Dónde se genera la Idolatría

El temor

Genesis 3:2–3 LBLA

2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: «No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis».

Genesis 3:4–7 LBLA

4 Y la serpiente dijo a la mujer: Ciertamente no moriréis. 5 Pues Dios sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal. 6 Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales.

El miedo es la causa para el corazón idolatra.

La lejanía al Dios que es luz protección y vida es el principio para el temor, el miedo hace que el corazón del hombre busque refugio detras de las higuera de la idolatría.

Genesis 3:10 LBLA

10 Y él respondió: Te oí en el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí.

Jacob y Raquel

El temor de Raquel por huír de la casa de su Padre, emprendiendo viaje, sabiendo que su padre vendría a pedir cuentas, su corazón se esconde detras de la higuera de la Idolatría.

Genesis 31:1–3 LBLA

1 Pero Jacob oyó las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob se ha apoderado de todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha hecho toda esta riqueza. 2 Y Jacob observó la actitud de Labán, y he aquí, ya no era amigable para con él como antes. 3 Entonces el Señor dijo a Jacob: Vuelve a la tierra de tus padres y a tus familiares, y yo estaré contigo.

Genesis 31:19 LBLA

19 Y mientras Labán había ido a trasquilar sus ovejas, Raquel robó los ídolos domésticos que eran de su padre.

Genesis 31:30–31 LBLA

30 Y ahora, ciertamente te has marchado porque añorabas mucho la casa de tu padre; pero ¿por qué robaste mis dioses? 31 Entonces Jacob respondió, y dijo a Labán: Porque tuve miedo, pues dije: «No sea que me quites a tus hijas a la fuerza».

Contraposición.

Paz a vosotros