Una Iglesia Enfocada 3º parte: evangelismo.

Introducción:

Recordando los cuatro enfoques de Emaús:

Adoración. Buscamos amar a Dios y glorificarle en todo.

Edificación. Procuramos edificar a nuestros hermanos para que crezcan a la imagen del Señor Jesús.

Evangelismo. Compartimos el mensaje del evangelio en nuestra comunidad con nuestras palabras y viviendo una vida de testimonio.

Obras de misericordia. De lo que Dios nos ha bendecido compartimos con nuestro prójimo buscando ser de bendición tanto a nuestros hermanos en la fe como a los que no conocen a Dios.

Hoy estaremos aprendiendo el tercer enfoque: Evangelismo.

Desarrollo:

El mandamiento de predicar el evangelio es muy importante y se expresa de muchas maneras en el Nuevo testamento, como por ejemplo:

Marcos 16:14–18 “14 Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. 15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” Este texto nos dice que el evangelio debe ser predicado a toda criatura.

Hechos de los Apóstoles 1:8 “8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Aquí se presenta la predicación del evangelio como ser testigos. Es decir que el evangelismo es, en un sentido, vivir a Cristo, y cuando lo vivimos esto será un mensaje poderoso a otros.

El pasaje central, en el cual estaremos meditando acerca de la evangelización se encuentre en:

Mateo 28:18–20 “18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Estas son las últimas palabras dichas por el Señor a los suyos. Fueron pronunciadas después de su resurrección. Aprendemos verdades muy importantes relacionadas con la evangelización.

I. La Evangelización descansa en la autoridad de Cristo.

Mateo 28:18–19 “18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones …

II. La evangelización es un mandamiento del Señor.

Mateo 28:19–20 “19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado……

Esta parte comienza con dos imperativos: “id, y haced”

III. La presencia del Señor está con su Iglesia al evangelizar.

Mateo 28:20 ...y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Aquí vemos que la presencia del Señor es prometida. Esto es muy importante de dos maneras: 1. En primer lugar es de aliento ya que nos recuerda que no estamos solos en nuestra tarea de evangelizar. Tenemos su presencia acompañándonos, alentándonos y capacitándonos. 2. Nos ayuda a evangelizar con temor. Como él está con nosotros en todo momento no debemos hacer esta gran obra a nuestra manera. El ve como cumplimos su mandamiento y por ello debemos hacerlo conforme a su voluntad y buscando honrarle en todo.