PARTICIPAR DE LA CENA DEL SEÑOR ES MARAVILLOSO

Cena del Señor  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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1 Corintios 11:23–26 RVR60
23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

Introducción.

Cuando las iglesias celebran la Santa Cena, escuchan las palabras que Pablo recibió del Señor y que él pasó a los creyentes. Las palabras de este pasaje particular son la fórmula usada para observar la Cena del Señor. La biblia nos dice que Jesucristo tomó la copa y el pan y los bendijo, a partir de ese momento estos elementos fueron transformados en una experiencia espiritual significativa para los creyentes. No obstante, el valor de la experiencia depende de la condición del corazón de aquellos que participan. Para algunos, eran un simple pedazo de pan y un poco de vino, para otros era participar del cuerpo y la sangre de Cristo. Éste era el problema en Corinto.
Por eso el apóstol Pablo como su padre en Cristo, les enseña el significado y la manera correcta de celebrar la Cena del Señor. Los creyentes deben entender que cuando comen el pan y beben de la copa del Señor, en esos momentos son invitados a su mesa, y ¡eso es algo maravillosos! Pero llegar a la Santa Cena con un corazón descuidado espiritualmente, que no es capaz de amar a los demás miembros de la iglesia, es una cosa seria pues deshonran al Señor mismo.
Hermanos, la Cena del Señor nos da una oportunidad de ser bendecidos y de crecer espiritualmente si nos acercamos con la actitud correcta. Por eso, participar de la Cena del Señor ¡es maravillosos!

I. PORQUE RECORDAMOS.

1 Corintios 11:24 RVR60
24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.

1. De sus padecimientos.

El pan partido nos recuerda el cuerpo de Cristo entregado por nosotros, y la copa nos recuerda su sangre derramada por nuestros pecados. Mientras la mayoría de nosotros tratamos de olvidar cómo murieron aquellos que amábamos, Jesús quiere que recordemos cómo murió él. ¿Por qué? Porque todo lo que tenemos como creyentes se centra en Su muerte.

2. La entrega de su cuerpo como un sacrificio.

Recordar que él murió es parte del mensaje del evangelio: 1 Corintios 15:3–4 “3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;”.
No es la vida de nuestro Señor, ni sus enseñanzas, lo que salvará a los pecadores, sino su muerte. Por lo tanto, también debemos recordar por qué murió: Cristo murió por nuestros pecados.
1 Pedro 2:24 RVR60
24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
Isaías 53:6 RVR60
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Él fue nuestro sustituto al pagar la deuda que nosotros no podíamos pagar.

3. Que por su sangre derramada obtenemos el perdón de nuestros pecados.

Apocalipsis 1:5 (RVR60)
5 ...Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
1 Juan 1:7 (RVR60)
7 ... la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Hebreos 9:22 (RVR60)
22 ...y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Así como la pascua era un recordatorio de que la sangre rociada en las casas traía la protección del juicio de Dios, así también recordamos que obtuvimos esa libertad espiritual del pecado gracias a la sangre que Jesus derramó. (11:23–26a) de manera voluntaria, exhibiendo su amor para con nosotros Romanos 5:8 ).
Romanos 5:8 RVR60
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Jesús entregó su cuerpo en manos de hombres malvados y llevó sobre su cuerpo el pecado de todos nosotros.
Pero hacer este recordatorio no es simplemente la conmemorar hechos históricos. Es participar de las realidades espirituales que esto representa. En la cena del Señor no damos la vuelta alrededor de un monumento admirándolo. En ella tenemos comunión los unos con los otros y con nuestro Salvador que aunque murió, ¡ahora vive para siempre!

II. PORQUE ES UN TIEMPO PARA ANUNCIAR UN MENSAJE ESPECIAL. V.26

1 Corintios 11:26 RVR60
26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

1. Anunciamos la muerte del Señor.

a. Una muerte injusta: murió como si fuera un criminal.
b. Una muerte que no terminó en dolor y oscuridad: fue la puerta a la VICTORIA, pues resucitó al tercer día.
Gracias a la muerte y resurrección de Jesucristo hay esperanza para asegurar nuestras almas en la presencia de Dios.

2. Este mensaje es Palabra fiel...

1 Timoteo 1:15 RVR60
15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
El ser humano no tiene el poder para salvarse a sí mismo. Por más obras que hagan nunca será suficiente.
Efesios 2:8 NTV
8 Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.
Solamente hay uno que nos puede salvar Hechos 4:12
Hechos de los Apóstoles 4:12 RVR60
12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
La iglesia seguiremos celebrando la cena del Señor “hasta que él venga”, pues el regreso de Jesucristo es la bendita esperanza de la Iglesia como Cuerpo de Cristo y del creyente como hijo de Dios. Es cierto que todavía no somos todo lo que deberíamos ser, pero cuando le veamos, “seremos semejantes a él”.
1 Juan 3:2 RVR60
2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

III. PORQUE ES UN TIEMPO PARA REFLEXIONAR SOBRE NUESTRA FE. V. 27-28

1 Corintios 11:27–28 RVR60
27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

1. Debemos mirar hacia nuestro interior y reconocer nuestros pecados

Pablo no dijo que teníamos que ser dignos para participar de la cena, sino sólo que debíamos participar de manera digna.
En una ocasión el pastor observó que una mujer de la congregación no aceptó el pan y la copa sino que se quedó sentada llorando porque se sentía pecadora. El pastor dejó la mesa, se dirigió al lado de ella y le dijo: “¡Tómalo, estimada hermana, tú también puedes tomarla porque es para pecadores que han sido salvados!”.
Participar dignamente es examinar nuestro corazón, juzgar nuestros pecados y confesárselos al Señor. Venir al Altar sin confesar nuestros pecados es ser culpables del cuerpo y de la sangre de Cristo, porque fue el pecado lo que lo clavó en la cruz. Si nosotros no juzgamos nuestros propios pecados, no los confesamos y no los abandonamos, acarrearemos el juicio de Dios sobre nuestras vidas, porque esto no es algo que se debe tomar a la ligera.

2. Somos llamados a ponerse bien con Dios.

Ninguna persona que no sea un creyente verdadero debería acercarse a la mesa. Ni tampoco debería venir a la mesa un creyente verdadero cuyo corazón no esté bien con Dios y con los demás creyentes. Esta es la razón por la cual muchas de las iglesias tienen un período de preparación espiritual antes de celebrar la cena del Señor, no sea que algunos de los que participen reciban sobre sí el castigo.
El Señor nos dice en
Isaías 1:18 NVI
18 »Vengan, pongamos las cosas en claro —dice el Señor—. ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!

Conclusión.

Mis hermanos, la Cena del Señor es como una comida familiar, donde el Padre de familia desea que sus hijos se amen mutuamente y se interesen los unos por los otros. Por eso es imposible que un creyente verdadero tome la Cena del Señor mientras que se halle separado de los demás creyentes. ¿Cómo podemos recordar la muerte del Señor sin amarnos los unos a los otros?
La biblia nos dice en
1 Juan 4:11 RVR60
11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
Hoy te animo para que medites en lo que hemos mencionado y les invito a los han que han sido bautizados en el nombre de Jesucristo y están en plena comunión con Dios y con la Iglesia a participar de la Cena del Señor.
¡Participar de la Cena del Señor es maravilloso! Pues es un momento de agradecimiento y de gozo en anticipado porque, ¡un día veremos al Señor!
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