La doctrina de la mujer
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La doctrina de la mujer
La doctrina de la mujer
1 Timoteo 2:9-15
9Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, 10sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad. 11La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 12Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 13Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 15Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
Introducción
Introducción
Es importante tocar los temas doctrinales bíblicos de la mujer.
En la época en que fue escrita la Biblia, en la mayoría de las culturas la mujer era sub valorada y marginada.
En el siglo XX, la lucha del movimiento feminista ha logrado que la mujer obtenga los mismo derechos y obligaciones que los hombres.
Sin embargo, ahora en el siglo XXI, este movimiento se ha degenerado, llegando al punto de despreciar los derechos de los hombres.
Por tanto, para no caer en ningún error, es importante comprender correctamente la posición de la mujer en la iglesia.
Como Discipulo hemos aprendido la importancia del acompañamiento de las esposas en el ministerio.
Tenemos el ejemplo de Priscila y Aquila (Hechos 18), y los apóstoles ( 1 Corintios 9:5: ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?)
Sin embargo, debemos conducirnos bajo la enseñanza bíblica respecto a la participación de la mujer en el ministerio.
Mujeres como ejemplo de piedad
Mujeres como ejemplo de piedad
1 Timoteo 2:9-10: “9Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, 10sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.”
Los cuaqueros obligaron a las mujeres a usa un vestido simple color negro, pero las mas ricas mandaban a comprar la seda negra más fina para diferenciarse.
La mujer se destaca por su belleza, por esa razón es más propensa a caer en la vanidad.
El apóstol exhorta a la mujer a evitar caer en el pecado de la vanidad, a preocuparse exageradamente en su apariencia personal, descuidando así su vida espiritual.
El espíritu de esta instrucción no se limita a la apariencia exterior, sino a la intención del corazón.
La sujeción de la mujer
La sujeción de la mujer
1 Timoteo 2:11–12 “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.”
Este mandato suena bastante chocante para la cultura moderna, sin embargo, tiene su lógica y verdad bíblica.
En las culturas en las que predicó Pablo, encontró mucho desorden social (sucedió también en Corinto como también aquí en Efeso). De manera que las mujeres se atribuían autoridad para cuestionar el liderazgo de la iglesia. Por eso Pablo envía a Timoteo a Efeso para corregir estos problemas.
El punto principal en este mandato es la autoridad de la mujer en la iglesia, esto entra en conflicto con el mandato del Señor en:
Efesios 5:22–23 “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.”
Si la mujer es la cabeza de la iglesia ¿cómo podrá tener dominio sobre su esposo, quien es su cabeza en el hogar?
Pero, ¿esto significa que la mujer no puede enseñar?
Algunos toman literalmente estas palabras, pero por la gramática del texto el apóstol lo está ordenando específicamente para la iglesia de Efeso: “no permito” tiempo presente.
La mujer puede profetizar en la iglesia:
1 Corintios 11:5 “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.” La mujer puede profetizar en la iglesia.
Es una promesa profética: Joel 2:28 “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.”
Profetizar es proclamar la palabra de Dios, Juan el Bautista proclamó la venida del Señor anunciada por la Biblia y fue llamado por El Señor profeta. Cuando predicamos la Palabra del Señor estamos profetizando.
1 Corintios 14:3–4 “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.”
Priscila con su esposo Aquila instruyeron a Apolos (Hechos 18).
Enseñan a otras mujeres: Tito 2:3–4 “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,”
Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, Tito 2:3–4.
El mandato Biblico es que la mujer no puede ejercer el papel de cabeza de la congregación, porque ella está bajo sujeción, nunca podría ser cabeza de las cabezas del hogar.
Enseñar y ejercer autoridad: No permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él; debe mantenerse ecuánime. 1 Timoteo 2:12 (NVI)
Conclusión
Conclusión
La mujer tiene una función más importante:
1 Timoteo 2:15 “Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.”
El sentido de salvación no se refiere a la salvación de su alma, pues somos salvos por la Sangre de Cristo y por gracia y no por las obras.
En este versículo se la palabra salvación como santificación, pues al cumplir el propósito de Dios para la mujer (procrear hijos) se está santificando al obedecer.
La mujer tiene su lugar y función en la obra del Señor criando a los futuros lideres, pastores, presidentes.
Así como lo hizo María con el Señor Jesucristo, Como Loida y Eunice con el mismo Timoteo. 2 Timoteo 1:5 “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.”
Por eso Dios a puesto en la mujer un sentimiento más fuerte amor por sus hijos.
La principal función de la mujer es velar que sus hijos crezcan en los físico pero también en lo espiritual.
Es una función más importante porque ella instruye a los que en el futuro serán los que instruyan.