¿Realmente le quieres seguir?

Cristianismo Auténtico  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented   •  1:04:07
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Aquí tenemos tres personajes anónimos que mientras ellos iban por el camino sintieron un impulso interno de seguirle. Pero permitieron que algo se interpusiera entre sus almas y la completa dedicación al Señor. Definitivamente muchos de nosotros, nos sentiremos identificados en uno o quizas en los tres personajes que se mencionan en nuestro texto. Ya que lastimosamente muchos de los cristianos en la actualidad, hemos permitido que algo se interponga entre nuestras almas y la completa, sincera y veraz dedicación al Señor Jesucristo.

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Lucas 9:57–62 RVR60
57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59 Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

INTRODUCCIÓN

En esta ocasión en el pasaje que hemos leído el Señor Jesucristo está en la plenitud de su magnifico ministerio terrenal, en el pasaje anterior, Él ha reprendido a los discípulos Juan y Jacobo, pues como no les habían querido recibir en una aldea de Samaritanos le preguntaron al Señor si Él estaba de acuerdo con que ellos hicieran descender fuego del cielo para que consumiese a esa aldea.
En ese momento el Señor se dirige inmediatamente a ellos y les revela el verdadero propósito de su venida a la tierra. Él no vino a perder las almas, Él vino a salvarlas. En ese contexto llegamos a nuestro pasaje.
Aquí tenemos tres personajes anónimos que mientras ellos iban por el camino sintieron un impulso interno de seguirle. Pero permitieron que algo se interpusiera entre sus almas y la completa dedicación al Señor.
Definitivamente muchos de nosotros, nos sentiremos identificados en uno o quizás en los tres personajes que se mencionan en nuestro texto. Ya que lastimosamente muchos de los cristianos en la actualidad, hemos permitido que algo se interponga entre nuestras almas y la completa, sincera y veraz dedicación al Señor Jesucristo.
Seguir al Señor tiene implicaciones y compromisos que muchas veces algunos no estamos dispuestos a asumirlos porque los consideramos exagerados, extremos o hasta irracionales.
Sin embargo, no hay nada más irracional que no ser un seguidor genuino del Señor Jesucristo.
Pero debemos saber que ser un seguidor de Cristo siempre ha implicado un compromiso extremo que supera todo vínculo familiar y cultural.
Dijo Kenneth Bailey en uno de sus libros sobre el contexto cultural del medio oriente, que el llamado de Cristo a seguirlo era un compromiso radical, no una vida fácil, sino de sufrimiento y rechazo. Era un llamado a abandonar el compromiso social más importante, la familia, para integrarse en una nueva familia. Incluso Cristo mismo tuvo que demostrar que su compromiso con Dios el Padre era superior a su propia familia.
Lucas 8:19–21 RVR60
19 Entonces su madre y sus hermanos vinieron a él; pero no podían llegar hasta él por causa de la multitud. 20 Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte. 21 Él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.
Así que, tenemos tres personajes anónimos en la historia que demostraron realmente no querer seguir al Señor Jesucristo.
El primero, el escritor William McDonald en su libro el verdadero discipulado lo bautiza con el nombre de:

EL SEÑOR APRESURADO

Lucas 9:57–58 RVR60
57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Este personaje se ofreció entusiastamente para seguir al Señor a donde quiera que vaya. El pasaje paralelo en Mateo nos dice que este personaje era un escriba.
Mateo 8:19–20 RVR60
19 Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. 20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Un escriba era una persona educada, que era capaz de leer y escribir. Probablemente también con un enfoque en enseñar el significado de documentos escritos. Fue a ellos a quienes se les pregunto en presencia de los magos de oriente ¿dónde había de nacer el Cristo?. Algunos de ellos eran eruditos en los tiempos bíblicos, también servían como copistas, editores, maestros y magistrados.
En fin, a este señor apresurado que se acercó al Señor Jesucristo, precipitado y sin calcular el costo, es al que el Señor le responde; Las zorras tienen guaridas y las aves del cielo nidos, mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Básicamente le esta haciendo considerar bien lo que acaba de decir. El Señor sabía exactamente quien estaba delante de Él. Y como si conociera su corazón, que realmente si lo conocía, le dice hey, realmente estás tu dispuesto a dejar tu comodidad para seguirme a mi, que no tengo ni siquiera una almohada dónde pueda recostar mi cabeza. ¿realmente quieres sacrificar la comodidad y la seguridad de un hogar y del prestigio que tienes por seguirme? ¿quieres renunciar a las comodidades legítimas de esta vida con el fin de servirme devotamente?
Por lo que vemos en el texto, es claro que el hombre no estaba dispuesto, porque no oímos más de él en las Escrituras.
Hermanos, si queremos realmente seguir a Cristo, debemos dejar de lado los pensamientos de grandes cosas del mundo. No tratemos de hacer profesión de cristianismo, cuando nuestro verdadero interés esta detrás de las ventajas y los bienes de este mundo.
Seguir a Cristo implica una auto negación de los placeres y las comodidades de este mundo. La pregunta es; ¿realmente le quieres seguir? Cristo padeció, Cristo sufrió y Cristo fue rechazado, no nos confundamos, pues todos los que seguimos a Cristo ciertamente experimentaremos lo que Él experimentó. La pregunta es; ¿Estas dispuesto?
El Segundo personaje anónimo de nuestro texto fue llamado:

EL SEÑOR TARDÍO

Lucas 9:59–60 RVR60
59 Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.
A diferencia del señor apresurado, este señor, no se ofreció en forma voluntaria. Más bien el Señor Jesucristo le pidió que le siguiera.
La respuesta de este hombre no fue un rechazo abierto, él no estaba desinteresado en el Señor. Su verdadero dilema, era que él quería hacer otra cosa primero, él tenía otros planes. Por eso él puso sobre la mesa sus pretensiones por encima del llamado del Señor.
Y así, lastimosamente he conocido muchos cristianos. Que no, es que no nos interesa el Señor, sino que nos interesa más nuestros propios planes y nuestros propios objetivos por encima del supremo llamado del Señor.
Yo recuerdo cuando el Señor me llamó. Estaba recién empezando la carrera en la universidad, tenía opciones en aquel tiempo, me podía graduar como licenciado (que lo hice) y asimilarme en el ejercito nacional como muchos de mis compañeros lo hicieron y al día de hoy sería capitán camino a ser Mayor del Ejercito. (dirían algunos enchufado en el gobierno) Pero el Señor me había llamado a servirle en su ejercito y para mi fue más importante su llamado que una carrera militar.
Recuerdo que al graduarme uno de mis tíos que estaba acomodado en unos posos petroleros con la tras nacional que en el 2009 fue tomada por PDVSA la famosa Terminales de Maracaibo. Allí me tenían un puesto de trabajo, con hospedaje y transporte incluido. Y en ese mismo tiempo la Iglesia donde estaba se quedó sin pastor. Y para mi fue más importante el llamado de Dios que los bienes de este mundo.
Ahora bien volviendo al texto, alguien pudiera pensar que lo que este hombre dice no es esencialmente malo. Es perfectamente legítimo que un hijo muestre un respeto natural por sus padres. Y si su padre ha muerto es ciertamente una obligación del cristiano darle una sepultura decente.
Sin embargo hermanos, las cortesías legítimas de la vida llegan a ser pecaminosas cuando se anteponen a los intereses del Señor Jesucristo. En el mundo antiguo especialmente el varón mayor tenían la obligación de cuidar a sus padres. Sin embargo, el llamado de Dios a seguirle y servirle es superior al llamado terrenal.
Algunos dicen que el padre de este hombre no había muerto sino que él estaba esperando a que muriese y cuando eso ocurriera entonces él iba a obedecer el llamado de Dios.
Como sea, lo que no debemos permitir es que convirtamos en disculpa nuestros propios intereses para no obedecer el llamado de Dios.
Ni siquiera nuestros propios padres deben estar por encima del llamado de Dios. El mayor de mis deseos es que mis hijos sirvan al Señor nada es más importante para mi que eso.
La pregunta es; y entendiendo el punto aquí, ¿Está usted dispuesto a obedecer el llamado de Dios a seguirle, o como este señor vas a retrasar tu obediencia a Dios porque hay cosas más importantes para ti?
Yo no me arrepiento de haber elegido servir al Señor con vida. Me trajo a este país que nunca pensé ni me atraía, me dio una preciosa esposa que ama al Señor, nos ha dado dos preciosos hijos, nos ha dado el privilegio inmerecido de pastorear esta iglesia que el compró con su propia sangre. Y en todo este tiempo que llevo sirviendo al Señor no nos ha faltado nada.
El señor tardío tenía algo que hacer primero y permitió que eso tomara el primer lugar. la pregunta es: ¿Qué tienes que hacer primero que no te permite obedecer a Cristo hoy? a lo mejor el Señor te a llamado a que le sirvas y todavía estás esperando alcanzar tus metas en lugar de obedecerle.
¿Realmente le quieres seguir?
Para terminar, el tercer hombre ha sido llamado:

EL SEÑOR LIVIANO

Lucas 9:61–62 RVR60
61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
Al igual que el primer hombre se ofreció voluntariamente para seguir a Cristo. Pero también como el segundo, el señor liviano, usó las contradictorias palabras te seguiré Señor, pero déjame.
Este quiere y parece estar dispuesto a seguir al Señor, pero está dispuesto a ceder a la tentación que a la larga lo alejaría de su llamado a seguir a Cristo.
Una vez más no tiene nada de malo despedirse de su familia, el problema aquí es que un seguidor de Cristo no puede permitir que nada ocupe el lugar que le corresponde al Señor.
Para este hombre era más importante los lazos familiares que el Señor Jesucristo y Su llamado.
Pero el Señor le responde con una maestría.
Lucas 9:62 RVR60
62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
En esencia esto lo que significa es que el reino de Dios es lo máximo. Todo lo que a Dios se refiere debe prevalecer sobre nuestro yo, o la cultura. El servicio mayor y la mejor vocación es aquella que sirve de manera profesional al Señor Jesucristo por encima de cualquier deseo personal.
Hay que mantenerse enfocado si te descuidas mirando hacia atrás no sólo nos distraeríamos mucho, sino que podríamos dañarnos a nosotros mismos.
Eso era lo que pasaba si alguien que estaba arando se descuidaba y no se mantenía enfocado en su trabajo. Un descuido suyo podía afectarlo y afectar el arado o hasta hacer un surco torcido y perder la cosecha entera.
Por eso, si realmente lo vamos a seguir necesitamos estar enfocados en el arado. Y no permitir que nada, ni nadie nos distraiga de nuestra obediencia al Señor.
Por eso le pregunto mi querido hermano ¿realmente le quieres seguir?

CONCLUSIÓN

¿Estas dispuesto a abandonar las comodidades y tus zonas de confort para seguir a Cristo? No te apresures, seguir a Cristo no es cómodo en este mundo, nunca lo ha sido, ni lo será. No te confundas con el evangelio de la prosperidad. Es en el cielo donde están las recompensas, es allá donde están las moradas, las calles de oro, es allá donde están las riquezas espirituales. Aquí habrá llanto, habrá dolor, habrá sufrimiento. ¿Realmente le quieres seguir?
Si tu respuesta es sí pastor yo estoy dispuesto a seguirle y abandonar las comodidades de esté mundo. Porqué no te colocas de pié allí donde estás y le dices eso al Señor hoy mismo.
¿Realmente estás dispuesto a seguir al Señor y obedecer su llamado aún cuando eso implique que abandones tus propios planes y metas?
Si Dios te ha estado llamando y ahora mismo tu estás convencido de que Dios te está llamando, Porqué no le respondes ahora mismo y le entregas tus sueños a Dios. Porqué seguir atrasando tu obediencia ¿acaso no es Él lo más importante? ¿acaso no lo amas?
¿Por qué seguir poniendo escusas al llamado de Dios?
¿Por qué no le has pedido a Cristo que te salve?
A lo mejor hay alguien aquí que no es salvo, la pregunta es; ¿Por qué no le pides que te salve y te haces un seguidor de Cristo hoy mismo?
Cantar el himno He decidido seguir a Cristo.
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