SU AMOR NOS MUEVE AL AMOR.

La pregunta clave, que debo hacer para heredar la vida eterna?

2. Debemos entender lo que pasó siglos antes.

Ruptura del reino Isarel (930 a.C) (: Reino de Judá / Reino del Norte, (Judíos, samaritanos)

Después de al separación, el pueblo judió miraba con desprecio al pueblo samaritano, por eso esta párabola de Jesús es maravillosa para entender lo que nos viene a enseñar.

3. Jesús cuenta una parabola:

Esta persona que le preguntó tiene un gran estatus, un doctor de la ley..

Jesús antes de comenzar con al parabola le dice: Para hererdar la vida eterna, debes amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas, y a tu prójimo como a ti mismo.

¿Pero que se está refiriendo, que nos viene a decir?

No son por nuestro estatus social, o nuestra posición.

Pasó un sacerdote (quien se le esperaba una pisca de piedad y amor por el herido), pasó de largo. Y seguro a este sacerdote se le llenaba la boca de hablar d Dios y de las buenas obras.

Pasó un levita (sacerdote destinado a la adoración en el templo, quien también se le esperaba una pisca de piedad y amor), pasó de largo, seguro que mostraba en el templo una flasa piedad no aplicada en este caso vital.

Pero pasó el samaritano, despreciado tanto por el doctor de la ley que preguntaba a Jesús, por el sacerdote y por el levita. Para estos, el samaritano era un hereje, lejos de poder tener buenas obras y amar al judío herido.

Pero este samaritano, lo amó, lo socorrió, pagó todo por él.

¿Quiere decir que heredaremos la vida eterna haciendo obras sociales? No solamente esto, sino que la obra del samaritano, es el resultado de la gracia de Dios en su vida, amar más alla de nuestras fronteras mentales. Amar pudiendo amar a Dios, amando a nuestro prójimo. Pues esto es posible por la gracia de Dios, que nos da la fe, que es un don de DIos, como dice Pablo a los Efesios 2: que la salvación es por fe, no es por obra para nadie se glorie. Y como tambien dice Pablo a los filipenses, es Dios quien pone en nosotros el querer por el hacer. POr eso se trata de llenarnos de Él.

No se trata de estatus, no se trata de ser de un bando u otro, no se trata de la acción, sino de la gracia de Dios, que llena todo. Y cuando Cristo lo llena todo, no hace falta nada más.

No todo el que diga Señor Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que haga la volundad de mi padre que está en los cielos, y esto es sólo posible, por la gracia Dios, y esta gracia que es su amor, no mueve a obrar en amor. No buscando que nos agradezcan, pues el samaritanos se fue sin más, un amor desinteresado, sino dando al gloria a Dios.

Amar a Dios sobre todas las cosas, amar a tu prójimo como a tu mismo, refleja el amor que nos muestra Cristo en la cruz, esto es un amor vertical, hacia el Padre, que nos lleva a un verdadero amor, no hipócrita hacia lo horizonal, nuestro prójimo, es este amor, el amor en la dimensión de la cruz, al que somos llamados.

Y aunque hoy adoremos a Dios en montes distintos, llegará el día Y como dijo Jesús el Señor a otra samaritana en Juan 4, que los verdaderos adoradores, a quellos que creen en Cristo como único y suficiente salvador, adoraremos al Padre en espíritu y en vedad, juntos como Iglesia triunfante en la eternidad. Y mientras llegue ese día, que Dios nos ayude a que estemos llenos de Él y podamos obrar bendiciendo a nuestro prójimo, sirviendo como Cristo nos esneñó.

Que Dios os bendiga.