LOS PLANES DE UN LÍDER
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SERIE: Influyendo en los demás
Nehemías el líder siervo
Libro: Rick Warren, Liderazgo con propósito: Lecciones de liderazgo basadas en Nehemías (Miami, FL: Editorial Vida, 2008)
Título: LOS PLANES DE UN LÍDER
Título: LOS PLANES DE UN LÍDER
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Cuando un líder se enfrenta a un reto, lo primero que hace es orar; después, planificar.
Sin un plan, no hay manera de saber cómo llegar donde hace falta llegar. Los grandes líderes, como Nehemías, son expertos planificadores.
¿PARA QUÉ HACER PLANES?
¿PARA QUÉ HACER PLANES?
Dios lo hace: es aconsejable y sensato
pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos,
Dios lo ordena: ama el orden
pero hágase todo decentemente y con orden.
Es buena mayordomía: la administración del tiempo, el mejor uso posible de las oportunidades que Dios nos proporcione
Efesios 5:15–17 (RVR60)
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
¿CÓMO PLANIFICAN LOS LÍDERES?
¿CÓMO PLANIFICAN LOS LÍDERES?
La presencia de la fe, no significa ausencia de organización.
Piensan todo detalladamente
Piensan todo detalladamente
Recibió los informes en el mes de Quisleu (noveno) y al momento de estar frente al rey en le mes de Nisan (primero) habían pasado 4 meses.
Nehemías 1:1 (RVR60)
Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino,
Nehemías 2:1 (RVR60)
Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia,
En lugar de frustrarte, mira ese tiempo como una oportunidad que Dios te da para hacer lo que hizo Nehemías: orar y planificar.
Es mejor tomar un tiempo para pensar y planificar.
La ciencia del prudente está en entender su camino; Mas la indiscreción de los necios es engaño.
Todo hombre prudente procede con sabiduría; Mas el necio manifestará necedad.
• ¿Dónde estoy ahora?
• ¿Dónde quiero estar?
• ¿Cómo puedo llegar allí?
Eso es lo que hizo Nehemías. Pensó bien las cosas. Oró durante cuatro meses, pero mientras oraba, también estaba haciendo planes.
¡No planificar es lo mismo que planificar un fracaso!
Se preparan para las oportunidades
Se preparan para las oportunidades
Cuando la oportunidad toque a tu puerta, tienes que estar listo para abrir esa puerta
Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia, me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera.
Los líderes siguen adelante a pesar de sus propios temores.
Fue el mismo rey que paralizó la obra, además realizar tal petición era peligrosa.
El valor no es la ausencia de miedo, el valor consiste en seguir adelante a pesar de los temores que tengamos.
Ahora, pues, dad orden que cesen aquellos hombres, y no sea esa ciudad reedificada hasta que por mí sea dada nueva orden.
Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos,
Como había hecho planes para aquel momento, Nehemías supo con exactitud lo que debía pedir.
Se fijan una meta
Se fijan una meta
y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré.
Su meta es definida: quiere reconstruir los muros.
El paso siguiente en la planificación es la fijación de una meta. Sin un blanco, no estamos apuntando a nada, y eso es precisamente donde vamos a dar: en nada.
Dos de los errores más comunes que cometemos al fijarnos metas, son el de fijarnos unas metas demasiado bajas, y el de tener unas expectativas poco realistas en cuanto a su cumplimiento.
No tengas miedo de hacer unos planes tan grandes, que Dios tenga que acudir a rescatarte. A Dios le encantan los planes grandiosos. Le honra el hecho de planificar en grande. En efecto, estamos diciendo: «Esto es lo que estoy esperando que Dios haga. No se trata de lo que yo pueda hacer, sino de lo que puede hacer Él ».
La mayoría de nosotros nos fijamos unas metas demasiado bajas y tratamos de llegar a ellas con demasiada rapidez. Dios nos pide que soñemos en grande y vayamos despacio.
Se fijan fechas límite
Se fijan fechas límite
Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo.
Sin una fecha límite, una meta no es meta, solo es un deseo.
Nehemías oró, hizo un plan, se fijó una meta … y estableció una fecha límite.
Preveén problemas
Preveén problemas
Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá;
Ahora que ya tiene permiso para ir, Nehemías pide protección. Su viaje desde Babilonia (Irak) hasta Israel tenía un recorrido de 1.300 a 1.600 kilómetros y pasaba por diversas provincias. Él sabía que iba a necesitar la ayuda de alguien como el rey para alcanzar sano y salvo su punto de destino.
Cuando planifiques, no te olvides de prever que se van a presentar problemas. Pregúntate: ¿Qué me podría detener? ¿Qué podría salir mal? El líder prudente reconoce que si hay algo que pueda ir mal, lo más probable es que así suceda. Planifica para la posibilidad de un desastre.
La previsión de los problemas y la anticipación para resolverlos forman parte de una planificación eficaz.
El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño.
Calculan el precio
Calculan el precio
y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí.
Como la planificación exige tiempo y dinero, el presupuesto es el siguiente factor que el líder necesita tener en cuenta.
Calculó el precio, y planificó por adelantado.
Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Están dispuestos a pedirle ayuda a otros. Los líderes reconocen que necesitan la ayuda de otros para lograr sus metas
Necesitamos pedirle ayuda a Dios, y necesitamos pedírsela a otros. Ningún líder puede realizar grandes tareas solo.
No trates siquiera de cambiarle el corazón a nadie, No podrás. Cuando lo intentes, habrás caído en la manipulación. Deja que sea Dios quien cambie el corazón. Ora por ese jefe, y observa cómo Dios hace el cambio. Esa es su actividad favorita.
Todo mérito fue para Dios.
Nehemías 2:8 (RVR60)
y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí.
Podemos planear todo, pero el resultado es de Dios.
Del hombre son las disposiciones del corazón; Mas de Jehová es la respuesta de la lengua.
Dios puede hacer más de lo que planeamos o pedimos.
Vine luego a los gobernadores del otro lado del río, y les di las cartas del rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo.
Los líderes se preparan para el éxito en lugar del fracaso
Si tus planes proceden del Señor, van a ser lo suficientemente grandes para que él quepa en ellos.
Cualesquiera que sean tus planes, hazlos lo suficientemente grandes para que pueda exhibir a Dios ante el mundo. Que tu vida le grite a todo el que la vea: «¡Dios es grande!»
Si estás gastando más tiempo y energía preocupándote por los fracasos, que planificando para el éxito, los estás desperdiciando ambos.