LA LEY DE LA SIEMBRA
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LA LEY DE LA SIEMBRA
LA LEY DE LA SIEMBRA
2 Corintios 9:6–11 “6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. 10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.”
INTRODUCCIÓN
Al hablar de la siembra y la cosecha tenemos que comprender primeramente que la siembra y la cosecha es una ley, tanto material como espiritual.
Es una ley porque a pesar del tiempo no ha cambiado en el pasado ni cambiara en el futuro
Génesis 8:22 “ Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.”
Es importante hablar de la siembra y la cosecha exactamente cuando estamos comenzando un nuevo año pues todos tenemos buenas expectativas en cada año que comienza, todos queremos que nos vaya bien, mejor que el año que está terminando.
Queremos que en nuestra familia haya paz y amor, queremos tener prosperidad material, queremos recibir bendición, pero se nos olvida que todo eso que deseamos dependerá de las semillas que sembremos cada uno de nosotros.
Esta noche estudiaremos algunos detalles muy importantes que tenemos que tomar en cuenta cada uno de nosotros en nuestra vida para que en los próximos años podamos cosechar bendiciones, podamos cosechar lo bueno que todos deseamos.
1. QUE ES IMPOSIBLE SEMBRAR LO MALO Y COSECHAR LO BUENO
Gálatas 6:7–8 “7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”
Cuantos cristianos tenemos la idea equivocada de que podemos sembrar en la carne, en la mundanalidad, en los placeres del mundo, en los vicios, y esperar tener una cosecha de bendiciones, de paz, de gozo, en nuestra vida y en nuestra familia.
Lastimosamente muchos de nosotros queremos recibir lo bueno haciendo lo malo, pero cuando viene la cosecha de nuestros malos caminos en lugar de reconocer nuestro error nos enojamos con el Señor
Proverbios 19:3 “3 La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón.”
2. LA COSECHA SIEMPRE SERA PROPORCIONAL A NUESTRA SIEMBRA:
EN CANTIDAD 2 Corintios 9:6“6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.”
No podemos esperar grandes cosechas si nuestras semillas fueron muy pocas, si nuestra siembra fue poca igualmente será nuestra cosecha, es decir no esperemos grandes cambios, grandes resultados, si lo que hicimos fue poco, si no quisimos hacer esfuerzos mayores.
EN ESENCIA Mateo 7:12“12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
La ley de la siembra y la cosecha aplicada a nuestros prójimos la Biblia la llama “La regla de oro” , es decir que si yo quiero ser respetado, tengo que respetar, si quiero ser amado debo amar a mi prójimo, si quiero ser perdonado debo perdonar, si quiero que me traten bien tengo que tratar de la misma forma a mi prójimo.
3. LA SIEMBRA Y LA COSECHA TIENEN UN TIEMPO DETERMINADO
Santiago 5:7–8“7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.”
Ningún agricultor siembra una semilla esperando recibir una cosecha el mismo dia o el dia siguiente de haber sembrado, el agricultor sabe que tiene que esperar con paciencia y esperanza su cosecha.
Nosotros igualmente no debemos cansarnos de sembrar lo bueno, porque a su tiempo vamos a cosechar
Gálatas 6:9 “9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”
Muchos cristianos se desaniman pronto pues quieren ver los frutos de su vida cristiana cuando tienen pocas semanas o pocos meses de congregarse, quieren que de la noche a la mañana su vida sea transformada por completa, que una vida de errores y malas decisiones sea transformada en un momento, pero la palabra de Dios compara la vida del justo con plantas de lento crecimiento pero de gran estabilidad
Salmo 92:12 “12 El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano.”
La palmera en Israel (Tamar) tardaban de 10 a 15 años en crecer pero producían frutos (dátiles) por más de 100 años.
El cedro del Libano (Erez) es un árbol que puede llegar a medir hasta 40 mts de altura y una circunferencia de 10 mts, pero pueden pasar varias generaciones para alcanzar la madurez y su altura máxima y son los árboles que son emblema de estabilidad y fortaleza.
Tenemos que estar plantados en el lugar correcto
Salmo 92:13 “13 Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán.”
No esperes ver cambios en la actitud de las personas de manera inmediata, no nos cansemos de hacer lo bueno, esforcémonos por sembrar buenas semillas en el corazón de las personas, de hacer lo bueno para nuestro prójimo, aunque el cambio en ellos hacia nosotros no sé de rápidamente
Hechos 9:20–22 “20 En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios. 21 Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes? 22 Pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo.”
El apóstol Pablo tuvo que sembrar catorce años en el ministerio y en la obra del Señor para que los apóstoles lo reconocieran como verdadero apóstol del Señor
Gálatas 2:1 “1 Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito.”
Gálatas 2:9 “9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.”
DEBEMOS SEMBRAR CON NUESTRA ECONOMÍA EN EL REINO DE DIOS
2 Corintios 9:7 “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”
Cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de aportar para el sostenimiento de nuestra iglesia, para que la palabra de Dios se siga predicando, pero tenemos que hacerlo con alegría, no con tristeza porque Dios ama al dador que da con alegría.
Debemos tener la sabiduría de no comernos toda la cosecha de la prosperidad que Dios nos da, sino que tenemos que guardar semilla para seguir sembrando en el Reino de Dios y así seguir cosechando bendiciones y prosperidad para nuestra vida
2 Corintios 9:10 “10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,”
Tenemos que tener la seguridad que nos da la palabra de Dios que si sembramos en el Reino de Dios podremos recibir abundantes bendiciones de parte de nuestro Dios Proverbios 3:9–10“9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.”
DEBEMOS SEMBRAR LA SEMILLA DE LA PALABRA DE DIOS
Salmo 126:5–6 “5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. 6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.”
Tenemos que sembrar la palabra de Dios en la vida de toda persona, quizás muchas veces sembraremos llorando por el rechazo, llorando porque pensamos que las personas menospreciaron la palabra, pero tenemos que saber que la semilla de la palabra de Dios tarde o temprano dará fruto.
Nuestra responsabilidad es sembrar, Dios se encargara de hacer crecer la semilla en la vida de las personas
1 Corintios 3:6 “6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.”
DEBEMOS SEMBRAR PARA NUESTRO FUTURO
Eclesiastés 11:4 “4 El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.”
Muchas veces por distraernos en cosas que no producen fruto no invertimos en nuestro futuro, descuidamos nuestra familia, descuidamos nuestros estudios, descuidamos lo principal en nuestra vida.
Tenemos que aprovechar bien el tiempo y sembrar sabiamente pensando en nuestro futuro terrenal y eterno.