Somos enviados por Jesús a predicar a uno o a muchos.
A traves del relato del endemoniado, observamos como es que el Señor nos comisiona a predicar el evangelio
Introducción
Para Jesús un hombre, aunque sea “anormal”, vale mucho más que otros elementos de la creación, llámense cerdos o los actuales: oro, perlas, petróleo… La normalidad de este hombre es el resultado de un encuentro con Cristo.
1.Jesús nos envía una vez que nos libera.
2.Para ser enviado permite que Jesús te cambie.
¡Rabí, vete! Tus poderes
Traen pérdida a nosotros y a los nuestros.
Nuestros caminos no son como los tuyos.
Tú amas a los hombres, nosotros a los cerdos
Oh, vete de aquí, Omnipotencia,
¡Y toma a este tonto tuyo!
¿Su alma? ¿Qué nos importa su alma?
¿Qué bien nos ha venido que lo hayas sanado,
Si perdimos a nuestros cerdos? (Hughes, Mark, 122)
3.Jesús nos comisiona
Conclusión
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.