Sabiduría del Dios Omnipotente

Conociendo a Dios  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 5 views
Notes
Transcript

Qué es la contemplación?

La contemplación es un fenómeno complejo en el que la conciencia experimenta un estado mental subjetivo. Es un estado de reflexión profunda que se produce al contemplar la grandeza de Dios.
La contemplación también puede definirse como:
Una observación profunda para nutrir nuestra alma y mente
La más alta expresión de la vida intelectual y espiritual del hombre
Un espontáneo temor reverencial ante el carácter sagrado de Dios.
Reflexionar sobre la divinidad y la fe
Trascender el intelecto a través de la oración
Hacerse consciente de las realidades sobrenaturales, centrando la mente en el Creador de TODO.
ABRAHAM
Genesis 15:5 LBLA
5 Lo llevó fuera, y le dijo: Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas. Y le dijo: Así será tu descendencia.
Psalm 139:17–18 LBLA
17 ¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos! 18 Si los contara, serían más que la arena; al despertar aún estoy contigo.
Genesis 22:17 LBLA
17 de cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos.
Problema de la caja basía, Empresa tiene un problema en su linaa de produccion cajas salen basias de la fabrica, maquina de rayos x o abanico
2 Corinthians 4:17–18 LBLA
17 Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, 18 al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
"Peso de Gloria" no es más que la satisfacción que produce el servirle a Dios en medio de situaciones adversas, contradictorias y paradójicas en la iglesia que es el baluarte de la verdad que se supone sea un lugar de paz y no de contienda.
Proverbs 9:1–10 LBLA
1 La sabiduría ha edificado su casa, ha labrado sus siete columnas; 2 ha preparado su alimento, ha mezclado su vino, ha puesto también su mesa; 3 ha enviado a sus doncellas, y clama desde los lugares más altos de la ciudad: 4 Él que sea simple que entre aquí. Al falto de entendimiento le dice: 5 Venid, comed de mi pan, y bebed del vino que he mezclado. 6 Abandonad la necedad y viviréis, y andad por el camino del entendimiento. 7 Él que corrige al escarnecedor, atrae sobre sí deshonra, y el que reprende al impío recibe insultos. 8 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; reprende al sabio, y te amará. 9 Da instrucción al sabio, y será aún más sabio, enseña al justo, y aumentará su saber. 10 El principio de la sabiduría es el temor del Señor, y el conocimiento del Santo es inteligencia.
Ephesians 4:11–15 LBLA
11 Y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, 12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error; 15 sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,
Matthew 7:24–27 LBLA
24 Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; 25 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. 26 Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; 27 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.
Matthew 7:1–6 LBLA
1 No juzguéis para que no seáis juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá. 3 ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? 4 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: «Déjame sacarte la mota del ojo», cuando la viga está en tu ojo? 5 ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano. 6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.
Matthew 7:13–14 LBLA
13 Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14 Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
Matthew 7:24–27 LBLA
24 Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; 25 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. 26 Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena; 27 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.
Related Media
See more
Related Sermons
See more