Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo
Esto es lo que dijo el apóstol Pablo a los efesios “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo”. (Efesios 1:2).
La gracia es la bondad de Dios por medio de la cual el favorece a los hombres. Es la bondad que busca el bienestar de los hombres aunque estos no sean merecedores de ella
Mientras los cristianos en Efeso estuvieran en este mundo, tendrían que soportar muchas adversidades por causa de su fe en Cristo, puesto que el mundo aborrece a los que no se conforman a su corriente. Pablo deseaba para los hermanos que sufren por la causa de Cristo que siempre fueran favorecidos por Dios.
La paz es ausencia de conflicto, y en la Biblia, en relación con Dios; lleva siempre implícita la idea, de buenas relaciones, de bienestar y prosperidad. No una prosperidad material sino espiritual. Esta paz es el resultado de hallar siempre el favor de Dios. Es la paz de la cual Cristo habló a sus discípulos (Juan 14:27; 16:33).
El Apóstol Pablo se encontraba preso cuando escribió epístola a los efesios, y estaba consciente del conflicto que libraba con el mundo, y el pecado, y las fuerzas del maligno que operaban en el aire, además él no tenía prosperidad material de ninguna clase, y por su experiencia sabía; que muchos eran los que le tenían mala voluntad, y no querían estar en paz con él. El apóstol Pablo, desde la cárcel expresa a los hermanos en Efeso, que a pesar de todas las adversidades y sufrimientos tenidos por su relación con Cristo, él si había encontrado y experimentado en su vida el favor de Dios y su paz, y quería que los efesios, al igual que él, pudieran encontrar y experimentar también en sus vidas, la gracia y la paz de Dios.
Mientras estemos en este mundo sufriremos mucha adversidad por la causa de Cristo y nuestra relación con él, pero si nos esforzamos y somos fieles, podremos encontrar siempre y experimentar en nuestras vidas, como Pablo en la suya, la gracia y la paz de Dios. Si tenemos el favor de Dios, podremos tener su paz, pero si buscamos el favor del mundo, tendremos la paz que el mundo ofrece, pero que nos enemista con Dios. Nosotros busquemos la gracia y la paz que vienen de Dios nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo.