Hebreos 5
Un maestro sabe que no todo alumno es rápido para aprender, perceptivo, y bendecido con una buena memoria. Mucha veces el maestro tiene que repetir sus lecciones y hacer uso de su paciencia con estudiantes que por naturaleza son de lento aprendizaje. El escritor de Hebreos interrumpe su explicación acerca del sacerdocio de Cristo para exhortar a sus lectores a que sean mejores estudiantes de la Palabra.
La iglesia cristiana debe crecer para existir. Aquellos que han oído el evangelio y lo han aceptado en fe deben compartir su conocimiento con otros que necesitan instrucción
Los redactores de catecismos en la epoca de la Reforma incorporaron tres documentos cristianos en sus enseñanzas: el Credo Apostólico, los Diez Mandamientos, y el Padre nuestro. Ellos consideraban que estos constituían el ABC de la fe cristiana. Si un creyente sabía como explicar las doctrinas básicas de estos tres elementos de la fe cristiana, se suponía que el mismo estaba en condiciones de dar testimonio de Cristo y de enseñar a otros.
1 Amados hermanos, cuando estuve con ustedes, no pude hablarles como lo haría con personas espirituales. Tuve que hablarles como si pertenecieran a este mundo o como si fueran niños en la vida cristiana. 2 Tuve que alimentarlos con leche, no con alimento sólido, porque no estaban preparados para algo más sustancioso. Y aún no están preparados, 3 porque todavía están bajo el control de su naturaleza pecaminosa. Tienen celos unos de otros y se pelean entre sí. ¿Acaso eso no demuestra que los controla su naturaleza pecaminosa? ¿No viven como la gente del mundo?
9 Le pido a Dios que el amor de ustedes desborde cada vez más y que sigan creciendo en conocimiento y entendimiento. 10 Quiero que entiendan lo que realmente importa, a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva. 11 Que estén siempre llenos del fruto de la salvación —es decir el carácter justo que Jesucristo produce en su vida— porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios.