sensible ante las necesidades que veía a su alrededor.
Nehemías era sensible ante las necesidades que veía a su alrededor.
Dios vio el corazón de Nehemías, y lo que vio lo hizo sonreír.
Nehemías era un hombre al que le importaba lo mismo que le importaba a Dios. Él llevaba una buena vida en Babilonia. Sí, era judío, pero había nacido allí en Babilonia, durante el cautiverio.
Ni siquiera había visto jamás a Jerusalén. Le debe haber parecido que aquellos problemas estaban a un millón de kilómetros de distancia. Pero cuando oyó hablar del pueblo de Dios -deprimido, desalentado y derrotado-, se tomó en serio aquellas noticias.
Los líderes son sensibles ante las necesidades de la gente que los rodea.
Nehemías era digno de confianza
Nehemías era digno de confianza
Nehemías era un hombre de buena reputación. Artajerjes le había encomendado su seguridad personal. Eso significa un grado muy alto de confianza. Dios usa personas que sean dignas de confianza, seguras y fieles.
Nehemías era un hombre dispuesto.
Nehemías era un hombre dispuesto.
Cuando se necesitó un líder, Nehemías dijo: «Yo me ofrezco! ¡Aquí estoy; envíame a mí!» Tenía el cargo más envidiable de todo el reino, y el problema estaba a mil seiscientos kilómetros de distancia. Le llevaría dos meses llegar allí en camello. Habría sido mucho más fácil quedarse donde estaba, llevando la vida fácil de palacio.
Pero Nehemías dice: «¡Yo voy! ¡No soy constructor, pero voy a reconstruir los muros!» Él no tenía las habilidades necesarias para ese trabajo, pero sí tenía un corazón bien dispuesto. Dios lo escogió porque era sensible y de confianza, y se había puesto a su disposición.
Dios no busca tanto, en los líderes, las capacidades como la credibilidad, la confiabilidad y la disponibilidad. Esas cualidades son todas, cuestión de decisión. Tal vez tú digas: «Yo no tengo los dones, el talento o el intelecto necesario». Sin embargo, no es esa la pregunta que Dios te está haciendo.
Dios quiere saber:
• ¿Se puede creer en ti?
• ¿Tienes carácter?
• ¿Se halla tu carácter en crecimiento?
• ¿Eres sensible ante la gente?
• ¿Eres digno de confianza?
• ¿Puede Dios apoyarse en ti?
• ¿Estás dispuesto?