La Historia de la Idolatría
Teología Bíblica • Sermon • Submitted • Presented
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La idolatría encuentra la mentalidad moderna como algo extraño o totalmente incomprensible. Tendemos a asociarlo con religiones antiguas y cultos. Historias y mitologías. Pero la realidad de la idolatría no está muy lejos de ser removida de nuestra cultura.
Dijo Tim Keller en su libro dioses falsos:
Podemos no doblar nuestras rodillas físicamente ante la estatua de Afrodita, pero muchas mujeres jóvenes son llevadas a la depresión y desórdenes alimenticios debido a una preocupación obsesiva por la imagen de su cuerpo. Podemos no necesariamente quemar incienso a Artemisa pero cuando el dinero y la profesión son llevadas a proporciones cósmicas, llevamos a cabo un tipo de sacrificio de niños, descuidando la familia y la comunidad para alcanzar un lugar más alto en los negocios y adquirir más prosperidad y prestigio.
El solo hecho de pensar en sacrificar a uno de mis hijos para darlo a una deidad me provoca nauseas y ni tan siquiera seria algo que me pasaría por la mente sin embargo podemos sacrificar a nuestro hijos o en día para alcanzar ciertas cosas no importándonos las consecuencias que ellos puedan recibir en sus vidas.
Definición de Idolatría
Definición de Idolatría
Por eso es que quiero ser muy claro acerca de lo que quiero decir con idolatría. Idolatría es adorar cualquier otra cosa antes que Dios, sea visible o invisible. Esto significa que la idolatría puede ser externa o interna.
Keller lo expresa de la siguiente manera: «un ídolo es cualquier cosa que observas y dices en lo más profundo de tu corazón, ‘si tengo eso entonces sentiré que mi vida tiene significado y sabré que tengo valor, luego me sentiré significativo y seguro.» (CG, Pág. xx)
O como lo expresa Greg Beale, idolatría es «comprometernos con alguna parte de la creación más que con el Creador.» (Nos convertimos en lo que adoramos, Pág. 307).
Adán y Eva son Idolatras
Adán y Eva son Idolatras
nuestra humanidad se encuentra encerrada en quien es Dios. Ser humano es adorarlo, o dicho de otra manera, ser humano es reflejar su gloria y su imagen. «Todos los humanos han sido creados para ser seres que reflejan y por ello reflejarán cualquier cosa con la que se encuentren comprometidos, ya sea el verdadero Dios o algún objeto del orden creado.» (Beale, Pág. 22).
En lugar de obedecer el mandato de Dios:
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
para llevar la gloria de Dios hasta los confines de la tierra, Adán escogió expandir su propia gloria.
Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios;
Él se comprometió con la auto-adoración. El pecado de Adán en el jardín del Edén en el fondo estaba relacionado con la idolatría, es decir, Adán se comprometió con algo diferente a Dios: «Cuando Adán dejó de estar comprometido con Dios y reflejar su imagen, él reverenció algo diferente en lugar de Dios y reflejaba este nuevo objeto de adoración.
El pueblo de Israel es idolatra
El pueblo de Israel es idolatra
Los capítulos 1-14 hablan de este gran evento de salvación. En los capítulos 19-20, Dios establece para Israel lo que significa para ellos ser su pueblo. Ellos deben reflejarle al mundo su gloria y quien es Él. Para hacer esto más claro, Él les otorga leyes y las dos primeras expresan que solo Él es el Dios que debe ser adorado. ¿Por qué? Porque Él los salvó. Luego, para aclararle a su pueblo la manera como debían adorarlo Él dice que no deben hacer imágenes o estatuas o cualquier otra cosa.
No pasa mucho tiempo antes de que se involucren en lo mismo que Dios prohibió. Al parecer, ellos pensaron que estaban adorando a YHWH honestamente pero estaban adorándolo de la manera en que lo veían. Ellos crearon un ídolo o imagen a su gusto y deseos. ¿Y qué sucedió? Israel fue descrito conforme a lo que adoraban. Dios los llama pueblo de dura cerviz
(Éxodo 32:9
Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz.
Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.
Esta es una frase extraña, pero tiene un significado muy irónico. Duro de cerviz es una frase utilizada para describir a Israel, es interpretada sarcásticamente como rebelde porque ellos estaban adorando un becerro y por eso se volvieron igual que él. Así como una vaca terca que rehúsa ir en la dirección correcta, el Israel idólatra es «duro de cerviz.»
El juicio para los Idolatras
El juicio para los Idolatras
Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.
Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.
Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto;
hasta que Jehová haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra.
Y si quedare aún en ella la décima parte, ésta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa.
Somos dejados preguntándonos porque Dios le pidió a Isaías que hiciera esto. Por qué le hizo proclamar un mensaje que endurecería sus corazones. Verdaderamente, esto es difícil de entender. Pero la clave para entender esto es fijarse donde nos encontramos en la historia bíblica. Israel ha pecado y pecado y pecado y pecado y finalmente Dios estaba pronunciando un veredicto de «culpabilidad» sobre la nación. Sabemos que Dios es perfectamente santo. Y sabemos que ahora Él está juzgando a Israel por su pecado de la idolatría.
9 Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.
10 ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?
11 He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una.
12 El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya.
13 El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa.
14 Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia.
15 De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él.
16 Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego;
17 y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú.
18 No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.
19 No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol?
Idolatria en el Nuevo Testamento
Idolatria en el Nuevo Testamento
En cada uno de los evangelios Jesús cita a Isaias
12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.
Al hacerlo, él al igual que Isaías está pronunciando un juicio sobre el Israel de su tiempo. Ahora, el Israel del tiempo de Jesús no doblaba sus rodillas a los becerros de oro sino a sus tradiciones. Este era el objeto de su adoración.
Alerta de herramienta: la tipología nos ayuda a entender esto mejor. La incredulidad y el juicio de Israel en los días de Isaías era el anuncio de un modelo que anticipó una mayor incredulidad y juicio en los días de Jesús.
El modelo se estaba repitiendo pero lo que está en juego es mucho mayor. En el tiempo de Jesús, los israelitas estaban rechazando la Palabra de Dios en la carne al igual que luego Israel estaba convirtiéndose en lo que adoraba, testarudos y sin vida espiritual; teniendo ojos pero no viendo y oídos pero no escuchando. Lo mismo estaba sucediendo ahora. Se estaban volviendo tan muertos espiritualmente como sus tradiciones y rituales humanas. Su tradición era ficticia. Recuerda estas palabras de Jesús:
27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
Se habían convertido en lo que adoraban para su ruina. Y cometieron el acto supremo de falsa adoración al dios falso de las tradiciones humanas al matar al Dios-hombre Jesús. Al reverenciar sus ídolos, mataron la «imagen del Dios invisible.» (Colosenses 1:15)
Toda la humanidad es Idolatra
Toda la humanidad es Idolatra
La historia no termina aquí porque la idolatría no es solo un asunto de Israel. El inicio de nuestra historia nos muestra esto. Toda la humanidad debe reflejar y adorar a Dios. En Romanos Pablo demuestra poderosamente que la idolatría da lugar al fracaso de nuestra relación con Dios y esto siempre nos lleva al fracaso de nuestra relación con otros seres humanos.
21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,
27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen;
De Idolatras a reflectores de la gloria de Dios
De Idolatras a reflectores de la gloria de Dios
13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
14 por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.
15 ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?!
16 Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?
17 ¿No se convertirá de aquí a muy poco tiempo el Líbano en campo fructífero, y el campo fértil será estimado por bosque?
18 En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.
1 He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio.
3 No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos.
4 Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará rápida y claramente.
Dios sacará a algunos del pueblo de Israel y de las naciones y corregirá su idolatría.
En el evangelio de Mateo que vimos, justo después de que Jesús pronunció juicio sobre los ciegos y sordos de Israel en sus días, Él le da esperanza a algunos. Dios estaba en la llegada de su Hijo, estaba abriendo ojos y oídos.
16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
Dios es el único que puede dar visión y oído espiritual.
Aunque vimos que los idólatras fallan en entender al igual que sus ídolos, también blasfeman el carácter de Dios con su idolatría porque con ella están diciendo que Él no tiene entendimiento. Pero Dios es quien hizo al hombre a su imagen. Él es el alfarero y nosotros el barro. Solo Él puede arreglar la imagen de esos idólatras. Isaías y Ezequiel hablaron de este cambio futuro.
Es en Cristo que las personas que fueron primeramente conformadas a la imagen del mundo (Romanos 1:18-32), comienzan a ser transformadas a la imagen de Dios
(Romanos 8:28-30
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Este proceso de transformación hacia la imagen divina será completado al final de la historia cuando los cristianos serán resucitados y reflejarán totalmente la imagen de Dios en Cristo
20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Ellos serán resucitados por el poder impartido por el Espíritu del Cristo resucitado. Debido a que fue el Espíritu quien levantó a Jesús de la muerte (Romanos 1:4), así el Espíritu de Cristo levantará a los cristianos de la muerte al final de los días… La obra del Espíritu en las personas hará posible que las personas sean restauradas y cambiadas por el Señor para reflejar su imagen, y así Dios sea glorificado en y a través de ellos.